Ann Barzel, historiadora de la danza
Era la decana de los cr¨ªticos estadounidenses
La prestigiosa y entra?able historiadora, escritora y cr¨ªtica de danza Ann Barzel muri¨® a los 101 a?os en Chicago el pasado 12 de febrero. La noticia la dio su amigo personal, el tambi¨¦n historiador de la danza George Dorris. Ann Barzel mantuvo siempre cierta coqueter¨ªa con su edad real. Su amigo Anatole Chujoy, en su Enciclopedia de la danza, sit¨²a su nacimiento en 1913. Otras fuentes van m¨¢s atr¨¢s, hasta 1906. Su carrera pasional por la danza comenz¨® tempranamente a los nueve a?os, seg¨²n contaba ella misma, cuando encontr¨® en la enciclopedia familiar la palabra "danza".
En 1996 (cuando cumpli¨® 90 a?os) en una entrevista concedida a The New York Times cont¨® que por 25 centavos a la semana se matricul¨® en las clases del Jewish Settlement House en Des Moines, y ya ella recog¨ªa en papeles sueltos escribiendo todos los pasos, todos los bailes: era la pasi¨®n del historiador y del que rese?a. Despu¨¦s se mud¨® a Chicago, donde residi¨® hasta morir con intervalos en Nueva York y all¨ª estudi¨® ballet en serio, entre otros, con Adolph Bolm, que ven¨ªa de la tradici¨®n de los Ballets Russes de Diaghilev y que fue una de las figuras m¨¢s influyentes en el desarrollo del ballet norteamericano.
Sus otros maestros fueron Alexander Volinine; tambi¨¦n pas¨® por la Escuela del American Ballet, el aula legendaria de Berenice Holmes y Vecheslav Swoboda, adem¨¢s de por el sabio estilista Nicol¨¢s Legat.
En 1940 inici¨® sus colaboraciones con el diario The Chicago Times y otros peri¨®dicos de toda Norteam¨¦rica y con la revista Dance Magazine, a la que se mantuvo vinculada durante d¨¦cadas. Sus contribuciones a enciclopedias y diccionarios (como el Dance index o Dance encyclopedia) fueron incalculables y muy valiosas; tambi¨¦n fue editora asociada de Dance News.
Su pasi¨®n la hac¨ªa viajar con su tomavistas, que escond¨ªa con una gabardina marr¨®n y que estrat¨¦gicamente sacaba cuando las luces de la sala del teatro se hab¨ªan apagado. As¨ª grab¨® a varias generaciones de grandes artistas (desde Alicia Alonso e Igor Youskievich al reci¨¦n llegado Barishnikov).
Su archivo hoy d¨ªa es un tesoro. Parte de estas grabaciones se usaron en el filme documental Ballets russes (2005) y han sido usadas por grandes core¨®grafos como referencia, entre los que cabe destacar, Jerome Robbins y Violette Verdy. Muchas compa?¨ªas de ballet, entre ellas el ABT, daban carta blanca a Barzel para su trabajo de registro.
Ann Barzel don¨® su enorme colecci¨®n a la Newberry Library de Chicago en 1996, que incluye m¨¢s de 10.000 metros de filmaciones y 200 secciones de documentos, libros, programas y fotograf¨ªas que parten desde Anna Pavlova y llegan a la actualidad. Tambi¨¦n parte de estos filmes est¨¢n en la Dance collection de la National Library de Nueva York.
Barzel era una avanzada para su tiempo, amaba desde el ballet acad¨¦mico a la danza moderna, pero mostraba sus preferencias por el primero. Fue una visionaria, defendi¨® desde un principio a John Neumeier como un core¨®grafo de talento. Bromeando sobre el influjo minimalista dijo en 1996: "A m¨ª me gusta mi danza maximalista", un sentido del humor constante que la hizo muy querida por toda profesi¨®n y en todo el mundo. Sus cr¨ªticas fueron siempre un ejemplo ilustrado de ponderaci¨®n y buena escritura.
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