Bush sepulta el plan de Merkel sobre el clima

No habr¨¢ acuerdo con cifras concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la cumbre de Heiligendamm. S¨ª se acordar¨¢ un texto cargado de buenas intenciones y pocos compromisos, despu¨¦s de que el presidente de EE UU, George W. Bush, dejara claro que no piensa pactar cortapisas al volumen de gases que los estadounidenses vierten a la atm¨®sfera. La canciller alemana, Angela Merkel, propon¨ªa reducir un 50% las emisiones de CO2 para 2050, pero Washington considera que el G-8 no debe dictar la pol¨ªtica a sus miembros. Sin embargo, Bush anunci¨® toda una novedad: que est¨¢ dispuesto a trabajar en el marco de Naciones Unidas para luchar contra el calentamiento del planeta.

Washington cree que los avances tecnol¨®gicos lograr¨¢n por s¨ª solos reducciones de CO2

Los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del planeta (Alemania, EE UU, Jap¨®n, Italia, Francia, Reino Unido y Canad¨¢) m¨¢s Rusia, integrantes del G-8, no han sido capaces de ponerse de acuerdo para lanzar un plan de recorte de emisiones que suceda al de Kioto, dando al traste con las aspiraciones de Merkel, que preside la cumbre que se celebra en Alemania, en la costa b¨¢ltica.

Aunque anoche los negociadores hac¨ªan un ¨²ltimo esfuerzo por acercar posiciones, ni los l¨ªderes m¨¢s optimistas esperaban que Washington entrara por el aro y se comprometiera a fijar reducciones concretas de gases de efecto invernadero para la pr¨®xima d¨¦cada. Los objetivos europeos de lucha contra el cambio clim¨¢tico "no pueden ser compartidos" por los pa¨ªses del G-8, reconoci¨® Merkel, que hab¨ªa convertido el calentamiento del planeta en la prioridad de la cumbre de Heiligendamm.

El presidente Bush, que la noche del martes hab¨ªa aterrizado en Rostock, una ciudad tomada por decenas de miles de manifestantes, almorz¨® ayer con Merkel para ultimar posiciones. Despu¨¦s, compareci¨® en el balneario-fortaleza -14 kil¨®metros de valla cercan el recinto protegido por tierra, mar y aire- y dijo que hab¨ªa "puesto sobre la mesa una agenda que puede hacer avanzar el proceso en el marco de la ONU". Bush present¨® la semana pasada un plan en el que propuso que los 15 pa¨ªses que m¨¢s contaminan del planeta -Estados Unidos a la cabeza- se sentaran a negociar, pero dej¨® entrever que ser¨ªa un proceso al margen de Naciones Unidas. "Que sea en el marco de la ONU es innegociable", dijo entonces Merkel.

El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, explic¨® ayer que los europeos centran ahora sus esfuerzos en convencer a Washington para que acepte no s¨®lo participar en un proceso en Naciones Unidas a partir de 2012 cuando expira Kioto, sino tambi¨¦n que ese proceso culmine en un acuerdo vinculante. Y estim¨® que hasta 2009 no ser¨¢ posible alcanzar compromisos concretos de emisiones. Para entonces, a Bruselas le gustar¨ªa que los pa¨ªses en desarrollo y las econom¨ªas emergentes -ahora exentos de cumplir con Kioto por tener otras prioridades, como alimentar a su poblaci¨®n- estuvieran dentro de un acuerdo en el marco de Naciones Unidas. Es justo lo que pide EE UU para empezar a hablar de compromisos. Aunque Barroso matiza que hay que tener en cuenta las responsabilidades -presentes y futuras- de cada pa¨ªs.

El jefe del Ejecutivo comunitario estim¨® que el reconocimiento de la evidencia del cambio clim¨¢tico por parte de Estados Unidos es un gran avance, pero admiti¨® que los objetivos de reducci¨®n concretos de emisiones son la ¨²nica manera de combatir el calentamiento del planeta. Lo hizo durante una conferencia de prensa a la que los periodistas tuvieron que llegar en lanchas del Ej¨¦rcito alem¨¢n, porque los manifestantes consiguieron con sentadas bloquear las l¨ªneas de ferrocarril.

Seg¨²n los datos que maneja Barroso, gracias a los mecanismos de reducci¨®n, la Uni¨®n Europea ha conseguido rebajar los gases contaminantes que vierte a la atm¨®sfera en un 4,8% desde 1990. Durante ese mismo periodo, EE UU, que no ratific¨® el protocolo de Kioto, ha disparado su nivel de emisiones en un 15,8%. En Kioto, 35 pa¨ªses se comprometieron a reducir sus emisiones de CO2 en un 5,2% respecto a los niveles de 1990, mientras que la UE asumi¨® una rebaja mayor, del 8%.

Merkel pretend¨ªa que los pa¨ªses del G-8 se comprometieran a reducir un 50% las emisiones de di¨®xido de carbono para 2050, en relaci¨®n con los registros de 1990. Ayer, Jim Connaughton, responsable de medioambiente de la Administraci¨®n Bush, comunic¨® que su Gobierno no se hab¨ªa movido un ¨¢pice en materia de compromisos concretos y anunci¨® que el texto final de la cumbre no incluir¨¢ objetivos de reducci¨®n vinculantes.

Washington, que conf¨ªa en que los avances tecnol¨®gicos logren por s¨ª solos reducciones de CO2 suficientes, no quiere o¨ªr hablar de un acuerdo del que no formen parte los pa¨ªses en desarrollo y sobre todo econom¨ªas emergentes, como China e India, cuyas emisiones se disparar¨¢n en los pr¨®ximos a?os.

China e India han reiterado esta semana que no piensan sacrificar su crecimiento econ¨®mico en aras de beneficios medioambientales y han vuelto a poner sobre la mesa el argumento hist¨®rico por el que justifican que sean los pa¨ªses ricos los que se encarguen de enfriar el planeta: los pa¨ªses del G-8 son ricos porque llevan d¨¦cadas vomitando gases a la atm¨®sfera, dicen.