El Ayuntamiento autoproclama su capitalidad europea del ¨¢rbol
Igual que cada perro se parece a su due?o, la arboleda de Valencia est¨¢ dise?ada a imagen y semejanza de la pol¨ªtica de Rita Barber¨¢. Los vecinos y t¨¦cnicos lamentan la falta de zonas verdes mientras su equipo se autoproclama capital europea del ¨¢rbol. ?Qu¨¦ ciudad lo ha sido antes? ?Qui¨¦n ha elegido, entre todas las ciudades europeas, a Valencia como capital del ¨¢rbol? Son enigmas planteados por los habitantes de la ciudad que la Concejal¨ªa de Medio Ambiente se niega a contestar. La Asociaci¨®n Espa?ola de Arboricultura tiene la clave. Su sede est¨¢ en Valencia, su XI Congreso se iba a celebrar all¨ª y su presidente, Jacobo Llorens, es el encargado de la poda municipal.
La idea de nombrar por primera vez una capital europea del ¨¢rbol trata de conseguir el apoyo de la Uni¨®n Europea a esta efem¨¦ride cada a?o, igual que en 2007 ha apoyado un m¨¢ster de trepa de ¨¢rboles. Una agradable iniciativa que Barber¨¢ y su equipo no han dudado en utilizar para contrarrestar las cr¨ªticas que recibe su gabinete en gesti¨®n de zonas verdes. Un estudio reciente situaba a Valencia entre las peores ciudades de Espa?a en metros cuadrados de descanso por habitante. S¨®lo 5,3 por los 26 de Pamplona o los 16 de Madrid. "Valencia est¨¢ entre las mejores ciudades, por eso ha sido elegida capital europea", presum¨ªa la concejal Mar¨ªa Jes¨²s Puchalt.
Jardines del Turia
Aunque Puchalt obvia las estad¨ªsticas, presume de algunas joyas heredadas, como los Jardines del Turia. La riada de 1957 supuso una oportunidad ¨²nica para Valencia de crear un espacio verde. El cauce se desvi¨® a las afueras de la ciudad y tras largos a?os de indecisi¨®n pol¨ªtica y lucha ciudadana, los Jardines del Turia quedaron inaugurados en 1982. De oeste a este de la ciudad, siete kil¨®metros convierten al antiguo cauce en el mayor parque de la ciudad. El Ayuntamiento actual presume de haberlo recuperado con la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Los paisajistas reniegan del dise?o del jard¨ªn y los ciudadanos han enriquecido el recorrido convirti¨¦ndolo en su principal centro de ocio.
El arquitecto Ricardo Bofill fue el encargado en 1988 de dise?arlos. Pens¨® en un parque mediterr¨¢neo con naranjos, pinos y palmeras. Los t¨¦cnicos recomendaron al reputado arquitecto que no planeara los ejemplares tan juntos. Bofill no hizo caso. 20 a?os despu¨¦s "los pinos le han crecido en la cara", seg¨²n el profesor de Investigaci¨®n Agraria, Jos¨¦ Francisco Ballester Olmos.
No es el ¨²nico que piensa que los jardines son un ejemplo de parque asilvestrado. Los bot¨¢nicos tampoco valoran positivamente su dise?o. La particici¨®n del parque en tramos ha perjudicado su paisaje pero ha aumentado su variedad de especies. El roble valenciano, quercus valentina, catalogado por el emblem¨¢tico bot¨¢nico Antonio Jos¨¦ Cavanilles
ha sido su ¨²ltima adquisici¨®n.
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