Rossi se pasea por su casa
El italiano, por delante de Pedrosa, se apunta de forma categ¨®rica su segundo triunfo
Valentino Rossi sali¨® a dar un paseo en moto por el jard¨ªn de su casa. O, lo que es lo mismo, por el circuito de Mugello, donde ha ganado las ¨²ltimas seis veces que ha salido a correr ante su hinchada. El mejor piloto de motos de la historia no atraviesa su mejor momento, pero no era cuesti¨®n de que sus paisanos le vieran flaquear. As¨ª que protagoniz¨® una carrera brillante, se impuso de forma contundente y lo celebr¨® con uno de sus shows, invasi¨®n de pista incluida. No era para menos porque se lo tuvo que ganar a pulso tras arrancar de manera calamitosa.
Con las Ducati de Stoner y Capirossi al mando y Dani Pedrosa embotellado entre el tr¨¢fico, Rossi se acomod¨® en dos vueltas y hasta que los neum¨¢ticos comenzaron a adquirir temperatura. Cuando se percat¨® de ello, imprimi¨® un ritmo cada vez m¨¢s r¨¢pido y comenz¨® a escalar. A medida que la Yamaha 46 tragaba asfalto, se sent¨ªa cada vez m¨¢s c¨®modo, volando. Mientras los tiempos por vuelta de la mayor¨ªa se manten¨ªan, los de Pedrosa y Rossi iban bajando a raz¨®n de una d¨¦cima. Y, claro est¨¢, comenzaron a encontrarse amigos. Primero fue John Hopkins, que le dur¨® dos vueltas a Rossi, lo mismo que Melandri a Pedrosa. Y as¨ª, un adelantamiento tras otro, ambos sortearon motos hasta colocarse al mando: primero el espa?ol, segundo el italiano.
Alertado por el ritmo de giro que Pedrosa exhibi¨® durante los ensayos, en seco, il dottore asumi¨® el mando para controlarle de cerca (novena vuelta). Mientras Rossi sacaba tajada en los primeros parciales, Pedrosa se le acercaba en la parte final e incluso le superaba, siempre por velocidad, a su paso por la recta que preside Mugello (1.141 metros). Pero nadie ataja los frenos mejor que Rossi y su Yamaha asom¨® siempre al salir del primer viraje.
Y as¨ª, el uno por el otro, comenzaron a abrir brecha y dejaron plantados a Stoner y compa?¨ªa, impotentes ante el mort¨ªfero cambio de ritmo que imprimieron los de delante. Rodaron tan ligeros gracias, en parte, a que Michelin acert¨® esta vez en la elecci¨®n de sus neum¨¢ticos. El suministrador franc¨¦s parece haberse puesto las pilas y ayer sum¨® su segunda victoria de la temporada, tras la que Rossi se apunt¨® en Jerez. La Yamaha de uno y la Honda de otro calzaron ayer las mismas gomas, de dureza media delante y dura detr¨¢s, por m¨¢s que el italiano se permiti¨® una licencia m¨¢s valiosa que el oro y que, casi siempre, acabara por dictar sentencia a su favor. Nadie excepto ¨¦l es capaz de mantener el tiempo por vuelta cuando los neum¨¢ticos comienzan a degradarse, la moto a perder tracci¨®n y el piloto a zarandearse. Ayer lo comprob¨® Pedrosa en las ¨²ltimas siete vueltas, cuando, metro a metro, el italiano emprendi¨® una cabalgada definitiva que le llev¨®, como quien da un paseo, hasta el triunfo.
Faubel gana y es l¨ªder
La rotundidad con la que ?lvaro Bautista se proclam¨® campe¨®n del mundo de 125cc la temporada pasada diluy¨® mucho a sus compa?eros de equipo y, en especial, a H¨¦ctor Faubel. El valenciano, de 23 a?os, asisti¨® impotente a la escapada de su compatriota, vencedor entonces de ocho carreras. Pero Bautista dio el salto a la categor¨ªa del dos y medio esta temporada, lo que supuso la mejor noticia para Faubel, que se convirti¨® en la gran apuesta de Jorge Mart¨ªnez, Aspar, para revalidar el t¨ªtulo en las motos peque?as. No se equivoc¨® al elegirle precisamente a ¨¦l. La victoria que consigui¨® ayer en el circuito de Mugello es suficiente prueba para certificarlo.
Respaldado en la excelsa potencia que demuestra tener su Aprilia RSA, Faubel se adjudic¨® una carrera tan alocada como est¨¢ demostrando ser el Mundial de las avispas. Con su marcha a los 250cc, Bati dej¨® la parrilla sin una figura dominante. Eso se traduce en un campeonato inestable, con distintos ganadores que se disputan las carreras y constantes cambios de l¨ªder. Tres pilotos se han turnado al frente de la clasificaci¨®n, pero Faubel es el ¨²nico que lo ha recuperado tras haberlo perdido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.