La paradoja del rododendro
Un arbusto amenazado por la sequ¨ªa en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica se convierte en una plaga que coloniza los bosques de Inglaterra
?Una especie amenazada puede ser una amenaza? S¨ª. El rododendro mediterr¨¢neo corre el riesgo de desaparecer de los bosques de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica por la sequ¨ªa, pero se ha convertido en una plaga en Reino Unido, Irlanda, B¨¦lgica y Francia gracias a la humedad atl¨¢ntica. El Rhododendron ponticum baeticum, un arbusto que puede alcanzar hasta siete metros de altura, est¨¢ en clara regresi¨®n en sus h¨¢bitats naturales de las sierras de Monchique (Portugal) y Los Alcornocales (C¨¢diz y M¨¢laga). "Es una poblaci¨®n envejecida que no se est¨¢ regenerando, la mortalidad de las plantas es del 100% a pesar de que germinan", expone Teodoro Mara?¨®n, uno de los tres investigadores del CSIC y la Universidad de Sevilla que han elaborado un estudio de la especie, publicado en el n¨²mero de marzo del Journal of Biogeography.
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En la naturaleza es dif¨ªcil encontrar alg¨²n ejemplar que tenga entre dos y tres a?os, de ah¨ª que se haya incluido en el Libro Rojo de la Flora Silvestre Amenazada de Andaluc¨ªa como una especie en peligro de extinci¨®n y que los expertos como Mara?¨®n reclamen un programa de cultivo en viveros para garantizar su supervivencia en los a?os cr¨ªticos. Pero el rododendro mediterr¨¢neo emigr¨® en el siglo XVIII hacia el norte de Europa. Su flor p¨²rpura debi¨® de engatusar a alg¨²n aventurero brit¨¢nico que regres¨® a las islas con la semilla en el equipaje. Los ingleses apreciaron el valor ornamental del arbusto, que a su vez agradeci¨® las nuevas humedades multiplic¨¢ndose por doquier. De jardines y parques salt¨® a bosques cercanos. "A diferencia de lo que ocurre en Espa?a, all¨ª tiene un ¨¦xito tremendo gracias a la humedad y se produce una invasi¨®n biol¨®gica", explica el bi¨®logo Mara?¨®n.
En la segunda mitad del siglo XX, la planta comenz¨® a ser una maldici¨®n. En puridad cient¨ªfica: una plaga. "Tiene un problema a?adido por las sustancias t¨®xicas de las hojas con las que se protegen de los herb¨ªvoros y que durante el tiempo que permanecen en la hojarasca no permiten crecer nada en el suelo", aclara el experto.
En Reino Unido, donde es m¨¢s acusada su expansi¨®n, han dise?ado planes de control, que contemplan desde el uso de herbicidas al corte de las plantas. He ah¨ª la paradoja, seg¨²n Mara?¨®n: "En Europa se emplean recursos p¨²blicos en proteger poblaciones nativas en el sur y en eliminar la especie en el norte".
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