M¨¢s all¨¢

Los martes y 13 siguen suscitando despliegues conmemorativos. Trece es, como saben los seguidores de ?ngel Nieto, un n¨²mero temible. Para mantener la superstici¨®n que ha hecho famoso al ex motorista y comentarista de las retransmisiones de TVE, sus compa?eros procuran no mentarlo. Es un detalle. En Espejo p¨²blico (Antena 3), en cambio, Susanna Griso cogi¨® el toro por los cuernos y ambient¨® el plat¨® con contenidos de eso que, para reforzar su da?ada credibilidad, algunos denominan "ciencias ocultas". A veces se ocultan tanto que ni siquiera se perciben y hay que estar muy atento para diferenciar la prueba irrefutable o veros¨ªmil de la venta de motos al por mayor. El tono de Griso es el adecuado: procura no caer en el sensacionalismo por respeto a los creyentes y nunca se burla de lo que considera que puede interesar a su audiencia. En este caso, reemprendimos un viejo viaje televisivo: salir a buscar las ya famosas psicofon¨ªas de Belchite y recorrer una de las m¨¢s transitadas rutas del m¨¢s all¨¢. Se trata de psicofon¨ªas hist¨®rica y pol¨ªticamente oportunas y que se detectan en una zona que fue campo de batallas fratricidas. Lo que el espectador escucha es un refrito sonido de fondo ali?ado con gemidos encriptados que, afortunadamente, alguien ha traducido y sobreimpresionado. En la parte inferior de la pantalla se lee: "Rend¨ªos, estoy asustado. Pueblo espa?ol, treinta y seis".

Esto ocurri¨® por la ma?ana en Antena 3, pero, en otros momentos de la programaci¨®n de todas las cadenas, fuimos descubriendo que la psicofon¨ªa forma parte de la parrilla y que algunos de los que salen chismorreando o mintiendo, actuando como pir¨®manos de un clima pol¨ªtico que santifica la desinformaci¨®n y la demagogia (y que se empe?a en polarizar la realidad entre la condescendencia de izquierdas y el fanatismo de derechas), son seguidores de realidades tan ocultas como los gemidos desgarrados de Belchite y sacerdotes del m¨¢s all¨¢. Viendo seg¨²n qu¨¦, a uno le entra un deseo irreprimible de salir con las manos en alto diciendo: "Me rindo, pueblo espa?ol, dos mil siete".