Contra la crispaci¨®n, reflexi¨®n
Un estudio de la Fundaci¨®n Alternativas concluye que el actual clima de enfrentamiento pol¨ªtico responde a una estrategia deliberada del PP
"En el lenguaje natural, la crispaci¨®n no es m¨¢s que una contracci¨®n o irritaci¨®n pasajera de algunos tejidos o del sistema nervioso; as¨ª decimos que alguien ten¨ªa el rostro crispado o que su sola presencia crispa los nervios. Son estados temporales. [...] Pero la estrategia de la crispaci¨®n es otra cosa, permanente y deliberada. Se refiere tanto a la aspereza de las f¨®rmulas utilizadas por algunos actores pol¨ªticos como a la concentraci¨®n de la agenda pol¨ªtica en torno a temas sobre los que, habitualmente, existe alg¨²n tipo de consenso para dejarlos fuera del debate pol¨ªtico y de la competici¨®n electoral".
Como un equipo m¨¦dico, 10 investigadores de la Fundaci¨®n Alternativas, apoyados en un consejo asesor integrado por especialistas en las m¨¢s variadas materias, han realizado un chequeo completo a la democracia espa?ola, y su diagn¨®stico un¨¢nime, en forma de voluminoso informe, se present¨® ayer en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid: Espa?a est¨¢ aquejada de crispaci¨®n.
Lo m¨¢s preocupante, seg¨²n el informe, es que la divisi¨®n se empieza a contagiar a la sociedad
No se trata de una enfermedad grave, pues la democracia espa?ola es fuerte y goza de buena salud, tranquiliz¨® el vicepresidente de la fundaci¨®n, Nicol¨¢s Sartorius. Pero presenta s¨ªntomas preocupantes, advirti¨® Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, director del equipo de investigadores, como el hecho de que haya infectado la vida cotidiana de algunas instituciones -en alusi¨®n al Consejo General del Poder Judicial- y est¨¦ empezando a contagiar al conjunto de la sociedad, produciendo divisi¨®n. Y no s¨®lo en Madrid, como se encarg¨® de subrayar el presentador del acto, I?aki Gabilondo.
"La crispaci¨®n es peor que el fuego", subray¨® el cineasta y presidente de la fundaci¨®n, Pere Portabella, "porque no echa humo, no la ves venir". Es decir, que no sube la fiebre hasta que afecta a ¨®rganos vitales.
El origen del virus no admite dudas, para los autores del informe: "El PP ha elegido la estrategia de la crispaci¨®n para hacer oposici¨®n en la legislatura actual. Ello se manifiesta mediante tres caracter¨ªsticas: es una estrategia deliberada (porque cree que le beneficia para sus intereses electorales); se implanta mediante la ausencia total de colaboraci¨®n con el Gobierno en algunos temas que, en buena parte, se corresponden con los que hasta ahora se hab¨ªan identificado como de Estado (lucha contra el terrorismo fundamentalista isl¨¢mico y etarra y estructura territorial del Estado), dando lugar a un enfrentamiento completo; y tono dur¨ªsimo en la cr¨ªtica, que degenera en muchas ocasiones en insultos y ofensas".
"Ello conduce", seg¨²n el estudio, "a una sensaci¨®n de estar permanentemente al borde del abismo, como si el pa¨ªs se encontrase en una encrucijada en la que se jugara su propia supervivencia. En definitiva, una percepci¨®n artificial de alarma social".
Para los investigadores, esta estrategia ha tenido efectos perjudiciales para el Gobierno, ya que ha eclipsado sus logros, en pol¨ªtica econ¨®mica o social, y ha desmovilizado a parte de su electorado, "aunque es muy dudoso que haya beneficiado en el mismo grado a la oposici¨®n. [...] Pero sus costes en t¨¦rminos de calidad de la democracia se han hecho notar con extrema nitidez".
Aunque el informe se presenta a mes y medio de las elecciones municipales y auton¨®micas, Estefan¨ªa asegur¨® que no se trata de un "artefacto electoral" y que el equipo que ha coordinado no parti¨® de ning¨²n apriorismo. Uno de los miembros del Consejo Asesor, el ex ministro socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, dej¨® claro que no se considera equidistante ni imparcial y que la culpa de la falta de consenso no se puede repartir a partes iguales entre Gobierno y PP. "Si uno no quiere, dos no se juntan. Y la culpa no es del rechazado", sentenci¨®.
Como es aconsejable ante cualquier problema m¨¦dico, en este caso se cont¨® con una segunda opini¨®n: la aportada por el director del Abc, Jos¨¦ Antonio Zarzalejos. Pese a elogiar el rigor de los investigadores, sugiri¨® que ¨¦stos han podido sucumbir al mismo mal que denuncian al atribuir la crispaci¨®n "por entero y sin paliativos" a una sola de las partes. Este diagn¨®stico constituye, a su juicio, una muestra de "manique¨ªsmo intelectual", pues el Gobierno ser¨ªa el mayor responsable del problema no s¨®lo por la gravedad de algunas de sus decisiones, sino por haber tratado de inhabilitar al PP como alternativa.
M¨¢s que al PP, Zarzalejos culp¨® a ciertos personajes que intentan dictar su estrategia y concluy¨® cr¨ªpticamente afirmando que "alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que sacar a la luz a quienes mueven los hilos de este gui?ol pol¨ªtico".
La intervenci¨®n de Zarzalejos fue la prueba de que, cuando se cambia la descalificaci¨®n por el argumento, desaparece la crispaci¨®n. Aunque es verdad que el p¨²blico que abarrotaba la sala recibi¨® con un respetuoso silencio sus palabras, mientras que aplaudi¨® a rabiar las de Maravall.
El a?o pr¨®ximo, anunci¨® Sartorius, el equipo de estudiosos volver¨¢ a tomar la temperatura pol¨ªtica a Espa?a. S¨®lo entonces se sabr¨¢ si se trata de un problema cr¨®nico o de un malestar pasajero que se cura con elecciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.