Luto en el surrealismo espa?ol

"Lo bueno que tiene morirse es que no hay que madrugar". La afirmaci¨®n es del humorista, actor y escritor Jos¨¦ Luis Coll, a quien le repateaba profundamente levantarse a hora temprana. Como las siete de la ma?ana en que falleci¨® ayer en Madrid a los 75 a?os.

El principio del fin empez¨® el pasado 31 de enero, cuando Jos¨¦ Luis Coll se dirig¨ªa a su casa con un par de bolsas despu¨¦s de hacer unas compras. Sinti¨® un ligero mareo, cay¨® al suelo y se dio un golpe en la cabeza que le provoc¨® un derrame, ya que el humorista tomaba anticoagulantes. A partir de ah¨ª sufri¨® un deterioro que desemboc¨® en un fallo multiorg¨¢nico.

A dos calles les van a poner su nombre. Una en su Cuenca natal y otra en Madrid, adonde lleg¨® en los a?os cincuenta, donde se hizo escritor, actor y humorista, faceta en la que fue muy popular, con el d¨²o surrealista, inteligente y disparatado Tip y Coll, que durante d¨¦cadas mantuvo junto a Luis S¨¢nchez Polack, cuya muerte, hace siete a?os, le trastorn¨® especialmente.

En los ¨²ltimos tiempos, Coll, que nunca dej¨® de ser un se?or muy serio que pod¨ªa soltar sus paridas sin mover un solo m¨²sculo de su cara, se dedic¨® no s¨®lo a escribir, algo que antes hizo en La Codorniz, Hermano Lobo, sin olvidar numerosos guiones, su Eroticoll, Pensaciones o su disparatado diccionario, del que hizo dos versiones y en el que se puede leer: "Mani¨¢tico: se?or que se desvive por vivir en el ¨²ltimo piso". Tambi¨¦n trabaj¨® mucho como actor en cine y teatro. La ¨²ltima vez, el a?o pasado en Tres sombreros de copa, la obra cumbre de Mihura.

Adem¨¢s de cursar estudios de Derecho y de piano (su vocaci¨®n frustrada), Coll fue presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Billar (afici¨®n a trav¨¦s de la que granje¨® una gran amistad con Felipe Gonz¨¢lez), gran jugador de p¨®quer, contertulio en varias populares mesas de la noche madrile?a, primer actor de los musicales de Celia G¨¢mez, autor de cinco mon¨®logos escritos para Anal¨ªa Gad¨¦, padre de cinco hijos, hu¨¦rfano de padre desde su primer a?o de vida e hijo de una intelectual republicana que se exili¨® a Argentina y a la que Coll, que se cri¨® con sus abuelos y t¨ªos, no volvi¨® a ver hasta 1977. Tambi¨¦n era amigo del rey Juan Carlos, quien, tal y como comentaron ayer en el palacio de la Zarzuela, se encontraba apenado y triste, ya que le un¨ªa a ¨¦l "una relaci¨®n de cari?o y admiraci¨®n".

A lo largo del d¨ªa de ayer numerosas personalidades y compa?eros del mundo de la escena se acercaron al Tanatorio Norte de Madrid, donde est¨¢ situada la capilla ardiente del actor hasta este mediod¨ªa, en que Coll ser¨¢ incinerado, a las 14.30, en el crematorio de la Almudena. Y habr¨¢ un responso cat¨®lico, aunque ¨¦l era agn¨®stico y en m¨¢s de una ocasi¨®n lleg¨® a decir "dar¨ªa un brazo por tener fe". Sus cenizas ser¨¢n llevadas a Cuenca.

Entre las numerosas personas que se acercaron a dar el p¨¦same a la familia se encuentran Mar¨ªa Asquerino, Antonio y Adriana Ozores, Andr¨¦s Pajares, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y su concejal de las Artes, Alicia Moreno, y Josema Yuste.