La UPV se enfrenta el jueves a una nueva huelga estudiantil contra el Proceso de Bolonia
Los convocantes critican la carga excesiva de trabajo, el precio de las maestr¨ªas y la falta de recursos
La Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) vivir¨¢ por segundo a?o una huelga general de los estudiantes contra el Proceso de Bolonia, que equipara la educaci¨®n superior en los pa¨ªses europeos. A tres a?os de la culminaci¨®n de la adaptaci¨®n al Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior (EEES), los sindicatos estudiantiles critican la carga excesiva de trabajo propuesta, la carest¨ªa de los cursos de posgrado y la falta de infraestructuras y personal para desarrollarlo adecuadamente. Las organizaci¨®nes convocantes del paro aseguran que no critican tanto la metodolog¨ªa como su modo de aplicaci¨®n.
Ikasle Abertzaleak (IA), el sindicato estudiantil mayoritario en la UPV, asegura que la huelga es una "respuesta un¨¢nime y contundente a un proceso que no se va a poder desarrollar por simple imposici¨®n", seg¨²n su portavoz, Gorka Zozaia. Reconoce IA que el EEES introduce avances respecto al modelo actual, pero rechaza que sea la ¨²nica manera de impulsar una renovaci¨®n pedag¨®gica. Frente a su discurso pol¨ªtico ante la anterior huelga general -celebrada en noviembre de 2005 en todos los pa¨ªses europeos-, esta vez IA se centra en se?alar los primeros s¨ªntomas de las reformas: "Los estudiantes trabajan m¨¢s de cuarenta horas a la semana para completar los cr¨¦ditos a un ritmo fren¨¦tico que los ahoga. Los m¨¢ster, cuyas tasas son desorbitadas, van a ser imprescindibles para tener un t¨ªtulo superior", indica Zozaia.
El grupo independiente que lidera el Consejo de Estudiantes de Sarriko -el centro con m¨¢s alumnos de la UPV- considera buena la nueva metodolog¨ªa, pero se sumar¨¢ a la huelga para denunciar la falta de medios en la UPV. "No hay aulas ni profesores para crear los grupos reducidos que exige el sistema europeo", se?ala Jorge Macho, tesorero del Consejo, quien cree que el ritmo de aplicaci¨®n del proceso est¨¢ siendo muy precipitado.
Eraldatu, antigua Izquierda Universitaria -tercer sindicato m¨¢s votado en toda la universidad y uno de los m¨¢s opuestos al EEES-, al contrario que el a?o pasado, no se sumar¨¢ a la huelga porque considera que no se dan las condiciones necesarias para una protesta de tal envergadura, tales como un alumnado informado y un movimiento estudiantil fuerte.
Tampoco lo har¨¢ La Voz del Estudiante, organizaci¨®n independiente al frente del Consejo de Estudiantes de la Escuela Superior de Ingenier¨ªa. "No se puede parar el proceso, por lo que nos centramos en problemas concretos. Rechazamos la politizaci¨®n del proceso: hay quien usa Bolonia para acercar al alumnado a su ideolog¨ªa", afirma su secretario, Jos¨¦ Luis Sanz.
El EEES sustituye la clase magistral por nuevas modalidades docentes que exigen una mayor implicaci¨®n por parte del alumnado, pero Sanz cree que en la UPV no se ha hecho m¨¢s que "cambiar el nombre a la clase te¨®rica de siempre". Destaca el "descontrol" en la planificaci¨®n de las asignaturas, que dificulta compatibilizar estudios y trabajo.
El Consejo de Estudiantes del centro de San Mam¨¦s est¨¢ especialmente inquieto por la previsible desaparici¨®n de la Ingenier¨ªa Industrial, a la que sustituir¨¢n ingenier¨ªas especializadas de cuatro a?os. "No salimos rentables, pero la universidad tiene que formar, no rentabilizar", subraya Sanz. Que los estudios se enfoquen para satisfacer las demandas de las empresas es una queja recurrente. "Se nos preparar¨¢ como un mero producto", sostiene Macho. Zozaia a?ade que, "en vez de fomentar el libre pensamiento, los estudios estar¨¢n encaminados al mundo laboral", y denuncia que la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) y "otros actores muy definidos del mundo empresarial" est¨¢n detr¨¢s del proceso de convergencia. Frente a este modelo, reclama un gran debate en cada facultad, con el que consensuar un modelo que permita avanzar.
