Toda la ciudad en La Rambla
Catalu?a celebr¨® ayer un Sant Jordi festivo y multitudinario, cargado de sorpresas
"Nunca se sabe qu¨¦ puede ocurrir este d¨ªa, ¨¦sa es la magia", aseguraba ayer el historiador Ian Gibson desde la parada en la que firmaba ejemplares de sus Cuatro poetas en guerra (Planeta) en plena plaza de Catalu?a de Barcelona. El d¨ªa de ayer era el del Libro, la festividad de Sant Jordi en Catalu?a, y, contrariamente a lo que afirma el riguroso historiador, ya empiezan a darse unas leyes cl¨¢sicas de la jornada, como ocurri¨® ayer: el centro de Barcelona y su La Rambla, colapsada de gente de buena ma?ana; escuelas que han encontrado la f¨®rmula para sacar un d¨ªa los ni?os a la calle, cinco millones y medio de rosas y unas ventas de libros de 20 millones de euros, que equivalen al 8% de la facturaci¨®n del a?o de las librer¨ªas y que ayer fue "de las mejores de los ¨²ltimos a?os", seg¨²n los libreros catalanes.
Legionarios romanos y el paso de Semana Santa de Leo Bassi animaron la jornada
La novela de intriga hist¨®rica se impuso ayer entre las preferencias de la marea humana, si bien sin un t¨ªtulo demasiado destacado. Quiz¨¢ ese honor se lo llev¨® La sangre de los inocentes, de Julia Navarro (Plaza & Jan¨¦s). Otro destacado fue el best-seller del a?o pasado, La catedral del mar (Plaza & Jan¨¦s), de Ildefonso Falcones, impasible por haber conseguido casi repetir pero "encantado" de que su libro se lea m¨¢s ya en Espa?a que El C¨®digo Da Vinci porque "creo que escribe mal". El tercero en discordia era el veterano Francisco Gonz¨¢lez Ledesma, que la semana pasada desvel¨® que era el Enrique Moriel que ha firmado La ciudad sin tiempo (Destino). A las 11.30, apenas a la media hora de ponerse a firmar, ya hab¨ªa fundido dos bol¨ªgrafos y recibido la petici¨®n m¨¢s temible: que dedicara un libro con los dos nombres. "Con lo que cuesta hacerse un hueco en este oficio", bromeaba quien firm¨® con otro nombre para que no se encasillara su nuevo libro en la novela negra. El pedestal de las estatuas, de Antonio Gala (Planeta) -un ayudante preparando el libro por la p¨¢gina- y la espectacular edici¨®n conmemorativa de Cien a?os de soledad (Alfaguara) fueron otros t¨ªtulos exitosos.
Las obras en torno a la autoayuda y la b¨²squeda de la felicidad coparon las preferencias a la hora de comprar ensayo. Como muestra, los libros del ling¨¹ista y comunic¨®logo Sebasti¨¢n Serrano -El secreto de la felicidad (Books Now)- y Veinte pasos hacia delante (RBA), de Jorge Bucay, el ¨²nico autor que firmaba de pie y que hac¨ªa escoger puntos de libros con aforismos suyos que luego traduc¨ªa como si fuera un tarot.
Los relatos de Sergi P¨¤mies Si et menges una llimona sense fer ganyotes, (Quaderns Crema, en castellano en Anagrama) unos retratos del veterano periodista Josep Maria Espin¨¤s Relacions particulars (La Campana) y el diccionario normativo del catal¨¢n del Institut d'Estudis Catalans fueron lo m¨¢s solicitado en catal¨¢n. Eso y una novela de corte hist¨®rico, El pont dels jueus (Columna), del presentador de la televisi¨®n aut¨®nomica Mart¨ª Gironella. ?l hac¨ªa de puente con los que fueron en verdad dos de los libros m¨¢s vendidos de la jornada, ambos medi¨¢ticos: quiz¨¢ el que m¨¢s, Me voy (Books Now), del actor Pepe Rubianes, y el del programa de s¨¢tira pol¨ªtica de TV-3 Pol¨°nia (Columna).
Cuando Gibson dec¨ªa que pod¨ªa pasar cualquier cosa, se refer¨ªa a que m¨¢s de uno se encontr¨® paseando en la Rambla al presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, con la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fern¨¢ndez de la Vega. ?l le regal¨® La pell freda (La piel fr¨ªa), de Albert S¨¢nchez Pi?ol, y ella a ¨¦l, Viajes por el Scriptorium, de Paul Auster (Anagrama). O a cuatro legionarios romanos y su estandarte, guardia pretoriana que no se despeg¨® de Simon Scarrow, autor de una serie de novelas sobre Roma (Edhasa). O tambi¨¦n al c¨®mico Leo Bassi, de traje pero con una nariz roja de payaso. Se paseaba en un paso estilo Semana Santa, llevado por 10 j¨®venes costaleros. Preced¨ªa la comitiva - "una cruzada laica", dec¨ªa- un muchacho con una pancarta en la que se reproduc¨ªa un texto de Escriv¨¢ de Balaguer: "Libros: no los compres sin aconsejarte de personas cristianas, doctas y discretas. Podr¨ªas comprar una cosa in¨²til y perjudicial". En realidad, Bassi firmaba por vez primera en Barcelona: sus mon¨®logos teatrales reunidos en La revelaci¨®n (Barataria). "Enhorabuena Barcelona, porque en estos tiempos de tantas pantallas, sacar los libros a la calle y convertirlos en fiesta popular es fant¨¢stico", dijo. ?"No defendemos con bastante pasi¨®n el laicismo. Las palabras de Escriv¨¢ son un insulto a mi inteligencia", vociferaba.
Otro debutante era Luis Leante, ¨²ltimo Premio Alfaguara con Mira si yo te querr¨¦. "Me hab¨ªan explicado como era esto, pero no se puede contar. Desde que puse un pie en la calle, me di cuenta de que es algo que hay que vivir aunque sea una vez en la vida". S¨ª, porque puede pasar de todo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.