La generaci¨®n de residuos peligrosos se dispara hasta las 390.000 toneladas anuales

El Gobierno no logra detener el crecimiento de los residuos peligrosos, que ya superan las 390.000 toneladas anuales, seg¨²n el ¨²ltimo informe. El Departamento de Medio Ambiente, que a finales de la d¨¦cada pasada se fij¨® el objetivo de estabilizar la generaci¨®n de estos desechos en 300.000 toneladas al a?o, admite que es necesario insistir en esa meta, pero atribuye el aumento al crecimiento de la econom¨ªa. Los ecologistas ven "il¨®gico" el aumento cuando hay un mayor peso del sector servicios frente al industrial y cree que todav¨ªa hay una parte de residuos t¨®xicos incontrolados.

La cifra de residuos peligrosos generados en Euskadi no para de crecer desde 2001, pese a que el objetivo marcado por el Departamento de Medio Ambiente desde finales de la d¨¦cada pasada, era estabilizarlos en las 300.000 toneladas anuales. Sin embargo, esta cifra siempre ha sido rebasada: 322.000 toneladas en 2000, 320.000 en 2001, 322.000 en 2002, casi 350.000 en 2003 y 390.898 en 2004, el ¨²ltimo a?o del que se disponen de datos oficiales.

Estos desechos se agrupan en una veintena de productos, desde los generados por las empresas sider¨²rgicas, qu¨ªmicas o textiles, a las pinturas, residuos de construcci¨®n o ropas de protecci¨®n. Medio Ambiente atribuye su gran incremento -un 13% respecto a 2003 y un 34% en comparaci¨®n con 1994, cuando se registraron 290.000 toneladas- a la mayor actividad industrial y al puro crecimiento de la econom¨ªa vasca. "Todos los a?os, viendo el PIB, sabemos d¨®nde est¨¢ la generaci¨®n de residuos t¨®xicos", aseguran fuentes de la consejer¨ªa. "Son inercias que requieren mucho tiempo para modificarlas".

El plan ambiental del Gobierno, puesto en marcha en 2002 y con 40 compromisos que deben cumplirse hasta 2020, establece para el pasado ejercicio de 2006 el objetivo de generar 321.000 toneladas de residuos t¨®xicos, una meta que ya parece imposible de alcanzar.

Medio Ambiente admite que es necesario ahondar en las pol¨ªticas de minimizaci¨®n de estos residuos, pero destaca por el lado positivo que ahora "todos son gestionados adecuadamente" y no existe ninguna l¨ªnea de ellos sin control. "Tenemos gestores de residuos que son un referente a nivel del Estado". En 1994, el 28% de los residuos t¨®xicos estaban incontrolados y, seg¨²n los datos oficiales, a partir de 1998 no ha vuelto a darse esta situaci¨®n. En 2004 se ha "valorizado" (reutilizado) el 55% del total, con lo que se ha cumplido el objetivo del 51% marcado para 2006. El 45% restante es eliminado.

Otros tratamientos

Los ecologistas mantienen sus cr¨ªticas sobre la gesti¨®n de estos desechos. Ekologistak Martxan, el principal colectivo verde vasco, ve "il¨®gico" el gran aumento, cuando el sector industrial pierde importancia frente a los servicios, seg¨²n indica un portavoz. A su juicio, tambi¨¦n es discutible que s¨®lo haya dos salidas: la valorizaci¨®n y la eliminaci¨®n. "Hay algunos productos que hay que almacenarlos a la espera de que salgan tratamientos m¨¢s respetuosos, como se ha hecho con los suelos contaminados". El portavoz de Ekologistak Martxan considera "sorprendente" que los desechos t¨®xicos o se eliminen o se valoricen y no haya dudas del tratamiento de determinados productos.

Los ecologistas mantienen que desechos como trapos, absorbentes, filtros o envases contaminados se mezclan habitualmente con otros residuos inertes y son depositados en vertederos y escombreras. Adem¨¢s, sostienen que hay una parte que sigue sin ning¨²n tipo de control, debido "al deficiente sistema de gesti¨®n y vigilancia". Ekologistak Martxan cree, incluso, que la cifra de 390.000 toneladas puede ser a¨²n mayor.

"Aunque no llegamos a todas las instalaciones, no es habitual el vertido de sustancias no permitidas", sostiene la consejer¨ªa de Medio Ambiente. "No ha habido ning¨²n caso en los ¨²ltimos a?os".

El plan de gesti¨®n de residuos peligrosos, con vigencia entre 2003 y 2006, contemplaba inversiones de 80 millones de euros para mantener las infraestructuras existentes y construir otras nuevas, costeadas por las empresas privadas. Entre ellas, los centros de descontaminaci¨®n de veh¨ªculos, que han sustituido a los cl¨¢sicos desguaces desde 2004, plantas de reciclaje de zinc e instalaciones de aprovechamiento de combustible sobrante.