El Madrid exhibe su pegada
El Athletic paga sus graves errores defensivos con una goleada que estimula al equipo de Capello y desanima al de Man¨¦
Los m¨¢s tremendistas auguran un debate inmediato sobre la filosof¨ªa deportiva del Athletic. Ocurre cada vez que el equipo sufre o se desangra. Pero hay un debate anterior. Alguien deber¨¢ explicar alg¨²n d¨ªa qu¨¦ ha pasado con los defensas vascos, ?ad¨®nde se fueron?, ?qu¨¦ fue de ellos?, ?qu¨¦ fue de su agresividad, de su temperamento? No queda nada. Los de ahora, los del Athletic, andan por ah¨ª e imitan a los ¨¢rbitros. Si se fijan, cuando defensas y delanteros se l¨ªan a codazos y empujones en el ¨¢rea ante un c¨®rner o falta, el ¨¢rbitro les recrimina y seguidamente se coloca en su sitio y fija la mirada en el que saca la falta o el c¨®rner. Los defensas del Athletic hacen lo mismo: s¨®lo atienden al que lleva el bal¨®n, al que centra. Y no al que remata, al que est¨¢ a su espalda, al que llega por atr¨¢s, al que se gira. Y no les vale una vez. Ocurri¨® con un saque de Beckham, cuando todos miraron el nuevo peinado del rubio oxigenado y Sergio Ramos cabece¨® en el ¨¢rea peque?a (tanto se sorprendi¨® el sevillano que hasta mir¨® al juez de l¨ªnea por si estaba en fuera de juego). Bueno, pues 25 minutos despu¨¦s, m¨¢s de lo mismo, los defensas del Athletic dejaron solo a Van Nistelrooy, como si de un mindundi se tratara, en el segundo palo para que cabeceara picado un centro de Cicinho, al que Javi Gonz¨¢lez s¨®lo alcanz¨® a ver el n¨²mero de la camiseta. Conclusi¨®n: el Madrid se pase¨®, se gust¨®, se reivindic¨®, se dio un ba?o de autoestima y mantuvo su amenaza sobre el Bar?a.
ATHLETIC DE BILBAO 1 - REAL MADRID 4
Athletic: Aranzubia; Exp¨®sito, Sarriegi, Amorebieta, Javi Gonz¨¢lez; Iraola (Llorente, m. 70), Murillo, Javi Mart¨ªnez, Gabilondo (Yeste, m. 51); Etxeberria (Urzaiz, m. 51) y Aduriz. No utilizados: Lafuente, Garmendia, Luis Prieto y Ustaritz.
Real Madrid: Casillas; Cicinho, Cannavaro, Sergio Ramos, Torres; Emerson, Diarra; Beckham, Ra¨²l (Reyes, m. 87), Robinho (Guti, m. 76); y Van Nistelrooy (Higua¨ªn, m. 61). No utilizados: Diego L¨®pez, Helguera, Pav¨®n y Reyes.
Goles: 0-1. M. 13. Libre indirecto de Beckham que cabecea a placer Sergio Ramos en el ¨¢rea peque?a. 0-2. M. 33. Colada de Cicinho por la banda y su centro lo cabecea absolutamente solo Van Nistelrooy. 0-3. M. 49. Van Nistelrooy a la media vuelta. 1-3. M. 80. Llorente cabecea un centro de Yeste. 1-4. M. 81. Guti resuelve un mano a mano con Aranzubia.
?rbitro:Mu?iz Fern¨¢ndez. Amonest¨® a Cannavaro, Murillo, Urzaiz y Beckham.
Unos 30.000 espectadores en San Mam¨¦s.
El Madrid se pase¨®, se gust¨® y se dio un ba?o de autoestima ante un Athletic desesperado
Los dos detalles y el terremoto defensivo del Athletic no eran un accidente literario, sino que explicaban el partido. El Madrid, bien dirigido por Beckham (con una movilidad impresionante) acusaba la presi¨®n del Athletic pero apelaba al mismo tiempo a su pegada casi infalible. Tres veces lleg¨® al ¨¢rea de Aranzubia y marc¨® dos goles, en la primera mitad. Unas ocho lleg¨® el Athletic y todos sus remates llegaron al primer anfiteatro de la Tribuna Sur.
El Athletic, con raz¨®n, le ofreci¨® al Madrid un partido f¨ªsico, de ida y vuelta, sin descanso, sin desmayo, un partido recio que, a falta de finura, le pon¨ªa con facilidad en el ¨¢rea. Era su ¨²nico partido y lo hizo a la perfecci¨®n. Jugadas al segundo toque, entre gorrazos y pases, que propiciaron una buena dosis de ocasiones al Athletic a base de coraz¨®n. Lo malo es que faltan pies. Aduriz, Etxeberria, Javi Mart¨ªnez e Iraola convirtieron disparos francos en melonadas aut¨¦nticas, por no contar la colecci¨®n de pases o faltas erradas por falta de t¨¦cnica individual.
La sutileza le correspond¨ªa a Van Nistelrooy. El Athletic era una mina para su agudeza mental. Un par de pasitos para atr¨¢s ... y ya estaba solo. Y si est¨¢ solo ya se sabe lo que puede ocurrirle al portero: agacharse hasta la red para devolver el bal¨®n al centro del campo. As¨ª lo hizo a poco de comenzar la segunda mitad, cuando mat¨® el partido con una media volea sin que ning¨²n defensor rojiblanco supiera que andaba por ah¨ª.
El Madrid respondi¨® con goles, con pegada, con habilidad y con calma, a la visceralidad que le propon¨ªa el Athletic. Suele ser la respuesta m¨¢s adecuada. Beckham se erigi¨® en director de orquesta y los dos medios centro (Diarra y Emerson) parec¨ªan dos chicos poderosos, similares a los que en su d¨ªa crey¨® fichar el Madrid. El tercer gol del Madrid mat¨® cualquier asomo de pelea. Man¨¦ movi¨® las piezas porque lo ten¨ªa que hacer (Urzaiz y Yeste, con 0-3); y Capello movi¨® las suyas: retirar a Van Nistelrooy para que la defensa rojiblanca saliera del estr¨¦s y, de paso, La Catedral diera muestras de honradez despidiendo al holand¨¦s con un aplauso de los de antes. Y marc¨® Llorente y Guti se dio el gustazo de marcar con un guante en el pie el cuarto gol. Cuesti¨®n de pegada.
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