Una pista a 25 euros la hora para Nadal por culpa de la lluvia
Rafael Nadal abri¨® el d¨ªa disfrazado de esp¨ªa. Nadaban los patos por las aceras de Par¨ªs. Llov¨ªa con insistencia. Y Toni Nadal buscaba por la zona VIP del club de Roland Garros al encargado de encordar las raquetas de su pupilo. "Est¨¢ complicado. Esper¨¢bamos poder entrenarnos a las 11, pero...", explic¨® al operario. Y se march¨®. Lo hizo con tanto sigilo que dej¨® atr¨¢s, compuesto y sin tenista, a un miembro de su equipo. Cae el agua en Par¨ªs, donde ayer se suspendieron m¨¢s de 50 partidos. No es posible jugar. No es posible entrenarse. Cada esquina del torneo esconde a un jugador a la espera del permiso para practicar o debutar. Nadal, sin embargo, no espera. Nadal vio lo que hab¨ªa, el cielo encapotado, el fr¨ªo, y se fue a entrenarse a otro club, bajo techo, "en pista indoor", que desliz¨® Toni. Ah¨ª, a 15 minutos de Roland Garros, en las afueras, le esperaban un compa?ero de avi¨®n, colegas de altura y una factura.
"Estos d¨ªas le vienen bien. Juega un par de horitas y se va", explica el m¨¦dico del espa?ol
Nadal apost¨® por un club privado. A su disposici¨®n, nueve canchas de tierra cubiertas. Y duros competidores: la rusa Mar¨ªa Sharapova y el estadounidense James Blake, por ejemplo, llegaron en coches de la organizaci¨®n. Para ellos, como para Nadal, hubo una exigencia inesperada: 25 euros por hora de pista. El espa?ol pag¨® 50 por pelotear con el serbio Nenad Zimonjic, un doblista con el que hab¨ªa quedado en el avi¨®n que compartieron tras el Masters de Roma. Extra?o compa?ero para extra?as circunstancias: Nadal organiza la conquista de Roland Garros, el grande del calor y de los sudores veraniegos, bajo techo y con fr¨ªo.
El torneo, que vivi¨® ayer el debut parcial de Roger Federer ante el norteamericano Michael Russel (6-4, 4-1 y suspensi¨®n por la lluvia), anda a medio gas. Nadal hab¨ªa pedido jugar ayer. Puede que lo haga hoy. Si el agua lo impide, ma?ana. Para un tenista diagnosticado con "fatiga mental" puede ser un alivio. El espa?ol vive alejado del ruido. "Como debe ser", dicen en su entorno. "En el fondo, estos d¨ªas con lluvia le vienen bien", reflexiona el doctor Cotorro, su m¨¦dico personal; "juega un par de horitas y se pira". Su plan, sin embargo, ya no es secreto. En Par¨ªs hay un gran experto en conspiraciones.
Pepo Clavet, el hermano mayor de Pato y entrenador de Tommy Robredo, se pasea por Par¨ªs bajo una gorra de 24, la serie de televisi¨®n que obsesiona a los jugadores espa?oles, el teledrama sobre un agente de la CIA que lucha para salvar Estados Unidos de la amenaza terrorista. Clavet lo observa todo. Nada se le escapa. Ni siquiera los planes de Nadal. "Rafa ha ido a entrenarse a una cancha por ah¨ª", contaba ayer; "se la han descubierto en secreto. Los dem¨¢s tienen un d¨ªa rollo. Hay quien lee los peri¨®dicos, quien juega al backgammon o quien se echa unas siestas en el vestuario que hay que verlas para creerlas. La gente se acaba dando por vencida y...". Y se desespera. O se marcha a entrenarse al Racing Club o al Tiro de Pich¨®n, los dos clubes a un paso de Roland Garros.
"?Es lo m¨¢s aburrido!", se quejaba Robredo antes de saber que tendr¨ªa tiempo de jugar contra el argentino Sergio Roitman, parar por la lluvia, volver a la pista y luego al vestuario (6-3, 6-4, 2-1 y suspensi¨®n). "Es jorobado porque te tiras el d¨ªa vestido de partido y la organizaci¨®n se cura en salud: te va avisando hora a hora. No puedes ni comer". Quien s¨ª buscaba comida era el ruso Mijail Yuzhny, bestia negra de Nadal, que sonre¨ªa entre azafatas de blanco y modelos de todos los colores. "?Qu¨¦ se hace en un d¨ªa de lluvia?", le preguntaron. "?Nada! M¨²sica, televisi¨®n, cine... ?Todo!", contest¨®. Y se march¨® alertado por un aviso estruendoso.
Los partes meteorol¨®gicos truenan por los altavoces. Las previsiones se dan al minuto. "La federaci¨®n paga a cuatro t¨¦cnicos de Meteo France para que hagan las previsiones. Utilizan un radar s¨®lo sobre la zona del torneo. Pueden predecir si va a llover en una pista y no en otra", dicen desde la organizaci¨®n. "Eso es fundamental para el juez ¨¢rbitro, que recibe datos detallados para el orden de juego. Puede saber en qu¨¦ pista parar¨¢ antes de llover". ?Cu¨¢nto cuesta el servicio? "Cobran en funci¨®n del n¨²mero de veces que son consultados". Roland Garros parece Wimbledon. Llueve cada d¨ªa. Todo el mundo mira al cielo. Y cuatro meteor¨®logos se est¨¢n haciendo de oro.

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