Los criterios para conceder las becas se revisar¨¢n con la ley de universidades

Rosario Gil se declara esc¨¦ptica. Investigadora desde hace 14 a?os, est¨¢ en el programa Ram¨®n y Cajal en la Universidad de Valencia desde hace tres.

La situaci¨®n de estos cient¨ªficos al finalizar los cinco a?os del programa es ahora de indefensi¨®n, pero la nueva LOU permite contratarles indefinidamente si reciben evaluaciones positivas. "Esto se quedar¨¢ en nada si no hay voluntad para usar la ley, si la universidad no tiene inter¨¦s en apostar por la investigaci¨®n ni le llega dinero para hacer esos contratos, ya que su financiaci¨®n est¨¢ muy vinculada a la docencia", asegura Gil. Cree que la estructura de los campus est¨¢ "excesivamente burocratizada, esclerotizada", y eso har¨¢ muy dif¨ªcil su adaptaci¨®n a ideas como la de tener profesionales dedicados s¨®lo a la investigaci¨®n.

"La reforma ha cambiado unas cuantas cosas que molestaban, pero no ha abordado los verdaderos problemas de la investigaci¨®n en la universidad", sobre todo, "la falta de financiaci¨®n y una inapropiada estructura de poder", asegura.

Carmen Agust¨ªn era bibliotecaria hace 12 a?os, cuando le contrataron para dar clases de Biblioteconom¨ªa y Documentaci¨®n en la Universidad de Zaragoza. Desde entonces, le han ido renovando, siempre con contratos temporales. Ahora concursar¨¢ en un proceso para conseguir un contrato indefinido. La nueva norma dice que las plantillas docentes no pueden tener m¨¢s de un 40% de profesores con contratos temporales (en muchos campus supera el 50% y, en alg¨²n caso, el 70%). Profesora y miembro activo de CC OO, cree que la nueva regulaci¨®n "abre un camino m¨¢s claro a seguir": ayudante, ayudante doctor, contratado doctor, profesor asociado doctor. "Aunque me hubiera gustado una reforma m¨¢s ambiciosa", dice.

Adem¨¢s, se refiere al cambio de m¨¦todos de dar clases que recoge el texto; en el espacio europeo, la ense?anza est¨¢ m¨¢s enfocada en el trabajo del estudiante, dentro y fuera del aula. "Espero que podamos hacer una universidad m¨¢s preocupada por su dimensi¨®n docente".

"Hasta ahora, los profesores s¨®lo promocionaban por la investigaci¨®n y las publicaciones cient¨ªficas", lo que les hac¨ªa, en muchos casos, descuidar sus tareas docentes, asegura Eduardo Angulo (25 a?os), estudiante de Matem¨¢ticas en la Universidad de Cantabria y miembro de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades P¨²blicas. Angulo espera que las medidas contempladas en la reforma de la LOU, como la de crear una carrera en la que los profesores puedan escalar por su trabajo de ense?antes, o la de hacer p¨²blico el resultado de las evaluaciones que obtengan como tales, pueda hacer "que se preocupen un poco m¨¢s por la docencia".

Destaca tambi¨¦n la creaci¨®n de un estatuto con los derechos y deberes de los estudiantes, que a¨²n tienen que negociar con el Gobierno, y de un ¨®rgano de participaci¨®n de los alumnos, pero se queja de que la reforma no vaya acompa?ada de una norma paralela de financiaci¨®n.

"Esta reforma era absolutamente imprescindible porque Espa?a iba con retraso en su adaptaci¨®n al espacio europeo [que har¨¢ homologables las carreras universitarias en todo el continente en 2010]". El franc¨¦s Guy Haug fue uno de los asesores que particip¨® directamente en la gestaci¨®n del espacio europeo de universidades.

Para ¨¦l, lo m¨¢s importante que introduce el nuevo texto de la LOU es "la claridad". "Por fin se les dice a las universidades en qu¨¦ direcci¨®n tienen que hacer sus reformas para adaptarse al marco europeo". La evaluaci¨®n de las universidades es fundamental para conseguir esa homologaci¨®n de t¨ªtulos en toda Europa, destaca, y cree que los sistemas de garant¨ªa de calidad est¨¢n recogidos en la reforma. La Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y Acreditaci¨®n (ANECA) se convierte en agencia estatal, pero a¨²n no est¨¢ claro si el papel que tendr¨¢ ir¨¢ m¨¢s all¨¢ de crear los criterios para hacer unas evaluaciones que har¨ªan las propias universidades.