Diputaci¨®n cede el edificio y el Consell arregla la facultad cat¨®lica de Medicina
La Generalitat sufraga con 900.000 euros la rehabilitaci¨®n del centro universitario
El Consell justific¨® hace siete d¨ªas la entrega de una facultad de Medicina a la Universidad Cat¨®lica de Valencia con el argumento de que a la Generalitat "no le costaba dinero". Las cosas no parecen exactamente as¨ª. Los presupuestos del Gobierno valenciano han destinado 900.000 euros en los dos ¨²ltimos a?os a la rehabilitaci¨®n de San Carlos Borromeo, el edificio hist¨®rico del centro de Valencia donde se erigir¨¢ la facultad. Pero la universidad dependiente del arzobispado recibi¨® antes una contribuci¨®n p¨²blica m¨¢s decisiva. El inmueble de San Carlos y los terrenos que servir¨¢n para ampliar la facultad eran propiedad, al menos en parte, de la Diputaci¨®n de Valencia, que los cedi¨® al arzobispado a finales de los a?os noventa.
La Diputaci¨®n dijo en los ochenta que el arzobispo se arrogaba algo "que jam¨¢s tuvo"
La corporaci¨®n provincial, gobernada por el PP, acept¨® entonces un trato con el arzobispado que los socialistas hab¨ªan rechazado en los ochenta y que la diputaci¨®n franquista de los setenta no se molest¨® en contestar.
Para entender el proceso hay que saltar atr¨¢s en el tiempo. Al a?o 1868, cuando el Hospital Provincial que exist¨ªa sobre esos terrenos -localizados, aproximadamente, entre la avenida de Guillem de Castro, la calle de Quevedo y la calle del Hospital- pas¨® a ser propiedad de la Diputaci¨®n de Valencia. El centro sanitario funcionaba all¨ª. Anejo a ¨¦l hab¨ªa un antiguo convento y una iglesia. El convento comunicaba con el hospital. No s¨®lo eso: buena parte del convento funcionaba de hecho como una zona del hospital. La corporaci¨®n provincial lo consideraba suyo y nadie, por aquellos d¨ªas, parec¨ªa ponerlo en cuesti¨®n.
Pasaron los a?os. El hospital dej¨® de funcionar y fue trasladado a su actual ubicaci¨®n, en la avenida del Cid. En los a?os sesenta, el arzobispado de Valencia ya hab¨ªa hecho su primer movimiento: inscribir a su nombre varias fincas del entorno hospitalario. Casi todas reca¨ªan en la calle de Quevedo.
La inscripci¨®n se realiz¨® mediante una certificaci¨®n administrativa basada en la "posesi¨®n inmemorial". Fuentes del Registro de la Propiedad aseguran que eso no es ninguna novedad. Se trata de una v¨ªa de inscripci¨®n que no utiliza solamente la Iglesia. El problema surgi¨® cuando se supo que la mayor parte de esos terrenos ya constaban en el registro. A nombre de la Diputaci¨®n. La inscripci¨®n se hab¨ªa realizado en la d¨¦cada de los cuarenta. La anterior hab¨ªa sido destruida, como muchos otros documentos, durante la Guerra Civil.
Pas¨® el tiempo. En 1974, el arzobispado solicit¨® por primera vez deslindar las propiedades p¨²blicas y eclesiales. Hizo su oferta. La corporaci¨®n provincial respondi¨® con el silencio. Y el arzobispado tuvo que esperar una nueva ocasi¨®n, que lleg¨® en 1986, con una Diputaci¨®n democr¨¢tica y gobernada por los socialistas.
La Iglesia repiti¨® su propuesta. El servicio de Patrimonio de la corporaci¨®n estudi¨® el caso. Elabor¨® un informe. En ¨¦l se afirmaba: "Parece indubitado que el arzobispo se ha arrogado una titularidad que jam¨¢s ostent¨®". Patrimonio estableci¨® que el arzobispo pod¨ªa considerarse propietario de la Iglesia de San Carlos Borromeo y del "claustro anejo a la misma".
Esa iglesia de dimensiones reducidas permanece levantada hoy junto al edificio de San Carlos Borromeo. Los obreros que trabajan para rehabilitarlo y convertirlo en una facultad tienen vedado entrar en ella.
El arzobispo rechaz¨® la oferta socialista y la Diputaci¨®n aprob¨® emprender acciones legales para aclarar su titularidad que nunca llev¨® a cabo.
Llegamos a los a?os noventa. El PP ha alcanzado el gobierno de la Diputaci¨®n. El arzobispado plantea por tercera vez su solicitud. El clima es otro. El servicio de Patrimonio elabora nuevos informes. Iglesia y Corporaci¨®n negocian.
El resultado es conocido. Diputaci¨®n renuncia al edificio de San Carlos Borromeo y a un solar anexo. A cambio, el arzobispado renuncia a otros solares recayentes sobre la calle de Quevedo. Los mismos sobre los que en los a?os ochenta el servicio de Patrimonio de la corporaci¨®n hab¨ªa considerado "indubitado" que la Iglesia se arrogaba "una titularidad que jam¨¢s ostent¨®".
El inmueble y el edificio de San Carlos pasaron m¨¢s tarde a ser propiedad de la Fundaci¨®n de la Universidad Cat¨®lica de Valencia. Fuentes del centro privado aseguraron ayer que, a pesar de ser m¨¢s o menos lo mismo, se lo compraron al arzobispado. No informaron, en cambio, de cu¨¢nto les cost¨®.
Protestas de los estudiantes
La reacci¨®n en general discreta de los estudiantes ante la decisi¨®n del Consell de crear una segunda facultad de Medicina en la ciudad de Valencia bajo titularidad de la Universidad Cat¨®lica de Valencia ha tenido algunas excepciones.
Una de ella la mostr¨® hace unos d¨ªas el portavoz del Consejo de Estudiantes de la Universidad Jaume I de Castell¨®n, Richard Merhi. El alumno consider¨® la medida "incomprensible a todos los niveles" en un comunicado. "?Por qu¨¦ no se apuesta por las universidades p¨²blicas a la hora de otorgar algo tan esencial como es una Facultad de Salud? ?Por qu¨¦ han obviado un decreto que paralizaba la concesi¨®n de nuevas titulaciones en la comunidad valenciana? ?Por qu¨¦ se le da a una universidad privada, cuando a lo que se debe converger es a la equidad y a la igualdad de oportunidades socioecon¨®micas de las personas?", a?ad¨ªa.
Merhi apostaba por implantar la carrera sanitaria en la universidad Jaume I.
La castellonense no fue la primera queja de los alumnos. Unos d¨ªas antes, la Federaci¨®n Valenciana de Estudiantes consider¨® el acuerdo del Consell "un grave ataque a la universidad p¨²blica". La federaci¨®n reclamaba, adem¨¢s, un aumento de las plazas de nuevo ingreso en la carrera de Medicina en los centros p¨²blicos, que este curso se quedaron en 353.
El secretario de Educaci¨®n del PSPV, Miguel Soler, critic¨® ayer, por otro lado, la "improvisaci¨®n" y el "criterio arbitrario" con el que, en su opini¨®n, est¨¢ manejando el Consell el caso de las facultades de Medicina. Soler tild¨® de "falso" el apoyo que el vicepresidente V¨ªctor Campos ofreci¨® el jueves a una nueva facultad en Castell¨®n.
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