Despedida por transexual
Gina es la primera espa?ola que denuncia este tipo de discriminaci¨®n
Gina Serra siempre se ha sentido Gina y no Jorge, que es el nombre que figura en su DNI. Ella asegura que precisamente por ser transexual fue despedida al cabo de 10 d¨ªas de empezar a trabajar como auxiliar de geriatr¨ªa. La empresa lo niega y afirma que el motivo se debi¨® a su incapacidad profesional.
El caso ha llegado a la justicia laboral y ayer qued¨® visto para sentencia en Barcelona, en el primer juicio celebrado en Espa?a por discriminaci¨®n laboral a una persona transexual.
La abogada de la empresa niega las acusaciones y afirma que "ser transexual es una mera an¨¦cdota"
Gina empez¨® a trabajar el pasado 16 de enero en un geri¨¢trico de la capital catalana. La empresa conoc¨ªa desde el inicio su condici¨®n de transexual, de la que ella nunca se ha escondido, y el d¨ªa de su debut la supervisora ya le advirti¨® de que, si lo deseaba, pod¨ªa cambiarse en el lavabo. Nunca tuvo taquilla en los vestuarios de la empresa, ni calzado, ni ropa. Josep Mill¨¢n L¨®pez, el abogado de Gina, explica que eso son "indicios m¨¢s que racionales" de la discriminaci¨®n sexual que sufri¨® su clienta, afiliada a la UGT y ex delegada sindical.
Al cabo de 10 d¨ªas de empezar a trabajar, la empresa despidi¨® a Gina argumentando que no hab¨ªa superado el periodo de prueba. "Apretaba m¨¢s de la cuenta a los abuelos", "era muy brusca", "no atend¨ªa a las explicaciones". ?sas fueron algunas de las frases que relataron ante la juez las ex compa?eras de trabajo para cuestionar la falta de capacitaci¨®n de Gina en el cuidado de los ancianos.
"?La llam¨® usted maricona de mierda?", interrog¨® el abogado a una testigo, en una pregunta que rompi¨® el tedio que rodea la mayor¨ªa de los interrogatorios. "Se lo juro por mis dos hijos, que me muera ahora mismo, que eso nunca ha salido de mi boca", respondi¨® la ex compa?era. Al final la juez record¨® a la testigo que no era necesaria tanta contundencia.
Euroresidencias Caballero, la empresa que gestiona el geri¨¢trico,
reconoci¨® en el servicio de mediaci¨®n laboral que el de Gina fue un despido improcedente porque nunca lleg¨® a firmar el contrato de trabajo de tres meses que se le prometi¨®. Por tanto, no pod¨ªa estar a prueba. Por ese motivo, la empresa ya consign¨® el escaso dinero que corresponde abonar a la mujer, pero se niega a reconocer la nulidad del despido, porque eso implicar¨ªa su readmisi¨®n. "Gina fue una trabajadora m¨¢s. Que sea transexual no es ning¨²n matiz y no pasa de ser una mera an¨¦cdota", explic¨® la abogada de la empresa, quien al principio de su intervenci¨®n siempre se refiri¨® a Gina en masculino. Su abogado protest¨® a la juez y ¨¦sta requiri¨® para que se utilizara siempre el femenino.
"No era una trabajadora permeable y la empresa no puede asumir la carga de esperar m¨¢s tiempo a que aprenda", insisti¨® la abogada. Despu¨¦s record¨® que otras empleadas tambi¨¦n tardaron unos d¨ªas en tener taquilla y ropa de trabajo, e incluso lleg¨® a preguntar a una supervisora si no era cierto que la empresa conoc¨ªa que algunos de sus empleados eran homosexuales o lesbianas "y no pasaba nada".
M¨¢s all¨¢ del juicio de ayer y de la sentencia que dicte el Juzgado de lo Social n¨²mero 18 de Barcelona, Gina conf¨ªa en que la difusi¨®n de su caso sirva para seguir abriendo camino en la lucha por la igualdad de los transexuales. A sus 47 a?os, lleva mucho tiempo en la lucha del movimiento transexual en Espa?a y explica que est¨¢ reorientando definitivamente su vida.
Hace unos meses se realiz¨® el cambio de sexo, y en el plano laboral quiere "empezar de cero". Por eso explica que no trabajar¨¢ m¨¢s en el sector de la hosteler¨ªa y que prefiere otro tipo de empleos. Ya s¨®lo le falta cambiar su identidad en el DNI, al amparo del reciente cambio legal que est¨¢ vigente en Espa?a y que no exige ning¨²n documento oficial ni certificado m¨¦dico. "Lo voy a hacer muy pronto", dice.

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