La par¨¢bola de la marat¨®n
El martes pasado, durante su larga despedida en la Comisi¨®n de Econom¨ªa del Congreso, Manuel Conthe regal¨® a los diputados una par¨¢bola o comparaci¨®n metaf¨®rica que ilumina su displicente concepci¨®n de las normas y personas contra las que, en su opini¨®n, ha tenido que luchar la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores que le ha tocado presidir. Depurada de su relamida oratoria de d¨®mine -esa autocomplacencia en definir la tarea de la Comisi¨®n como rico brocado tejido de gran profesionalidad hasta que fue manchado por consejeros d¨ªscolos, esos refranes estomagantes de sabidur¨ªa fatigada, como el del dedo y la luna-, la comparaci¨®n conthiana dice as¨ª: el comportamiento de Gas Natural, E.ON, Enel y Acciona en el caso Endesa es como si en una marat¨®n dos corredores hubieran permanecido fielmente en la meta esperando la orden de salida (Gas Natural y E.ON) mientras que otros dos (Enel y Acciona) empiezan a correr y, a mitad de trayecto, solicitan su inscripci¨®n en la carrera. Algunas personas creen a pie juntillas que las par¨¢bolas reconstruyen fielmente la realidad; Conthe parece una de ellas. Otras se consideran ungidas con una misi¨®n superior, m¨¢s grande que su responsabilidad profesional; tambi¨¦n es el caso de Conthe. En estas dos distorsiones hay que buscar la explicaci¨®n de la tonante dimisi¨®n de Conthe, que con tan pringoso entusiasmo est¨¢ explotando el Partido Popular.
Est¨¢ fuera de lugar hacer comparaciones para sugerir que Enel y Acciona compitieron de forma desleal o incurrieron en picaresca burs¨¢til
La analog¨ªa con la marat¨®n es extremamente perversa, porque la ley permite que una empresa compre en bolsa acciones de otra que est¨¢ sujeta a ofertas de adquisici¨®n realizadas por otros oferentes. Esto es un hecho incontrovertible, le guste o no a Conthe; por lo tanto, est¨¢ fuera de lugar establecer comparaciones para sugerir que Enel y Acciona compitieron de forma desleal, cometieron acciones desvergonzadas o incurrieron en picaresca burs¨¢til.
Resulta ins¨®lito que el presidente de la CNMV exhiba un desprecio tan notorio por la ley que tiene que aplicar; pero es muy coherente con la trayectoria de decisiones arbitrarias del regulador, algunas directamente al borde de la prevaricaci¨®n, que favorecieron manifiestamente a E.ON. Desde ese punto exacto que marca la par¨¢bola de la carrera, el curso plausible del razonamiento de Conthe es que una ley que permite situaciones injustas debe ser interpretada para corregir los males causados; la interpretaci¨®n debe ser aplicada por un organismo independiente, al margen del Gobierno, y, por lo tanto, la dependencia org¨¢nica que encadena la CNMV a la Subsecretar¨ªa de Econom¨ªa resulta una humillaci¨®n.
El ataque de Conthe contra el positivismo jur¨ªdico es la coartada te¨®rica para demostrar que las normas del mercado requieren de ex¨¦gesis para ser justas y controlar la realidad. Una aplicaci¨®n literal de la ley, dice, siempre resultar¨¢ superada o burlada. Pero ese discurso puesto en boca del presidente de una instituci¨®n de control financiero cobra otro significado posible: el de reclamar para s¨ª la facultad de interpretar la ley. De forma absoluta, personal y sin trabas funcionales. Tal pretensi¨®n es contraria a la naturaleza de la CNMV.
La Comisi¨®n es un organismo de gesti¨®n colegiada que exige, para su buen funcionamiento, el consenso entre una mayor¨ªa de consejeros. El consejo debe aplicar la ley, pero tiene un margen amplio de interpretaci¨®n de las normas si aplica el procedimiento de examen consensuado de todas las decisiones. Pero Conthe decidi¨® jugar a ser el presidente que impone el bien, castiga el mal y debe ser obedecido sin rechistar.
Todav¨ªa hay que a?adir un ¨²ltimo error: el de esconder el fracaso del 2 de abril, el d¨ªa en que el consejo se neg¨® a interpretar la ley para incoar un expediente sancionador a Enel y Acciona, detr¨¢s de la misi¨®n superior, m¨¢s grande que su carrera profesional, de reforzar la independencia de la Comisi¨®n. Est¨¢ convencido de que su exigencia de despedirse entre rayos y truenos ante la Comisi¨®n de Econom¨ªa ha fortalecido al regulador. No hay tal. S¨®lo ha conseguido dar al PP pasto para nuevas truculencias conspiratorias.
Bien mirado, Manuel Conthe no es tan singular. Forma parte de esa mayor¨ªa que nunca se equivoca y que nunca se olvida de denunciar los errores de los dem¨¢s. Incluso cuando no existen. Eso s¨ª, dimite cuando le llevan la contraria as¨ª se hunda el templo con todos los filisteos. Tambi¨¦n es socio destacado de esa vasta cofrad¨ªa que aterrorizaba a Kant: la de quienes toman los sin¨®nimos como explicaciones y las met¨¢foras como verdades.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.