Las cicatrices de Nicosia

El derribo del muro que dividi¨® la capital chipriota durante 40 a?os desat¨® ayer un torrente de recuerdos y descubri¨® mansiones en ruinas y escaparates con art¨ªculos de otra ¨¦poca. Las excavadoras grecochipriotas que retiraban los escombros sacaban a la luz el coraz¨®n de la ciudad, marchitado durante d¨¦cadas. "Este lugar estuvo lleno de vida. Yo sol¨ªa cruzarlo en bicicleta, en 1956, para ir a trabajar a una f¨¢brica de zapatos. Pero luego los problemas empezaron", dice Andreas Lambionides, un pensionista de 79 a?os. "Ninguno de nosotros merec¨ªa esto".

La calle Ledra, en el centro de Nicosia, simboliza la abrupta divisi¨®n del pa¨ªs. "Si abren el paso, espero recuperar mi joyer¨ªa", dice Georgios, se?alando hacia su viejo almac¨¦n, encajonado en el corredor que separa el norte y el sur de la ciudad, bajo control de la ONU y cerrado a los civiles. Junto a la joyer¨ªa, un balc¨®n est¨¢ lleno de sacos terreros, estigmas del conflicto de 1974, a?o en el que el Ej¨¦rcito turco invadi¨® el norte de la isla. Edificios gr¨¢ciles sucumben al descuido. Los letreros anuncian marcas ya inexistentes y la basura agudiza el aire decadente.

Savas Olympios, comerciante de 57 a?os, se regocija: "Esto nos dar¨¢ a las dos comunidades la oportunidad de visitarnos".