Un historiador comprometido
Geremek, hijo de un rabino jud¨ªo, sigui¨® una carrera pol¨ªtica en Solidaridad
El historiador Bronislaw Geremek era en los a?os de la dictadura comunista un contacto casi obligado para los enviados especiales que viajaban a Polonia. Brillante analista y certero en sus diagn¨®sticos, Geremek acud¨ªa modesto a las citas en caf¨¦s de Varsovia, donde con paciencia expon¨ªa sus ideas al periodista ignorante que trataba de desentra?ar la complicada realidad polaca en v¨ªsperas del estallido que dio origen al sindicato independiente Solidaridad. A?os despu¨¦s se invirtieron los papeles y era el periodista el que acud¨ªa a un lujoso hotel de Madrid a entrevistar al ministro de Exteriores de Polonia en su condici¨®n de presidente de turno de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa. De por medio, el derrumbe del comunismo y el fin del orden establecido en Europa por la conferencia de Yalta.
Geremek naci¨® en Varsovia en 1932, hijo de un rabino jud¨ªo. Con siete a?os, los invasores alemanes les internaron a ¨¦l y a sus padres en el gueto de la capital polaca, de donde un d¨ªa sacaron al padre para llevarlo al viaje sin retorno que conduc¨ªa al campo de exterminio de Auschwitz. El joven, que fue testigo de los sufrimientos de los jud¨ªos, se salv¨® cuando, junto con su madre, un polaco los sac¨® en 1943 antes de la sublevaci¨®n del gueto, ferozmente reprimida por las fuerzas ocupantes. Sobrevivi¨® a la persecuci¨®n nazi en una aldea polaca y su salvador represent¨® el papel de padre el resto de su vida.
De regreso a Varsovia, en 1950, con 18 a?os, Geremek ingres¨® en el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), en el que milit¨® hasta 1968, y lo abandon¨® tras las persecuciones antisemitas y la invasi¨®n de Checoslovaquia por las fuerzas del Pacto de Varsovia. Mientras tanto, ya hab¨ªa estudiado historia y especializado en la Edad Media, viajado a Francia, donde trabaj¨® en la Sorbona. Vio quebrada su carrera acad¨¦mica en Polonia, el nombramiento para una c¨¢tedra, como castigo por su salida del partido comunista.
Al regreso de una estancia de estudios en Estados Unidos en 1978 se sum¨® al Comit¨¦ de Protecci¨®n de los Obreros (KOR), donde coincidi¨® con otras dos figuras de la oposici¨®n polaca con similares antecedentes de jud¨ªos y comunistas, Jacek Kuron y Adam Michnik.
Cuando estall¨® la huelga del B¨¢ltico todos ellos se sumaron al equipo de asesores de Lech Walesa y de Solidaridad. Como consecuencia de ello, con la declaraci¨®n de ley marcial el 13 de diciembre de 1981 el r¨¦gimen intern¨® a Geremek durante un a?o. En 1983 lo detuvieron de nuevo y las autoridades le sugirieron que abandonase Polonia, posibilidad que se neg¨® a aceptar. En 1985 le expulsaron de su cargo docente en la universidad.
Tras la ca¨ªda del comunismo sigui¨® una carrera pol¨ªtica que le llev¨® a altos cargos. Lech Walesa quiso encargarle la formaci¨®n de Gobierno, pero el plan fracas¨® en parte por prejuicios antisemitas que ya se hab¨ªan manifestado en forma vergonzante en los d¨ªas de asesor del sindicato. Estos prejuicios eran del todo injustificados, porque no lo educaron en la religi¨®n, historia o cultura jud¨ªas.
Con su negativa a someterse a la lustraci¨®n o caza de brujas que pretenden imponer los Kaczynski, Geremek no hace sino mantener la coherencia intelectual que ha caracterizado toda su vida.
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