El emperador de la chufa
Un empresario valenciano crea un peque?o emporio cultivando el tub¨¦rculo horchatero en Burkina Faso, Mal¨ª y N¨ªger
Hace 15 a?os, poco despu¨¦s de dejar su trabajo en IBM, Ram¨®n Carri¨®n ley¨® en la prensa valenciana que la escasa cosecha de chufa iba a acarrear una subida del precio de la horchata. Se acord¨® entonces de que un amigo sacerdote le cont¨® en una ocasi¨®n que hab¨ªa visto crecer el tub¨¦rculo en Togo, un peque?o pa¨ªs africano situado en el golfo de Guinea. "Ni corto ni perezoso, me plant¨¦ en ?frica", recuerda este comerciante valenciano de 55 a?os. "En Togo me enter¨¦ de que all¨ª la chufa crec¨ªa s¨®lo de modo salvaje, pero me dijeron que se cultivaba de manera organizada m¨¢s al norte", relata Carri¨®n, quien decidi¨® viajar en busca de la chufa cultivada hasta encontrarla en el Sahel, la zona semi¨¢rida que separa el desierto del S¨¢hara y la sabana africana.
A veces, cuando los cargamentos de chufa atraviesan Costa de Marfil, hay que pagar a la guerrilla
De junio a diciembre, cientos de mujeres doblan el espinazo para arrancar el fruto oculto bajo la tierra
Carri¨®n compra hoy el tub¨¦rculo a los agricultores de N¨ªger, Burkina Faso y Mal¨ª, tres pa¨ªses situados a miles de kil¨®metros de la huerta valenciana que siempre aparecen en los puestos de cola del ¨ªndice de desarrollo humano de Naciones Unidas. Su empresa, Tigernuts Traders (comerciantes de chufa, en ingl¨¦s), transporta la mercanc¨ªa desde peque?as comunidades del interior a los puertos de ?frica occidental para llevarla por mar a Valencia, donde el tub¨¦rculo se vende a los productores de horchata o se exporta para otros usos.Como en Valencia, la chufa comenz¨® a cultivarse en el Sahel tras la expansi¨®n ¨¢rabe de los siglos VII y VIII. Hasta la llegada de Carri¨®n a la zona, el tub¨¦rculo se utilizaba exclusivamente para consumo propio o para intercambio de productos de primera necesidad. Su siembra y recolecci¨®n es un trabajo tradicionalmente reservado a las mujeres, ya que los hombres se dedican al mijo, la soja o el algod¨®n, considerados m¨¢s masculinos por la poblaci¨®n local. Durante seis meses, de junio a diciembre, cientos de mujeres doblan el espinazo para arrancar el fruto oculto bajo la tierra.
La actividad generada por la empresa ha contribuido a dinamizar unas econom¨ªas de subsistencia dependientes del trueque. "Con el dinero que les pagamos, los habitantes de esas zonas obtienen plusval¨ªas que les permiten comprar otras cosas", explica el empresario. Sostiene Carri¨®n que su negocio da trabajo, directa o indirectamente, a unas 10.000 personas en unas comunidades que, con frecuencia, ven marchar a sus j¨®venes hacia las costas de Senegal en busca de un cayuco que los lleve a Canarias.
Escuchando a Carri¨®n en su oficina de L'Eliana (Valencia), decorada con mapas y carteles con motivos africanos, da la sensaci¨®n de que lo suyo, m¨¢s que un negocio, es una aventura. A la dificultad de adaptarse a tradiciones centenarias se suma la necesidad de luchar contra la falta de infraestructuras, la sequ¨ªa y la corrupci¨®n de las administraciones locales. En ocasiones, cuando los cargamentos de chufa atraviesan Costa de Marfil en direcci¨®n al mar, los camioneros tienen que pagar un impuesto a las guerrillas que dominan buena parte del pa¨ªs.
Los tres millones de kilos de chufa africana que Tigernuts Traders importa anualmente no siempre acaban en las terrazas de las horchater¨ªas de la costa mediterr¨¢nea. El tub¨¦rculo se utiliza en Europa como alimento de peces, y en EE UU sirve para dar de comer a los animales de granja. Otro testimonio de la globalizaci¨®n: la chufa cultivada por mujeres del Sahel hace escala en Valencia y ayuda a engordar los pavos que los estadounidenses comen en su fiesta mayor, el d¨ªa de Acci¨®n de Gracias.
En estos ¨²ltimos a?os, Carri¨®n y su equipo se han preocupado por investigar y desarrollar otros usos para la chufa. "Estamos descubriendo y difundiendo propiedades de un fruto rico en fibras, vitamina E, glucosa y antioxidantes naturales", explica.
Con Ainia, una asociaci¨®n valenciana dedicada a la investigaci¨®n del sector agroalimentario, Tigernuts Traders trabaja en la extracci¨®n de aceite de chufa, en la creaci¨®n de un nuevo sistema de pelado del fruto y en varias aplicaciones diet¨¦ticas. La empresa tambi¨¦n elabora muesli de chufa, utilizado en reposter¨ªa y, sobre todo, como complemento en barritas energ¨¦ticas. La lista de posibles aplicaciones de la chufa es larga: champ¨², cremas dermatol¨®gicas, yogur, licor, cerveza, biodi¨¦sel...
Carri¨®n subraya que el avance de los pisos, las autov¨ªas y los pol¨ªgonos industriales est¨¢ dejando la zona norte de Valencia sin tierra para cultivar la chufa. La ronda norte de la capital, reci¨¦n estrenada, atraviesa lo que en su d¨ªa fueron campos de chufa, y el crecimiento de Alboraya y los pueblos colindantes tambi¨¦n se resienten del empuje del ladrillo.
El presidente del Consejo Regulador de la denominaci¨®n de origen Chufa de Valencia, Miguel Mu?oz Traver, niega que cada vez se cultive menos y afirma que, por ejemplo, la producci¨®n este a?o es m¨¢s que suficiente para satisfacer la demanda de horchata. Sin entrar en si es de mejor o peor calidad, Mu?oz Traver sostiene que la chufa valenciana cumple todas las normas de calidad de la Uni¨®n Europea, algo que no sucede con la procedente de ?frica.
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