Tod H. Mikuriya, m¨¦dico
Impuls¨® la legalizaci¨®n de la marihuana con fines terap¨¦uticos
Fue durante sus estudios en Temple University, a principios de los a?os sesenta, y tras haberse licenciado en psicolog¨ªa, cuando Mikuriya descubri¨® la existencia de una corriente m¨¦dica que muchos a?os antes hab¨ªa abogado por el uso terap¨¦utico de la marihuana. A partir de ese momento, toda su vida se centr¨® en defender el uso cl¨ªnico de esta sustancia. Su gran triunfo fue conseguir que en 1996 California aprobara la llamada resoluci¨®n 215, que legalizaba la prescripci¨®n m¨¦dica de marihuana para pacientes con enfermedades terminales como el sida o el c¨¢ncer, y que pese a la pol¨¦mica que provoc¨® su aprobaci¨®n a¨²n sigue vigente.
Hijo de una inmigrante de origen alem¨¢n y de un descendiente de japoneses, desde muy joven se interes¨® en psicolog¨ªa, materia en la que se licenci¨® en Reed College (Oreg¨®n). Entre 1966 y 1967, Mikuriya trabaj¨® como director del New Jersey Neuropsychiatric Institute, donde se especializ¨® en el tratamiento de las adicciones a las drogas.
Su inter¨¦s por saber qu¨¦ repercusiones positivas podr¨ªa tener el uso terap¨¦utico de la marihuana le llev¨® a fundar el California Cannabis Research Medical Group y la Society of Cannabis Clinicians. A trav¨¦s de estos centros dirigi¨® una de sus grandes batallas: devolverle al uso m¨¦dico de la marihuana la dignidad que tuvo entre la comunidad cient¨ªfica hasta 1938, cuando su uso fue prohibido, entre otras cosas como resultado de la pel¨ªcula Refeer Madness, un filme moralista anticannabis que contribuy¨® decisivamente a la prohibici¨®n de esta hierba. "La marihuana estuvo a disposici¨®n de los m¨¦dicos durante cien a?os hasta que fue expulsada del mercado en 1938. Yo lucho para su rehabilitaci¨®n", explic¨® Mikuriya en 2004 en una entrevista. Era uno de los pocos m¨¦dicos prolegalizaci¨®n que admit¨ªa usar personalmente marihuana a diario. A lo largo de su carrera lleg¨® a prescribirle marihuana a m¨¢s de 9.000 enfermos. Entre los s¨ªntomas que consideraba que pod¨ªan ser tratados con ella no s¨®lo estaban los fuertes dolores que puede provocar el c¨¢ncer o el sida.
No obstante, hace siete a?os su carrera sufri¨® un duro rev¨¦s al ser acusado de negligencia, incompetencia y conducta antiprofesional por el Consejo M¨¦dico de California por haberle recetado marihuana a 16 pacientes sin haber llevado a cabo un estudio previo de su salud. Fue sancionado con 75.000 d¨®lares y s¨®lo pudo ejercer bajo supervisi¨®n de un comit¨¦ m¨¦dico.
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