El largo viaje a La Fenice

Apenas hubo tiempo para disfrutar de Venecia. Los m¨²sicos de la joven Orquestra de la Comunitat Valenciana llegaron justo para ensayar en el magn¨ªfico teatro de La Fenice minutos antes del concierto. El vuelo de Valencia parti¨® casi tres horas m¨¢s tarde porque hubo que reorganizar la bodega del avi¨®n para que cupiesen las enormes cajas de los contrabajos y la tuba. Otra horita larga en Venecia a la espera esta vez de recoger maletas y algunos instrumentos. Algunos de ellos llegaron tocados de tanto traj¨ªn.

"?Ahora no tendr¨¢n que ir los instrumentos hasta la ciudad en g¨®ndola?", se preguntaba para pasar el rato un m¨²sico con aspecto cansado. Llevaban casi nueve horas de viaje. Una violista americana de origen japon¨¦s y una chelista coreana de la orquesta valenciana no dejaban de cliquear sus c¨¢maras digitales. Era la primera vez que estaban en Venecia y flipaban, a pesar del agotamiento, el hambre que apretaba y las brumas que envolv¨ªan los canales.

Tambi¨¦n fue ayer la primera vez que la prometedora formaci¨®n del Palau de les Arts sal¨ªa de Espa?a y lo hac¨ªa para actuar en uno de los escenarios m¨¢s conocidos del mundo. El vuelo charter fletado por la Generalitat transport¨® a unas 140 personas, entre el centenar de m¨²sicos, t¨¦cnicos y periodistas. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps (que lleg¨® en vuelo regular) aprovech¨® para anunciar un nuevo acuerdo de colaboraci¨®n con La Fenice, en virtud del cual ambos teatros programar¨¢n de forma conjunta hasta el 2011 (¨®peras de Martin i Soler y venecianas).

El peri¨®dico local Il Gazzettino informaba de la actuaci¨®n y sobre todo destacaba la direcci¨®n de Lorin Maazel. El maestro americano y titular de la orquesta tiene mucho predicamento en la bonita sala de La Fenice, donde se encarg¨® de su reinauguraci¨®n hace unos pocos a?os con la Traviata. Anoche volvi¨® a triunfar.

"Gracias a Lorin Maazel por su compromiso. He venido a Venecia para decir gracias", afirm¨® Camps bajo una fastuosa l¨¢mpara de cristal en un sal¨®n del teatro veneciano. Gracias que devolvi¨® el cotizado director antes de recordar su estrecha relaci¨®n con La Fenice.

Se hab¨ªa vendido casi todo el aforo, de 1.100 personas, de la sala. El programa, que inclu¨ªa obras de Britten, Ravel, Espl¨¢ y Debussy, ya hab¨ªa sido interpretado en el Palau de les Arts de Valencia.

Los m¨²sicos, al final, pudieron descansar s¨®lo un rato en los lujosos hoteles contratados -"a muy buen precio"-, seg¨²n apostillaron desde el Palau de les Arts. No obstante, algunos int¨¦rpretes no resistieron la tentaci¨®n de callejear por los alrededores de La Fenice y mostraban gestos de contrariedad por el tute que se hab¨ªan dado. Para no repetir.

A pesar de todo, la orquesta recibi¨® prolongados y calurosos aplausos, adem¨¢s de algunos "bravos", al t¨¦rmino del concierto, gracias sobre todo a la brillante interpretaci¨®n de Daphnis et Chloe. El p¨²blico insisti¨® y Maazel, el principal protagonista de la noche, regalo como bis el segundo movimiento de esta suite de Ravel. Y seg¨²n dijo, por que la pieza revela la "excelencia de la orquesta".