Elogio del desorden y la diversidad

Ayer fue, en la feria, el d¨ªa de los peque?os editores. Y decidieron celebrarlo. Por la tarde, en uno de los pabellones, pusieron en escena la marca que los caracteriza: la variedad. Veinti¨²n editores, de los muchos m¨¢s que son y de los a¨²n m¨¢s que representan, leyeron peque?os fragmentos de las obras que publican. A la breve reflexi¨®n pol¨ªtica le sucedi¨® la instantaneidad de un poema, luego vino una narraci¨®n, despu¨¦s un estudio hist¨®rico, m¨¢s adelante hubo sitio para la globalizaci¨®n. Y as¨ª sucesivamente.

Demasiados t¨ªtulos. Cada vez menos librer¨ªas. Una formaci¨®n de futuros lectores que deja mucho que desear. La feroz competencia de la televisi¨®n y de todo el resto de propuestas que parecen convertir al libro en un exotismo. Afinando m¨¢s, la distribuci¨®n: los peque?os editores no pueden competir con los grandes y con sus eficaces estrategias de llenar el mayor n¨²mero de escaparates. El panorama es tan desolador que pondr¨ªa los pelos de punta al m¨¢s entusiasta.

Y, sin embargo, lo que se vio ayer confirma que la pasi¨®n de los libros es un mal (o una felicidad) incurable. Nada de lagrimones, celebraci¨®n de la bibliodiversidad. Con este latinajo se nombran todas esas iniciativas independientes que existen m¨¢s all¨¢ de los grandes beneficios y de los grandes grupos. Editar bien, con mimo, decidiendo sin presiones, elaborando directrices muy personales. Con esa filosof¨ªa iban leyendo ayer sus fragmentos los 21 editores. Eran una min¨²scula representaci¨®n de las m¨²ltiples iniciativas que est¨¢n en marcha en nuestro pa¨ªs, s¨®lo la punta del iceberg, y hab¨ªa sellos all¨ª, como Reus, que llevan m¨¢s de cien a?os editando, y otros con tanta experiencia como Morata, Castalia o Silex, y otros m¨¢s nuevos, como Gadir o P¨¢ginas de Espuma.

Desaf¨ªo

No tiene mucho sentido una relaci¨®n prolija de los que participaron. Ramiro Dom¨ªnguez, presidente de la comisi¨®n de peque?os editores de Madrid, resum¨ªa as¨ª su desaf¨ªo: "Hacer lo posible para hacernos visibles, no arriesgar tiradas muy grandes, ajustar los precios, y seguir haciendo los libros que nos gustan".

La idea es ponerle un poco de imaginaci¨®n al trabajo de todos los d¨ªas y buscar un poco de resonancia. As¨ª que ayer, tras la presentaci¨®n de las voces de Babel, donde se sucedieron fragmentos de la procedencia m¨¢s diversa, los peque?os editores entregaron, cuando se puso el cierre a las casetas, los Premios Bibliodiversidad 2007. Lo hicieron en la Casa de Vacas, en una fiesta que anim¨® Papa Ikot, un grupo de Guinea Ecuatorial (este a?o es en la feria el a?o de ?frica). Los galardonados esta vez fueron Carlos Pascual, de la librer¨ªa Marcial Pons Historia, y Fernando Rodr¨ªguez Lafuente, director del suplemento ABC de las Artes y las Letras.