Causas de la derrota
Rafael Simancas, candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, anunciaba ayer que no volver¨¢ a serlo, y remit¨ªa otras posibles renuncias al Congreso del PSM, a celebrar despu¨¦s de las elecciones generales de 2008. Y Alberto Ruiz-Gallard¨®n, alcalde confirmado de la capital por mayor¨ªa absoluta, se ofrec¨ªa a Rajoy para acompa?arle en las listas: un t¨¢ndem destinado a atraer votos de centro y quiz¨¢s a favorecer posibles alianzas con los nacionalismos moderados.
Los socialistas saben desde hace una d¨¦cada que su punto d¨¦bil es Madrid. En 2003, sin embargo, estuvieron a punto de desalojar al PP de la presidencia de esa comunidad al haber sumado con IU un esca?o m¨¢s que Esperanza Aguirre. La deserci¨®n de Tamayo y S¨¢ez frustr¨® esa posibilidad y ahora el PP ha tenido 14 esca?os (y 320.000 votos) m¨¢s que la suma de los dos partidos de izquierda. Aznar gan¨® las generales de 1996 por 340.000 votos. En el conjunto de Espa?a, PSOE e IU suman ahora un mill¨®n de votos m¨¢s que el PP. Los resultados confirman, pues, que la izquierda, y el PSOE en particular, tienen un problema en Madrid.
?Un problema de candidatos? Simancas incluy¨® ayer en su autocr¨ªtica una referencia al proceso que llev¨® a la elecci¨®n de Miguel Sebasti¨¢n como aspirante a la alcald¨ªa. Fue una decisi¨®n muy personal de Zapatero, tras fracasar otras opciones. Esto influy¨® seguramente en la aparente falta de entusiasmo del partido en su apoyo a Sebasti¨¢n. Pero es que su fracaso ha sido similar al de Simancas, que era el prototipo del m¨¢s opuesto modelo de candidato: el esforzado funcionario de partido. Tambi¨¦n encarnaban dos modelos muy diferentes por su perfil personal: el brillante economista capaz de atraer votos de las clases medias ilustradas; y el candidato de barrio. Pero si Sebasti¨¢n ha bajado seis puntos, Simancas ha perdido cinco.
En un momento dado, Zapatero plante¨® la posibilidad de que el candidato a la comunidad fuera el ex presidente del Congreso Gregorio Peces Barba, un senior con prestigio y fuertes anclajes en el PSOE. Fue rechazado por considerarse una ofensa para Simancas tras el episodio del tamayazo. Y un intento anterior, en 1999, con otro senior intelectual, el ex ministro Fernando Mor¨¢n, para la alcald¨ªa, tampoco dio resultado.
?La participaci¨®n? La de Madrid ha sido inferior a la media espa?ola en las elecciones de 1987, 1991 y 1999, pero en las dos ¨²ltimas ha sido algo superior. Es cierto que ha sido proporcionalmente menor en algunos de los distritos que tradicionalmente votan a la izquierda, lo que puede haber influido; pero no basta para explicar que en una comunidad en que son m¨¢s los ciudadanos que se autodefinen como de centro izquierda el PP haya tenido m¨¢s votos que el PSOE en 19 de los 21 distritos de la capital (incluyendo alg¨²n barrio con tradici¨®n de izquierda) e incluso que en 16 de ellos haya superado a la suma de PSOE m¨¢s IU. Los socialistas madrile?os no podueden escudarse en razones de calendario para seguir aplazando las consecuencias pol¨ªticas y organizativas que deben sacar de una derrota tan contundente.
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