C¨®mo no fallar un penalti
Hay quien piensa que para entender de f¨²tbol conviene haberlo jugado. Otros basan su ciencia en las combinaciones num¨¦ricas, 4-2-4, 4-4-2, 4-2-3-1, o en un examen detallado del abdomen de Ronaldinho. Todo ayuda, por supuesto. Pero las p¨¢ginas deportivas no lo cuentan todo. En realidad, para entender el f¨²tbol (y la pol¨ªtica, y la cultura, y la hipoteca que uno paga) conviene adentrarse en la estepa de la econom¨ªa. A veces se descubren historias edificantes y enternecedoras, como la que cuenta el periodista y dramaturgo Gianfrancesco Turano en su libro Tutto il calcio miliardo per miliardo.
La historia empieza en una noche romana de 2001, desbordante de euforia: la ciudad celebra el scudetto del Roma. El equipo giallorosso es formidable: Totti, Batistuta, Emerson, Caf¨², Samuel... El propietario de la sociedad, Franco Sensi, magnate del petr¨®leo y la hosteler¨ªa, ha gastado todo lo que ha podido, y m¨¢s, para componer una alineaci¨®n memorable. En ese empe?o, ha contado con la gentil colaboraci¨®n crediticia del banquero Cesare Geronzi, presidente de Capitalia y vicepresidente de Mediobanca, uno de los due?os de Italia.
Berlusconi telefonea a Putin y la oferta rusa se esfuma. El banquero Geronzi se queda con la mitad de Italpetroli
Amigos de Abramovich ofrecen 400 millones por el Roma y por varias instalaciones petroleras del due?o del club, Sensi
El siguiente cap¨ªtulo se desarrolla en 2004. El Roma no ha vuelto a ganar ning¨²n scudetto y su deuda ya es agobiante. Entonces aparece Roman Abramovich, el inmensamente rico propietario del Chelsea, que ofrece 150 millones de euros por Totti y Emerson. Sensi, de acuerdo con el entrenador, Fabio Capello, y con el director deportivo, Franco Baldini, responde que Totti no est¨¢ en venta, pero s¨ª lo est¨¢ la sociedad. Por unos millones m¨¢s, el magnate ruso puede quedarse con todo. Abramovich tiene bastante con el Chelsea, pero habla del asunto con dos amigos suyos, Anatoli Kolotinin y Suleiman Kerimov, de la Nafta Moskva. Kerimov, un tipo tan oscuro como todo lo que rodea hoy el Kremlin, es a los 38 a?os diputado de la Duma y una de las 100 personas m¨¢s ricas del mundo.
Kolotinin y Kerimov contratan a Salvatore Trifir¨®, un abogado que trabaja para las mayores empresas italianas, como garant¨ªa de seriedad. Y ponen sobre la mesa una oferta de 400 millones de euros por el Roma y por varias de las instalaciones petroleras de Sensi. La venta est¨¢ a punto de cerrarse.
Pero, ay, la cosa no conviene al banquero Geronzi, que a esas alturas est¨¢ a punto de quedarse con esas instalaciones petroleras y con otros bienes que la familia Sensi aport¨® como garant¨ªas a los cr¨¦ditos. Si llegan los rusos, Geronzi recupera los pr¨¦stamos. Lo que Geronzi desea, sin embargo, es lo otro: los bienes. ?Qu¨¦ hace? Lo que har¨ªa cualquiera en su caso: llama a Silvio Berlusconi, presidente del Gobierno y del Milan, y le plantea la situaci¨®n. Il Cavaliere comprende que al Milan tampoco le interesa un Roma rebosante de petro-rublos. ?Soluci¨®n? Berlusconi telefonea a su amigo Vladimir Putin y le pide que bloquee la oferta de Nafta Moskva. Simult¨¢neamente, alguien env¨ªa a la Guardia de Finanzas a revisar a fondo todas las cuentas del Roma.
Putin act¨²a con rapidez y la oferta rusa se esfuma pocos d¨ªas despu¨¦s. El Roma no puede pagar a Geronzi y ¨¦ste se queda con la mitad de Italpetroli, la empresa de Sensi: penalti y gol. Capello y Emerson se marchan al Juventus. El sue?o romanista de competir en pie de igualdad con el Milan o el Inter se convierte en humo.
Una historia edificante, ?no? Tiene adem¨¢s un curioso ep¨ªlogo. En noviembre pasado, Kerimov sufri¨® un grav¨ªsimo accidente automovil¨ªstico en Niza mientras conduc¨ªa un Ferrari prestado. La polic¨ªa francesa abri¨® una investigaci¨®n.
El Roma, a todo esto, gan¨® ayer por 3-0 al Reggina. Totti fall¨® un penalti por sexta vez esta temporada. Geronzi y Berlusconi fallan mucho menos.
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