El maestro volvi¨® a coger el boli negro
Con bol¨ªgrafo negro, el mismo color que utiliz¨® para corregir las cuartillas holandesas escritas a m¨¢quina del original hace 40 a?os, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez anot¨® los en¨¦simos y ¨²ltimos cambios para la edici¨®n conmemorativa de Cien a?os de soledad con la que la Real Academia Espa?ola (RAE) y la Asociaci¨®n de Academias de la Lengua obsequiaron ayer a su autor por sus 80 a?os. "El acto se celebr¨® a 20 leguas de Macondo", mesura ahora el libro en vez de en "kil¨®metros", mientras ?rsula Iguar¨¢n, esposa de Jos¨¦ Arcadio Buend¨ªa, el fundador de la ciudad, prefiere decir que "nunca se sabe qu¨¦ quieren comer los que vienen" a "forasteros" como los defini¨® en 1967; a la vez, desaparece el ¨²ltimo seseo (un "sirio" por "cirio") de una novela que hab¨ªa estado cargada de ellos. "Son cambios siempre intencionales, de un escritor excepcionalmente celoso con los textos y que indican una b¨²squeda del lenguaje natural y de expresiones m¨¢s profundas", comenta el director de la RAE, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, cabeza visible del equipo de acad¨¦micos que prepar¨® el texto y que cre¨® un cuadro sin¨®ptico con el tratamiento que daban las ediciones m¨¢s fiables de la obra a las erratas y dudas para preguntarle a Gabo. Ante trabajo tan fino, el puntilloso escritor opt¨® por corregir las pruebas.
Los retoques de Garc¨ªa M¨¢rquez son s¨®lo uno de los diversos alicientes que presenta la edici¨®n que, publicada por Alfaguara, ayer sali¨® a la venta con una tirada inicial de casi 500.000 ejemplares. A ellos se a?adir¨¢n los pr¨®ximos d¨ªas los 150.000 ya en la imprenta ante las previsiones de ventas, que se espera superen los 2,6 millones de ejemplares del Quijote, que tambi¨¦n auspici¨® la RAE. El precio: 9,75 euros en Espa?a y unos 10 d¨®lares en Latinoam¨¦rica.
Estos nuevos Cien a?os... cuentan con un impagable ¨¢rbol geneal¨®gico de los Buend¨ªa, as¨ª como un glosario con t¨¦rminos y locuciones empleados en la obra y un ¨ªndice onom¨¢stico. La guinda la ponen los textos preliminares, donde destaca un fragmento de Historia de un deicidio, brillante estudio que su autor, Mario Vargas Llosa, no quiso reeditar durante a?os tras pelearse con el Nobel colombiano. ?lvaro Mutis asegura sacr¨ªlegamente en un brev¨ªsimo retrato que la obra de su amigo "m¨¢s acabada y perfecta sigue siendo El coronel no tiene quien le escriba". Carlos Fuentes rememora el momento en que Gabo tuvo el chispazo de la novela, que les pill¨® viajando juntos en coche. H¨¢bil en la disecci¨®n, Garc¨ªa de la Concha destaca la voz po¨¦tica de un narrador a quien "le basta un calificativo para producir una imagen llena de resonancias". Claudio Guill¨¦n, que falleci¨® al poco de entregar su estudio, da muestras de su inteligencia iconoclasta: afirma que el relato es superior a la historia que comunica la novela; que en ¨¦sta no hay circularidad como dicen los expertos, sino nutriente reiteraci¨®n y que la de Gabo no es literatura fant¨¢stica sino imaginativa.
La edici¨®n conmemorativa s¨®lo estar¨¢ a la venta tres a?os, dejando a partir de 2010 a los 69 personajes y seis generaciones de la obra sumidos de nuevo en cien a?os de soledad.
Babelia
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