El vicerrector de Alumnado, Xavier Etxague, rechaza hacer una valoraci¨®n sobre la huelga, pero se?ala que el alumnado dispone de cauces para plantear quejas y debatir en los ¨®rganos de gobierno de la universidad. Considera imprescindible adherirse a Bolonia para ser una universidad significativa e insta a quienes se oponen a presentar "una alternativa universitaria, competitiva y atractiva". "Los nuevos modelos pedag¨®gicos responden mejor a las necesidades actuales, porque introducen las competencias y habilidades que demandan las empresas", a?ade.
Etxague destaca que el ratio profesor-alumno de la UPV es adecuado, que las reformas de los campus permitir¨¢n implantar las nuevas modalidades docentes, y se muestra abierto a analizar si la carga de trabajo es excesiva y ajustarla. "Pero es natural que en estos procesos aparezcan resistencias y, ante ¨¦stas", concluye, "hay que convencer y sumar voluntades".
D¨¦ficit de informaci¨®n
A escasos d¨ªas de tener que decidir si secundan o no la huelga convocada, tres alumnas, preguntadas por el proceso de Bolonia, coinciden en la misma cr¨ªtica: apenas tienen informaci¨®n sobre las reformas que est¨¢ impulsando y les preocupa que con el nuevo sistema de cr¨¦ditos la carga de trabajo sea excesiva.
Luc¨ªa Vara, estudiante de Ingenier¨ªa, es tajante: "Estoy en contra de Bolonia. No me gusta el sistema que impone. Prefiero estudiar para un examen fina,l porque lo contrario supone demasiado trabajo". Sin embargo, cree que no podr¨¢ hacer huelga porque en su clase ni se suele plantear la posibilidad, ya que los profesores no acceden a recuperar las horas de clase perdidas.
Lo mismo le ocurre a Silvia Garc¨ªa, estudiante de quinto de Medicina en la Unidad Docente del Hospital de Cruces. "Si toda la clase par¨¢ramos, me lo pensar¨ªa, pero no creo que se haga porque los estudiantes no ven la huelga como una reivindicaci¨®n, como un derecho, sino como algo que nos va a hacer perder horas de clase", sostiene. Reconoce no haber recibido informaci¨®n m¨¢s que "por alg¨²n cartel y los comentarios de algunos profesores, que prev¨¦n que con Bolonia se reducir¨¢ el temario". No se atreve a posicionarse, aunque le preocupa que "la actitud m¨¢s activa que se le exige al alumnado conlleve mucha m¨¢s dedicaci¨®n". Cuestiona, adem¨¢s, que haya medios suficientes para realizar m¨¢s clases pr¨¢cticas.
Mireia Quintana estudia Publicidad en una facultad, la de Ciencias Sociales y de la Comunicaci¨®n, en la que habitualmente las aulas se vac¨ªan en todas las protestas. Votar¨¢ a favor de la huelga porque, aunque reconoce no estar al tanto de las consecuencias del EEES, est¨¢ "en contra de los procesos de convergencia europea" y le preocupa la posibilidad de que algunas asignaturas se vayan a impartir en ingl¨¦s.
CRONOLOG?A DEL PROCESO DE BOLONIA
Junio de 1999. Veintinueve pa¨ªses europeos, incluida Espa?a, fijan los objetivos b¨¢sicos para la creaci¨®n del Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior (EEES), en la llamada Declaraci¨®n de Bolonia.
2004. La UPV empieza a formar a su profesorado e introduce varias clases piloto.
2006. En diciembre, el Ministerio de Educaci¨®n presenta su propuesta para elaborar el cat¨¢logo de titulaciones. La UPV oferta las primeras 13 maestr¨ªas oficiales. Las organizaciones estudiantiles convocan varias huelgas contra Bolonia.
2008-2009. El calendario fijado por el ministerio fija que estos a?os comenzar¨¢n a impartirse los t¨ªtulos de grado adaptados.
2010. El sistema educativo tendr¨¢ que estar completamente adaptado al EEES.
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