El mundo de ZP

Es evidente que el mundo del pol¨ªtico no coincide necesariamente con el de la calle, y de ah¨ª que en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados crezca el hast¨ªo, el distanciamiento y la desconfianza popular hacia los profesionales de la vida p¨²blica. En ese sentido, fueron reveladoras las contestaciones fr¨ªas y de manual que el jefe del Gobierno dio a los ciudadanos que le interrogaron durante dos horas el martes, en el programa en directo emitido por La Primera de TVE titulado Tengo una pregunta para usted. Zapatero sali¨® vivo del encierro, lo que no es poco habida cuenta que era un formato in¨¦dito en Espa?a tras su ¨¦xito en Francia. Pero desde luego no brill¨®. No cometi¨® errores de bulto - el precio medio de un caf¨¦ en bares de toda Espa?a fluct¨²a lo suficiente como para cubrir su respuesta-, dio la impresi¨®n de conocer en general los temas, pero exhibi¨® una exagerada verborrea de leyes y de optimistas cifras macroecon¨®micas (probablemente poco digeribles para los interrogadores) y escasa naturalidad, a pesar de recurrir al tuteo como gesto de acercamiento.

Si hubo un triunfador fue RTVE por el acierto de implantar este formato, que tendr¨¢ una segunda edici¨®n, probablemente el pr¨®ximo d¨ªa 16 de abril, con el l¨ªder del PP, Rajoy. La audiencia lo dice todo: cerca de seis millones de personas lo vieron. Y buena parte del m¨¦rito corresponde a Lorenzo Mil¨¢, quien actu¨® como un presentador anglosaj¨®n, alejado de los respetos reverenciales que la prensa de este pa¨ªs suele muchas veces tener con las figuras p¨²blicas.

El momento ¨¢lgido fue cuando un agente inmobiliario navarro, tras lamentarse de que las "estad¨ªsticas macroecon¨®micas" expuestas no imped¨ªan que ¨¦l tuviera dificultades para llegar a fin de mes, le pregunt¨® por el precio de un caf¨¦ y Zapatero contest¨®: "80 c¨¦ntimos". "?Eso era en tiempos del abuelo Pachi!", le replic¨®. Es en los asuntos personales, a pie de calle, donde el jefe del Gobierno estuvo envarado, negado para hacer llegar su discurso incluso cuando tuviera argumentos para sostenerlo. Result¨® torpe iniciar la respuesta a una pregunta de la hija de un amenazado de ETA con el elogio a la bonanza econ¨®mica. Pero en cambio fue rotundo y sensato cuando afirm¨® que jam¨¢s apoyar¨ªa llevar a Aznar al Tribunal Penal Internacional por eventuales responsabilidades en la guerra de Irak. Deber¨ªan tomar buena nota y ejemplo de ello otros dirigentes pol¨ªticos.