Danilo di Luca, 'il Killer' del sur

Una cr¨®nica costumbrista:

Vito Taccone fue un ciclista italiano de los a?os 60, el corzo de los Abruzos, famoso por mujeriego, escalador y broncas, que para los espa?oles se qued¨® en la mitad de una fotograf¨ªa del Tour del 64: la otra mitad era el manchego Fernando Manzaneque, que se pelea a pu?o limpio, equilibrio inestable sobre viejos, inflexibles, zapatos de ciclista con el italiano en una polvorienta carretera; al fondo, el pelot¨®n se aleja. Para los italianos, Taccone, corredor de gran popularidad en su tierra, era sin¨®nimo de ciclismo del sur, un ciclismo casi inexistente, un ciclismo minoritario en una pen¨ªnsula donde Lombard¨ªa y Piamonte marcan la ley. Pero ayer, 40 a?os despu¨¦s del esplendor de Taccone, ganador de etapas y de alguna cl¨¢sica, el ciclismo de los Abruzos, de lo que para un italiano es sur profundo -m¨¢s abajo es ?frica-, aunque para cualquier europeo no es sino el centro de la bota, encontr¨® un nuevo nombre al que asociarse para siempre, el de un corredor rubio, aires de playboy, culto, ojos azules y apodo en ¨ªtalo-ingl¨¦s, Il Killer, el asesino, Danilo di Luca.

Di Luca gan¨® el Giro, la carrera ciclista m¨¢s cercana al alma, a la gente de los territorios que atraviesa; Di Luca, el m¨¢s sure?o de los ganadores en los 98 a?os de historia de la corsa rosa.

Una cr¨®nica deportiva:

Lo que Alejandro Valverde no ha conseguido ni en la Vuelta ni en el Tour, lo que s¨®lo el espectacular Eugueni Berzin en su a?o ¨²nico de 1994 hab¨ªa logrado en los ¨²ltimos tiempos, lo ha alcanzado Di Luca, el abrucense de 31 a?os que ha mostrado c¨®mo un gran clasic¨®mano, un especialista en carreras de un d¨ªa, con la Lieja, la Flecha, la Amstel y el Lombard¨ªa en su palmar¨¦s, puede ser tambi¨¦n ganador de una prueba por etapas de tres semanas en el siglo XXI, el siglo de la globalizaci¨®n y la superespecializaci¨®n, sin perder ninguna de sus cualidades. Di Luca, el de la tremenda fuerza y potencia en las llegadas en repechos duros, ha sido capaz de mantener la velocidad y, como ya dej¨® entrever en 2005, a?adirles regularidad, capacidad de recuperaci¨®n, dotes de escalador e incluso de contrarrelojista.

Su empe?o se vio favorecido, de todas maneras, por la pobreza de la competencia: un pu?ado de escaladores veteranos liderados por el incre¨ªble Leo Piepoli, el trullo volante, quien a los 35 a?os ha oficiado de mayordomo de lujo de sus compa?eros Gilberto Simoni, de 36, y Riccardo Ricc¨°, de 23, el joven que viene. Y tambi¨¦n, otros veteranos de ambiciones limitadas y m¨¢s pasado que presente, como Paolo Savoldelli, Eddy Mazzoleni, tercero en el podio, y Stefano Garzelli. Nada m¨¢s.

Y, sin embargo, entre ellos, tan poca cosa, en el clima ¨¦pico que s¨®lo los Dolomitas, los montes p¨¢lidos, pueden generar, en cuestas abarrotadas de aficionados feroces bajo la lluvia, han devuelto al ciclismo dolorido un apunte de esperanza, un cierto sentido: pasi¨®n, ra¨ªces, costumbrismo.

Y entre ellos, tambi¨¦n Andy Schleck, 21 a?os, hermoso pedalear en su maglia blanca de mejor joven, segundo clasificado en el podio de Mil¨¢n, tambi¨¦n hijo de la tradici¨®n, de un ciclismo a?orado: su padre, Johny, luxemburgu¨¦s, gregario de Anquetil y luego de Oca?a, ganador de una etapa en la Vuelta; su hermano, Frank, tambi¨¦n alto, alt¨ªsimo, y delgad¨ªsimo, conquist¨® el Alpe d'Huez el pasado Tour. Es imposible no seguir enamor¨¢ndose de los ciclistas; es imposible no sentirse traicionado por ellos.

Una cr¨®nica fea:

El mi¨¦rcoles, pocas horas despu¨¦s de deslomarse en el terrible Zoncolan, el Angliru de Italia, cuatro ciclistas recibieron la visita sorpresa de los inspectores del doping: Di Luca, Simoni, Mazzoleni y Ricc¨°. Controladores enviados por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Italiano (CONI), que no se f¨ªa de los oficiales de la UCI, se llevaron muestras de orina y de sangre de aqu¨¦llos a los que cree sospechosos. De fondo, los 14.000 folios del caso Oil for drug, investigaci¨®n centrada en las andanzas en 2004 de un m¨¦dico llamado Carlo Santuccione y en la compraventa de ciertas sustancias, actividad a la que, seg¨²n las escuchas de los carabinieri, se entregaron entonces Mazzoleni y Di Luca. Ricc¨°, por otra parte, muchos recuerdan, tiene un carn¨¦ de hematocrito alto: su sangre, de forma natural, es muy rica. Los que se acuerdan de todo apuntan: el ganador de la Vuelta 2005, Heras, y del Tour 2006, Landis, dieron positivo por EPO. El ganador del Giro 2006, Basso, ha confesado ser cliente de Eufemiano Fuentes...