Sarkozy

El nuevo presidente franc¨¦s sabe lo que hace. Al gesto ritual y protocolario de poner una corona de flores en la tumba del soldado desconocido ha a?adido la lectura de una carta de un chico de 17 a?os a sus padres, escrita la v¨ªspera de ser fusilado por la Gestapo en 1944. Una carta en la que destaca la cosecha de una muy buena formaci¨®n familiar y afectiva, y un valor que s¨®lo se encuentra en una persona que ha vivido sin odios pero con ideas claras con las que vivir y para las que vale la pena morir.

Y el nuevo presidente, junto a ese dejar las cosas claras del pasado, las sagradas ra¨ªces de la grandeur francesa, asume su compromiso de amistad con Alemania y la construcci¨®n europea.

En este pa¨ªs nuestro en el que he nacido y vivo, nos est¨¢n queriendo convencer de que la mejor manera de vivir es ir unos contra otros. El pasado, como el presente, est¨¢ hecho de luces y sombras. Las ra¨ªces podridas, sabiendo que existen, bien se podr¨ªan dejar como abono bajo tierra.

Saquemos a la luz lo positivo, las ideas, las tradiciones, lo genuino de nuestra personalidad, aquello de lo que nos podemos enorgullecer. Todo pulido y madurado con la experiencia de nuestros mayores. Que no nos irriten m¨¢s, que nos dejen pensar y sobrevivir en la esperanza.