Maeso dice que prefiere ir a la c¨¢rcel antes que declararse culpable del contagio
La Audiencia delibera sobre la petici¨®n de ingreso en prisi¨®n provisional del anestesista
Juan Maeso prefiere ir a la c¨¢rcel a declararse culpable del contagio masivo del virus de la hepatitis C a 275 pacientes por el que ha sido condenado a 1.933 a?os de c¨¢rcel. Ayer, ante el tribunal que celebr¨® una vista para decidir si el anestesista ingresa en prisi¨®n provisional por riesgo de fuga, seg¨²n varias acusaciones, el m¨¦dico asegur¨®: "Quiero estar aqu¨ª hasta el final. En mi vida me fugar¨¦. Estoy aqu¨ª desde el primer momento y estar¨¦ aqu¨ª hasta el final de mis d¨ªas. Soy responsable con mis actos, mis nietos, mis hijos, mis amigos, con quienes me han apoyado".
El riesgo de fuga est¨¢ fundamentado para las acusaciones en una supuesta falta de arraigo y en que ¨¦l mismo en dos ocasiones, una en instrucci¨®n y otra en el juicio, expres¨® su intenci¨®n de viajar a ?frica en ayuda humanitaria. La supuesta falta de arraigo se sustent¨® en la supuesta utilizaci¨®n por parte de Maeso de una caravana como residencia al menos durante la celebraci¨®n del juicio. Las acusaciones a?adieron adem¨¢s que el procesado no ten¨ªa relaci¨®n con su familia, a tenor supuestamente de algunas manifestaciones realizadas por ¨¦l en instrucci¨®n y de la situaci¨®n personal que hab¨ªa acreditado en el juzgado.
Respecto de la posibilidad de que se marche al extranjero, tanto el ministerio p¨²blico como el resto de acusaciones particulares, nueve, que ayer intervinieron recordaron que en fase de instrucci¨®n el procesado solicit¨® permiso para realizar un viaje de ayuda humanitaria, al igual que el pasado verano al tribunal que le juzgaba cuando se pararon las sesiones por per¨ªodo vacacional. En ambas ocasiones se le deneg¨® el permiso. Y Maeso no se fue. Pero las acusaciones entienden que las circunstancias no son las mismas, que es un hombre que habla idiomas, tiene amigos en el extranjero y posibilidades de irse.
A todo ello respondi¨® el letrado de Maeso, Francisco Dav¨®. Record¨® a la sala que el domicilio de una de las hijas de Maeso, tiene tres, figura en la causa, al igual que el de su despacho profesional, para notificarle cualquier cosa y localizarlo. A?adi¨® que su cliente no hab¨ªa faltado a una sola sesi¨®n del juicio, que cuando a¨²n no estaba imputado pero la Consejer¨ªa de Sanidad le se?al¨® como culpable del contagio en 1998, se fue a Marruecos un 4 de abril y regres¨® el 11 de ese mismo a?o. Para la defensa de Maeso, el desarraigo y el riesgo de fuga que esgrimen las acusaciones forman parte de "las mentiras que se han ido repitiendo con la intenci¨®n de que se conviertan en verdad".
Pero adem¨¢s, la sala deber¨¢ tener en cuenta otros factores: la pena, 1.933 a?os; el delito, con dolo; y el hecho de que Maeso cumplir¨¢ este a?o 66 a?os y su sentencia ser¨¢ en breve recurrida al Tribunal Supremo, por tanto, si se confirmara en dos a?os, como mucho, cumplir¨ªa dos a?os de prisi¨®n porque con m¨¢s de 70 a?os lo habitual es lograr la libertad provisional. Una de las acusaciones particulares lleg¨® a decir que Maeso no tiene intacto el derecho a la presunci¨®n de inocencia ni a la libertad porque ya tiene una sentencia. Esos argumentos fueron contestados por la defensa de forma contundente. La sala, que inici¨® ayer mismo la deliberaci¨®n, apunt¨® de cada una de las partes las sentencias del Tribunal Constitucional que les son de referencia para sus objetivos. Manuel Mata, como acusaci¨®n particular, propuso como alternativa a la prisi¨®n que Maeso fuera cada d¨ªa al juzgado y no pudiera alejarse m¨¢s de 200 kil¨®metros desde donde fije su domicilio.
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