1.011 noches de Vargas Llosa
El escritor peruano escribe 10 cuentos nuevos para a?adira la versi¨®n teatral que prepara sobre 'Las mil y una noches'
"?Qu¨¦ hubiera ocurrido con mi vocaci¨®n de escritor de no haber venido a Espa?a en 1958?", se pregunt¨® al presentar el Foro Vargas Llosa en Las Palmas de Gran Canaria, el escritor peruano. Quiz¨¢ nada habr¨ªa sido igual. Aquel a?o gan¨® una beca para la Universidad Complutense que le permiti¨® cruzar el Atl¨¢ntico por primera vez. Se qued¨® en Europa y pudo vivir a fondo la experiencia de la literatura. Pero el autor de novelas como Pantale¨®n y las visitadores, Conversaci¨®n en la Catedral, La fiesta del Chivo o Las travesuras de la ni?a mala, tiene ahora un nuevo juguete. Su antiguo amor por el teatro, anterior incluso al de la novela, le ha llevado a descubrir las delicias del relato oral. Las recientes experiencias en el escenario junto a Aitana S¨¢nchez Gij¨®n no han hecho de ¨¦l un actor, aunque pudiera parecerlo, sino un cuentacuentos.
La conferencia que ofreci¨® el pasado lunes en Las Palmas se titul¨® Viaje a la ficci¨®n. Quiso hacer un repaso completo a su relaci¨®n con el teatro remont¨¢ndose a la impresi¨®n que le produjo a los siete u ocho a?os la primera obra que vio en la ciudad boliviana de Cochabamba. "Si algo me interes¨® desde el primer momento en el teatro fue la posibilidad de simular la vida y, con la puesta en escena, hac¨¦rsela vivir m¨¢s intensamente a los espectadores", afirm¨®. Lo primero que escribi¨® en serio, en 1951, fue una obrita titulada La huida del inca, que lleg¨® a representarse en dos funciones escolares abarrotadas de p¨²blico. Tras su ¨¦xito como novelista volvi¨® a acariciar la idea de ver en carne y hueso a sus personajes y entre los a?os ochenta y los noventa escribi¨® piezas como La se?orita de Tacna; Kathy y el hipop¨®tamo; El loco de los balcones; La Chunga y Ojos bonitos, cuadros feos.
"Escribir una novela es una operaci¨®n infinita. La historia empieza y termina m¨¢s all¨¢ de lo que se cuenta en el texto. Esa idea de totalidad la transmiten todas las grandes novelas", reflexion¨®. "El teatro es lo que est¨¢ m¨¢s cerca de la vida de verdad. No hay dos representaciones id¨¦nticas. El teatro no solo es fugaz y actual, sino que todo en ¨¦l es imprescindible". A pesar de ello, no intervino en ninguno de los montajes de sus obras. Pero en 2000 particip¨® en unos talleres literarios organizados por el escritor Alessandro Baricco en Tur¨ªn y ah¨ª vio algo que lo "catapult¨® a una nueva experiencia dentro el teatro". Baricco participaba en un espect¨¢culo en el que se le¨ªan en el escenario fragmentos de obras literarias engarzadas con n¨²meros musicales. Algo hizo clic. Vargas Llosa vio rescatada la antigua tradici¨®n de los contadores de cuentos. "La literatura y el teatro no son m¨¢s que brotes tard¨ªos de esa pr¨¢ctica ancestral. Una ¨¦poca en la que literatura significaba diversi¨®n". De ah¨ª surgieron los espect¨¢culos que lo llevaron al escenario junto a Aitana S¨¢nchez Gij¨®n, primero La verdad de las mentiras y, el ¨²ltimo verano en el imponente escenario hist¨®rico del Festival de M¨¦rida, Odiseo y Pen¨¦lope, "una versi¨®n minimalista de la historia cl¨¢sica". "S¨®lo a partir de esta experiencia he tenido la impresi¨®n de estar metido en la ficci¨®n", coment¨®. Para la adaptaci¨®n de la ¨²ltima pieza se meti¨® de lleno en La Odisea, obra que funda la cultura occidental. Viaje interminable al fondo de la ficci¨®n. "Escrita por un fabulador desconocido que dominaba todos los recursos para contar una historia. Con la historia de Odiseo la vida mediocre se eclipsa y se llena de peripecias inveros¨ªmiles, que resultan ciertas porque las vivimos con ¨¦l".
Ahora Vargas Llosa se est¨¢ metiendo en otra de las grandes fuentes de la ficci¨®n universal, el mundo intrincado de Las mil y una noches. Otro an¨®nimo, otro largo viaje. "En mi adaptaci¨®n habr¨¢ dos personajes: el rey Sharayar y Sherezade", explic¨® despu¨¦s de la conferencia en una de las charlas informales que propici¨® el foro. "Ser¨¢ tambi¨¦n una versi¨®n minimalista para dos actores. Pienso que se podr¨¢ estrenar en 2008 en el Festival de Granada". Otro escenario imponente, cargado de siglos y del peso po¨¦tico de sus antiguos habitantes. "Lo fascinante de Las mil y una noches es que hay cuentos dentro de otros cuentos. Tres camelleros que cuentan historias de tres mendigos sobre dos marineros que relatan la historia de Sherezade y el rey Sharayar", se complace en detallar. El escritor ser¨¢ contador y tambi¨¦n actor, solo que en esta ocasi¨®n le ha podido m¨¢s el oficio y terminar¨¢ por a?adir diez cuentos inventados por ¨¦l a los famosos mil y uno de las noches ar¨¢bicas. Granada y Al Andalus revivir¨¢n con las leyendas antiguas y renovadas de este cuentacuentos que desaf¨ªa a la historia y se funde con ella. Porque, se pregunta el escritor: "?Qu¨¦ habr¨ªa ocurrido en Espa?a de no haber venido los ¨¢rabes?"

Los golpes de sol lime?o
El rostro que mostr¨® Vargas Llosa estos d¨ªas en Canarias ha dado pie a numerosas especulaciones. El tratamiento por una afecci¨®n cut¨¢nea causada por el sol lime?o levant¨® una polvareda informativa en la que se lleg¨® a decir que hab¨ªa sufrido un aparatoso accidente y hasta una paliza. Con paciencia e incredulidad, el escritor desminti¨® esas teor¨ªas. El Foro Vargas Llosa concluy¨® el martes su primera convocatoria con la participaci¨®n del escritor peruano en dos mesas redondas con autores canarios. A partir de ahora se suceder¨¢n los actos en Las Palmas, Madrid y, m¨¢s adelante, Lima, para dar sustento a una plataforma de estudios literarios que desembocar¨¢n en una c¨¢tedra universitaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.