Inmobiliarias en Marte
El primer cuento de Philip K. Dick se llam¨® La cosa-Padre: un animal viene del extramundo, consume el ser del padre, se hace padre, lo usurpa, va a meterse en la madre, y en el propio hijo, que, descubri¨¦ndolo todo, quema antes a su padre con gasolina. El enemigo ronda cerca, padres o Estado, agentes del FBI perseguidores de comunistas, o agentes comunistas y neofascistas disfrazados de vecinos. Dick tomaba tranquilizantes para quitarse la angustia de escribir, anfetaminas para escribir, y alucin¨®genos para borrar las alucinaciones. Imagin¨® a un presidente de EEUU simulacro electr¨®nico manejado por plut¨®cratas. Imagin¨® que japoneses y nazis hab¨ªan ganado la guerra. Anticip¨® la llegada del negocio inmobiliario a Marte. Vio que yo, u otros como yo, ¨¦ramos m¨¢quinas construidas para negar que son una m¨¢quina. Tuvo la pesadilla de un astro televisivo que despierta del coma y descubre que nadie lo conoce: no existen ni el astro ni su programa. Supo que hay recuerdos en venta que no se distinguen de los verdaderos, con la ventaja de que los verdaderos tampoco se distinguen de los falsos. Empiezan a conocerse novelas de Dick antes de ser Dick, como Gather Yourself Togheter, de 1949: en la China en guerra civil una mujer y dos hombres recibir¨¢n a los mao¨ªstas para entregarles una f¨¢brica americana que ha ido cayendo en el abandono a la espera de la llegada de los nuevos b¨¢rbaros. Verne se llama el h¨¦roe de la historia.
Babelia
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