C¨®moda entre la cultura

"Dieciseis a?os de gobierno del PP han dormido a la ciudad, a pesar de la enorme creatividad y el talento que siempre ha tenido Valencia". Carmen Alborch jugaba ayer en casa y se notaba. No es que los mitines sean precisamente comparables a un partido a domicilio. Pero al ambiente entregado de los simpatizantes que se da por sentado en estas ocasiones se uni¨® la complicidad de buena parte de los asistentes del entorno de la cultura que acudieron al Ateneo Mercantil de Valencia para mostrar su apoyo a la candidata socialista a la alcald¨ªa de la ciudad, ya fueran m¨²sicos, artistas pl¨¢sticos, galeristas, arquitectos, cineastas o escritores.

Alborch estaba ayer en su ambiente y no lo ocult¨®: "Me siento muy afortunada de tener estos amigos y amigas con la esperanza de cambiar la ciudad". Por la sexta planta del Ateneo se dejaron ver el dramaturgo Rodolf Sirera, el ex rector de la Universitat de Val¨¨ncia Ramon Lapiedra, la actriz Rosana Pastor, Carmen Amoraga, finalista del premio Nadal, el ensayista Gustau Mu?oz o el m¨²sico Ximo T¨¦bar. Tambi¨¦n se acercaron el dibujante Calpurnio, el arquitecto Emilio Gim¨¦nez o la pintora Carmen Calvo, entre muchos otros, en acto demasiado distendido para ser un mitin y demasiado intencionado para ser una simple reuni¨®n de amigos, aunque ten¨ªa bastante de ambas cosas.

La candidata record¨® el tiempo que pas¨® con Todol¨ª y reivindic¨® "otra forma de trabajar"

A esta lista se sumaron, a trav¨¦s de una grabaci¨®n, adhesiones de las actrices Pilar Bardem, Marisa Paredes y Concha Velasco, las escritoras Soledad Pu¨¦rtolas, Rosa Reg¨¢s y Susana Fortes, la editora Rosa Serrano o el actor Jos¨¦ Coronado.

Pero de todos los asistentes, el encargado de presentar a Alborch fue Vicent Todol¨ª, el actual director de la Tate Modern Gallery de Londres. La elecci¨®n no ten¨ªa nada de casualidad. La candidata socialista a la alcald¨ªa se abri¨® camino en la pol¨ªtica gracias en buena parte a la gesti¨®n cultural que desempe?¨® en los gobiernos socialistas de Joan Lerma a mediados de la d¨¦cada de los ochenta y principios de los noventa. Y, sobre todo, al hacer del Institut Valenci¨¤ d'Art Modern (IVAM) un referente cultural.

En esa ¨¦poca su mano derecha fue Todol¨ª, una persona que ayer se estren¨® en esto de los mitines: "Hay que conseguir que la ciudad deje de ser un cascar¨®n para que tenga contenido, y por eso espero que Carmen sea elegida". El responsable del museo londinense vendi¨® a Alborch como una persona "ponderada pero capaz de asumir riesgos" y "ut¨®pica y pragm¨¢tica al mismo tiempo". Pero sobre todo, con una gran capacidad: "Saber escuchar y actuar".

La candidata record¨® el tiempo que pas¨® con Todol¨ª y reivindic¨® "otras maneras de trabajar" que son capaces de conjugar "la calidad con la pedagog¨ªa cultural". Y, de pasada, tras rememorar aspectos como la puesta en marcha del IVAM, el Institut Valenci¨¤ de les Arts de l'Espectacle o la restauraci¨®n del edificio del Rialto censur¨® la actitud del PP de echar tierra al legado de la pol¨ªtica cultural socialista. "?C¨®mo se nos intenta callar y borrar?, es una cuesti¨®n de justicia, no de protagonismo", se pregunt¨® Carmen Alborch.

"Empezamos la campa?a con ilusi¨®n y esperanza, pero con el paso de los d¨ªas cada vez nos hemos dado m¨¢s cuenta del cambio urgente que necesita la ciudad", coment¨® la candidata. Para explicar su diagn¨®stico del momento en el que se encuentra Valencia recurri¨® a una conversaci¨®n que tuvo hace poco con un amigo. "Me comentaba que Valencia estaba bostezando y eso es algo que no nos podemos permitir". Para combatir el adormecimiento, la receta de la candidata consiste en que la ciudad despierte, "que vuelva a ser como es: imaginativa y creativa". Y, sin dejar por un momento su terreno, a?adi¨®: "Hay demasiados contenedores culturales que carecen de sentido. Hay que revitalizar la cultura y lo haremos".

"La cultura ha de impregnarlo todo y ha de estar en el coraz¨®n de la pol¨ªtica municipal", indic¨® poco despu¨¦s de dar por concluido el mitin y pasar a saludar a los amigos y conocidos.