La casa de Vicente Aleixandre

Un servidor se ha quedado boquiabierto al conocer que las instituciones p¨²blicas renuncian a la adquisici¨®n de la casa de Vicente Aleixandre. Y todas ellas: Ministerio de Cultura, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento. ?Argumentos?: precio excesivo, valor simb¨®lico de la casa (y no valor "real"). Y la ¨²ltima perla: la reciente manifestaci¨®n de la Asociaci¨®n de Amigos de Vicente Aleixandre ha sido tachada de "electoralista", de inconveniente, vamos. Ya me gustar¨ªa que la ministra de Cultura, nos explicase pormenorizadamente estos argumentos: c¨®mo se debe entender que la casa de un premio Nobel no deba ser preservada, cueste lo que cueste, por el Estado, cuando este mismo Estado se est¨¢ gastando millones de euros en "ciudades de la cultura". Y les ahorro a los lectores las razones mayores, suficientemente decantadas por la historia. Y si ¨¦stas no les resultan conocidas a nuestros cargos electos, pues vayan a los libros y estudien un poquito sobre la historia cultural y literaria de la Espa?a del siglo XX.

Una vez m¨¢s, Espa?a no es ni Francia, ni Gran Breta?a ni Irlanda, pa¨ªses en los que todos los mimos son pocos para preservar los vestigios f¨ªsicos (y simb¨®licos) de sus escritores, entre ellos sus casas. En cuanto al ¨²ltimo de los argumentos: en efecto, altos se?ores de la pol¨ªtica, ustedes han convertido, como siempre, una reclamaci¨®n objetivamente justa en un hecho pol¨ªtico. ?Qu¨¦ miseria y qu¨¦ ignorancia supinas.