El tal¨®n de Aquiles del espa?ol
La lengua espa?ola es un gigante (m¨¢s de 400 millones de hablantes) pero con talones de Aquiles (la ciencia, internet...), por lo que no est¨¢ de m¨¢s someterse a chequeo peri¨®dico. Eso, una revisi¨®n a fondo, no deja de ser el IV Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola, que desde el pr¨®ximo lunes hasta el jueves se celebra en Cartagena de Indias (Colombia) y en el que se plantea, en un gui?o ling¨¹¨ªstico, casi una antinomia: Presente y futuro de la lengua espa?ola. Unidad en la diversidad. "Somos una sola lengua, fuerte, y lo ser¨¢ m¨¢s cuanto m¨¢s unitaria lo sea, pero el espa?ol tambi¨¦n es una entelequia, es virtual, porque tiene matices distintos en los 21 pa¨ªses donde se habla y eso le da otro tipo de fuerza", expone para aclarar la supuesta contradicci¨®n Jaime Bernal Leong¨®mez, secretario ejecutivo de la Academia Colombiana de la Lengua, anfitriona del evento. En esa rica dualidad se mueve el castellano que es mucho m¨¢s unitario que otras lenguas, como el todopoderoso ingl¨¦s, "menos puro, muy heterog¨¦neo, deteriorado por la invasi¨®n de muchos vocablos y con poco control cient¨ªfico", apunta C¨¦sar Antonio Molina, director del Instituto Cervantes, instituci¨®n motora del congreso. Ese cuidado ling¨¹¨ªstico s¨ª lo tiene el castellano, atenci¨®n que en los ¨²ltimos a?os se ha revestido de una pol¨ªtica panhisp¨¢nica que Bernal destaca y que se ha traducido ya en el Diccionario panhisp¨¢nico de dudas y en la futura Nueva gram¨¢tica de la lengua espa?ola que se ha aprobado esta semana en las actividades previas al congreso en Medell¨ªn.
A Molina no se le escapa que la unidad de la lengua tiene una vertiente econ¨®mica. "Un espa?ol internacional tiene ventajas, por ejemplo, en el campo audiovisual, como saben los venezolanos, que venden ahora m¨¢s culebrones tras reducir en ellos la jerga local", ilustra. Otro factor econ¨®mico lo genera la ense?anza. Brasil es un claro ejemplo: tras la aceptaci¨®n del espa?ol como segunda lengua oficial, en los pr¨®ximos a?os se necesitar¨¢n 200.000 profesores. En 10 a?os, se calcula que 50 millones de brasile?os hablar¨¢n el castellano.
Ni qu¨¦ decir que el caso de Brasil y la unidad ling¨¹¨ªstica y sus intersecciones se abordar¨¢n en las sesiones plenarias y, especialmente, en los paneles de un congreso que pondr¨¢ su otro gran foco en analizar all¨ª donde el peso espec¨ªfico del castellano es de manera inquietante menor. Los famosos talones de Aquiles: el lenguaje cient¨ªfico, el ¨¢mbito diplom¨¢tico y el mundo de internet. "Pagamos que somos pa¨ªses muy j¨®venes y que nuestras condiciones socioecon¨®micas no nos han permitido ser potencias en lo tecnol¨®gico, por lo que todo eso en el campo ling¨¹¨ªstico nos llega de prestado", reconoce Bernal. Las cifras lo ratifican: s¨®lo el cinco por mil de las publicaciones cient¨ªficas son en castellano, frente al once por mil en el caso franc¨¦s, que tiene tres veces menos parlantes. El dominio del nomencl¨¢tor anglosaj¨®n y el cyberespanglish completan el cuadro.
"Hay que pedir militancia al cient¨ªfico y al pol¨ªtico; en esos campos se pasa con pasmosa facilidad al ingl¨¦s y deber¨ªamos compatibilizarlo", apunta el director del Cervantes reclamando tambi¨¦n implicaci¨®n para ayudar a contrarrestar el d¨¦ficit. "No se trata de una obligaci¨®n sino de un derecho. Si alguien se considera perteneciente a una lengua y una cultura deber¨ªa ayudar a manifestarlo". Un chequeo de mucho compromiso.
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