Barullo y diversi¨®n

Me he topado con Ricardo Osorio mientras ¨¦l rememoraba una escena de adulterio con la mejor amiga de su mujer. No me ha ca¨ªdo bien el personaje y no s¨®lo porque me ha parecido obscenamente cursi en las escenas de cama o tambi¨¦n cruel y falso desde su atalaya de jefecillo soberbio y vanidoso, sino porque el texto ten¨ªa un aire de sainete y mucho gesto de culebr¨®n. Pero ha sido al continuar leyendo que percib¨ªa que si bien la novela unas veces me expulsaba de su lectura, en otras comenzaba a darme cobijo al ofrecerme hilarantes y absurdas situaciones, pues aunque Recursos humanos resulta en ocasiones de digesti¨®n pesada, en esa voluntad de hacer caricatura de la propia caricatura va emergiendo un texto tan disparatado que atrapa a quien lee, precisamente por sus desmesuradas historias y sus personajes estramb¨®ticos. Hay momentos estelares como el casting de magos en el despacho de Osorio.

Escrita con pericia y de ritmo trepidante, Recursos humanos est¨¢ relatada a tal velocidad que el embarullamiento llega a dominar la escena, tanto que el lector tiene que volver a leer para saber qu¨¦ est¨¢ pasando y d¨®nde, y es precisamente ah¨ª, en el d¨®nde, que se encuentra el mejor hallazgo de esta novela, pues Antonio Garc¨ªa ?ngel (Cali, Colombia, 1972) ha convertido la arquitectura inextricable de la empresa, con dependencias, corredores, s¨®tanos, escaleras y cavidades desconocidas, en las v¨ªsceras de un organismo vivo. S¨ª, el edificio de la extra?a f¨¢brica de dulces y mermeladas es un animal por cuyas venas discurren los empleados. Y as¨ª entre el disparate, el frenes¨ª y el sainete esta lectora entraba y sal¨ªa de Recursos humanos a veces desconcertada pero muchas veces divertida.

Antonio Garc¨ªa ?ngel es autor tambi¨¦n de Su casa es mi casa y obtuvo el Premio Iniciativa Art¨ªstica Rolex, lo que le supuso que Mario Vargas Llosa se convirtiera en su mentor y tutor y que siguiera el proceso de creaci¨®n de esta novela que ahora se presenta.