La delincuencia amenaza a Bilbao y San Sebasti¨¢n

En Bilbao, los datos oficiales se?alan que el pasado a?o la delincuencia baj¨® un 3% y que la tasa de delitos contra el patrimonio -suponen el 90% de los actos delictivos- se sit¨²a en 48 casos por cada 1.000 habitantes, frente a los 49 de media en Espa?a. "Es una ciudad segura", afirma el alcalde I?aki Azkuna. Pero los partidos de la oposici¨®n, PP y PSE, aventan la "sensaci¨®n de inseguridad" creciente de vecinos y comerciantes.

Datos al margen, la realidad es que el gobierno municipal se ha visto obligado a implantar medidas. Primero fue la llamada guerra al navajero puesta en marcha en 2005, que el pasado a?o posibilit¨® el decomiso de 418 armas blancas. Luego ha sido la simplificaci¨®n de las denuncias por robo que presenten los comerciantes y el despliegue de m¨¢s patrullas policiales en barrios c¨¦ntricos como Abando e Indautxu, la ¨²nica zona de donde los delitos crecieron un 3% el pasado a?o, seg¨²n el informe oficial. Y en enero se anunciaron las multas de 300 euros a quienes se peleen en las calles.

La capital vizca¨ªna abri¨® en 2005 la "guerra al navajero" y multar¨¢ por pelearse en la calle

Polic¨ªas, C¨¢ritas, hosteleros y comerciantes donostiarras crearon un foro que dur¨® un a?o

"Preocupaci¨®n s¨ª, alarma no", asegura el concejal bilba¨ªno de Seguridad Ciudadana Eduardo Ma¨ªz, quien agrega que el mayor quebradero de cabeza para las autoridades es ahora el aumento de la violencia en los robos y asaltos. En enero hubo dos casos de secuestro expr¨¦s, en los que las v¨ªctimas fueron retenidas varias horas por los delincuentes para sustraerles dinero o pertenencias personales, algo in¨¦dito hasta ahora en la capital vizca¨ªna. Pero no han ido a m¨¢s, al ser detenidos los responsables.

"Creo que Bilbao es una ciudad segura en comparaci¨®n a otras, pero tambi¨¦n, que ha ido a peor", afirma Txema Oleaga, el candidato socialista a la alcald¨ªa. "M¨¢s polic¨ªas en la calle y con uniforme. Lo que antes ve¨ªamos por la televisi¨®n est¨¢ llegando a nuestra ciudad", apunta Antonio Basagoiti, el cabeza de lista del PP. El de la seguridad se ha convertido en uno de los temas de la campa?a y los partidos se han lanzado a prometer m¨¢s polic¨ªas locales: 100 el PNV, 250 el PP y m¨¢s de mil el PSE.

En el caso de San Sebasti¨¢n, la delincuencia s¨®lo fue motivo de una gran controversia entre partidos, y de protestas vecinales y de comerciantes, en 2004. El incremento de la delincuencia y las violaciones en la Parte Vieja donostiarra forzaron a su alcalde a tomar las riendas del asunto. Este barrio, donde viven 9.000 personas, se convirti¨® en los primeros meses de 2004 en un foco de disturbios callejeros y delincuencia casi permanente. En esos primeros cuatro meses, la Guardia Municipal realiz¨® 535 actuaciones (casi cinco diarias), practic¨® 44 detenciones y decomis¨® 42 armas y objetos peligrosos, adem¨¢s de una importante cantidad de sustancias estupefacientes.

Situaci¨®n de los agentes

El actual concejal donostiarra de Seguridad Ciudadana, Ernesto Gasco, defendi¨® entonces la necesidad de "una actuaci¨®n de conjunto" con la participaci¨®n de la Guardia Municipal, la Ertzaintza, el Gobierno central, los jueces y fiscales y el Servicio de Bienestar Social. Gasco llev¨® a la Junta de Seguridad su apuesta por "un observatorio de trabajo permanente" donde estuvieran representadas todas las instituciones citadas. Y la experiencia, que dur¨® un a?o, no ha sido mala: juntar a los responsables del Consistorio con los hosteleros, los comerciantes, la Guardia Municipal, Extranjer¨ªa y C¨¢ritas.

No se sabe muy bien si por el trabajo del observatorio o por otras razones, lo cierto es que la sensaci¨®n de inseguridad ha bajado en esta zona de la capital donostiarra. Los comerciantes, hosteleros -estos ¨²ltimos se han vuelto a reunir con Gasco recientemente- y vecinos no han vuelto a clamar en la plaza de la Constituci¨®n, hartos como estaban entonces de agresiones f¨ªsicas, amenazas con arma blanca, vejaciones, robos y tr¨¢fico de drogas. Una protesta que tuvo tambi¨¦n su connotaci¨®n un tanto racista, al implicar a determinados inmigrantes con todos los delitos que se produc¨ªan. Incluso se lleg¨® a hablar por parte de algunas polic¨ªas de bandas organizadas de magreb¨ªes, sin negar que algunos de los detenidos son inmigrantes sin papeles. Pero las aguas volvieron finalmente a su cauce.

No se ha vuelto a producir un repunte de este tipo de delitos, ni de esta gravedad, en la zona y tampoco este tema ha sido utilizado por la oposici¨®n para desgastar a Elorza durante el resto de su mandato. Y la Guardia Urbana, al igual que los agentes locales de Bilbao y Vitoria, tiene ahora otro frente que combatir: el botell¨®n.

Al margen del debate sobre el incremento de la delincuencia y la denominada guerra al navajero de la que alardea el candidato del PNV en Bilbao, I?aki Azkuna, hay un asunto que est¨¢ encima de la mesa de Eudel: que las polic¨ªas locales de Euskadi puedan reclasificar a sus casi 3.000 agentes de la Escala B¨¢sica en el grupo C de la Administraci¨®n. Este paso, que les dar¨ªa a los polic¨ªas locales la nueva situaci¨®n administrativa que ya tienen los ertzainas tras la firma del ¨²ltimo convenio, puede implicar para los beneficiarios una subida de 1.730 euros anuales.

Con la creaci¨®n por parte del Departamento de Interior de la Direcci¨®n de Coordinaci¨®n de Polic¨ªas Locales, cuyo responsable es, desde enero de 2006, Juan Jos¨¦ Olabarria, se pondr¨¢ encima de la mesa de los nuevos consistorios un viejo asunto todav¨ªa irresuelto: la coordinaci¨®n policial y la delimitaci¨®n final de competencias en el Pa¨ªs Vasco del siglo XXI.