Chirac deja el El¨ªseo y promete promover el desarrollo sostenible
Alain Jupp¨¦ declarar¨¢ como testigo por el caso de la alcald¨ªa de Par¨ªs
Jacques Chirac dejar¨¢ hoy la presidencia de la Rep¨²blica francesa a Nicolas Sarkozy. Ayer se despidi¨® de los franceses. "Mis queridos compatriotas de la metr¨®poli, de ultramar y del extranjero", dijo, fiel a su estilo. Y anunci¨® que en el futuro se dedicar¨¢ a promover "el di¨¢logo entre las culturas y el desarrollo sostenible". Poco antes, su primer ministro, Dominique de Villepin, le hab¨ªa presentado su dimisi¨®n y la de su Gobierno.
Poco despu¨¦s de las ocho de la tarde, con el fondo de los jardines del palacio del El¨ªseo, sin gafas, inclin¨¢ndose hacia la c¨¢mara, Chirac apareci¨® en televisi¨®n. Tuvo palabras amables para Sarkozy -"nuestro nuevo presidente"- y record¨® a sus conciudadanos que son "los herederos de una gran naci¨®n, que cuenta en Europa y en el mundo". Les conmin¨® a mantenerse unidos para abordar los cambios que exigen los nuevos tiempos y les record¨® que la diversidad no debe impedirles "poner nuestra marca en el mundo de hoy". Hoy se producir¨¢ la transmisi¨®n de poderes, que incluye la de los c¨®digos secretos de las armas nucleares y tambi¨¦n una serie de ceremonias p¨²blicas en las que participan el presidente saliente y el entrante.
La despedida de Chirac, sin embargo, estuvo precedida por un mal augurio. La polic¨ªa judicial de Nanterre llam¨® a declarar en condici¨®n de testigo al ex primer ministro y fundador de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) Alain Jupp¨¦, en relaci¨®n con el caso de los empleos ficticios del Ayuntamiento de Par¨ªs; el principal asunto de la ristra de irregularidades que rodearon la estancia de Chirac en la alcald¨ªa parisiense durante la d¨¦cada de 1980, que todav¨ªa sigue abierto. El propio Jupp¨¦ ya fue condenado por ello en 2004 a 18 meses de prisi¨®n sin cumplimiento y diez a?os de inhabilitaci¨®n para ocupar cargos p¨²blicos.
A media tarde, como manda la tradici¨®n, Dominique de Villepin hab¨ªa acudido al El¨ªseo para presentar a Chirac su dimisi¨®n como primer ministro y la de su Gobierno. Los dos hombres, que han trabajado juntos durante d¨¦cadas, estuvieron reunidos menos de una hora. Cuando salieron a la puerta llov¨ªa intensamente. Se dieron un largo apret¨®n de manos. Villepin rechaz¨® el paraguas, baj¨® las escaleras y subi¨® al coche oficial.
A partir de ma?ana sus puestos ser¨¢n ocupados, respectivamente, por Sarkozy y Fran?ois Fillon, que ayer segu¨ªan armando el Gobierno que debe tomar posesi¨®n antes del fin de semana. Los rumores sobre la llegada del socialista Bernard Kouchner al Ministerio de Exteriores tomaron m¨¢s fuerza, una vez que se supo que se hab¨ªa reunido largamente con el nuevo presidente y, especialmente, cuando empezaron a lloverle todo tipo de cr¨ªticas desde su partido. El primer secretario socialista, Fran?ois Hollande, se qued¨® a muy poco de acusarle de traici¨®n.
Jupp¨¦ parece perfilarse como el n¨²mero dos del Gobierno a cargo de un gran ministerio que reunir¨ªa Medioambiente, Desarrollo Sostenible, Energ¨ªa y Transportes. Si el n¨²mero de carteras se reduce, Econom¨ªa y Finanzas se divide en dos. Jean-Louis Borloo y Xavier Bertrand, ministros salientes, ser¨ªan los titulares de Estrategia Econ¨®mica, por un lado, y de Cuentas por otro. De las 14 carteras, siete deben ser para mujeres. Por esta raz¨®n, el nerviosismo crec¨ªa en las filas de la UMP. Porque, adem¨¢s de Kouchner, al menos un centrista de la UDF estar¨¢ en el Ejecutivo. Maurice Leroy y Herv¨¦ Morin podr¨ªan ocupar Agricultura y Defensa, carteras por las que pujan grandes barones como Philippe Douste-Blazy o Michel Barnier.
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