El Gobierno italiano, de nuevo al borde de la crisis por la destituci¨®n de un general
El Ejecutivo de Romano Prodi vuelve a salvarse en una votaci¨®n muy tensa en el Senado
La pol¨ªtica italiana suele ser compleja. Esa cualidad se exacerba cuando, como en estos momentos, el Gobierno es d¨¦bil. Un confuso asunto relacionado con la destituci¨®n de un general de la Guardia de Finanzas estuvo anoche a punto de hundir la Administraci¨®n de Romano Prodi. El Gobierno gan¨® en el Senado una votaci¨®n decisiva por cinco votos, 160 a 155, pero la violencia del debate reforz¨® la impresi¨®n de una crisis ya end¨¦mica. Se hizo evidente que la mayor¨ªa parlamentaria de centro-izquierda y su expresi¨®n gubernativa sufr¨ªan una grave par¨¢lisis, y, pese a la inmovilidad, consegu¨ªan tropezar con casi todo lo que se les cruzaba por delante.
La sesi¨®n se desarroll¨® en un ambiente crispado y concluy¨® en el caos. Tras las votaciones sigui¨® la pol¨¦mica, y la oposici¨®n acus¨® al presidente de la c¨¢mara de fraude en los procedimientos. Fue la expresi¨®n de un fracaso colectivo, de una situaci¨®n de bloqueo que frustra por igual a los dos bandos. Prodi no estuvo presente porque viaj¨® a Alemania para asistir a la reuni¨®n del G-8. Fue su ministro de Econom¨ªa, Tommaso Padoa-Schioppa, quien hizo frente al vendaval.
Muy pocos italianos lograron entender por qu¨¦ su Gobierno se encontr¨® anoche entre la vida y la muerte. El caso Visco, utilizado por la oposici¨®n para cargar contra el cuerpo inerme del Ejecutivo, no atrajo la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica. Se trataba de un asunto de cariz inicialmente burocr¨¢tico, sobre el que se acumularon errores formidables.
Todo empez¨® en 2006, con la llegada al poder del centro-izquierda. El nuevo viceministro de Econom¨ªa, Vincenzo Visco (Dem¨®cratas de Izquierda), orden¨® al general Roberto Speciale, jefe de la Guardia de Finanzas (el cuerpo militar que se ocupa de cuestiones fiscales, monetarias y aduaneras), que trasladara a cuatro oficiales destinados en Mil¨¢n. Seg¨²n informaciones de la prensa de centro-derecha, desmentidas por el Gobierno, esos oficiales hab¨ªan investigado las conexiones entre los Dem¨®cratas de Izquierda y su antigua red de cooperativas, Unipol, y la escalada a Banca Nazionale del Lavoro, en oposici¨®n a la oferta de compra planteada por la entidad espa?ola BBVA. Speciale se opuso a lo que parec¨ªa una venganza pol¨ªtica. Y los traslados no se realizaron.
Unas semanas atr¨¢s, el Ministerio de Econom¨ªa destituy¨® al general Speciale como jefe de la Guardia de Finanzas, para sustituirle por el general Cosimo d'Arrigo. Speciale protest¨® y dijo haber sido presionado y amenazado por el viceministro Visco. La oposici¨®n denunci¨® un "intolerable" abuso de poder, pese a que la destituci¨®n era legal y se ajustaba a la pr¨¢ctica tradicional, por la que cada Administraci¨®n coloca personas de su confianza al frente de instituciones como la Guardia de Finanzas. Pero el Gobierno no perdi¨® la ocasi¨®n de autolesionarse: el Consejo de Ministros retir¨® a Visco el control del cuerpo, lo que fue interpretado como un reconocimiento de que hab¨ªa actuado de forma incorrecta. Y destin¨® a Speciale al Tribunal de Cuentas.
A partir de ah¨ª comenz¨® una carrera de hip¨¦rboles. El jefe de la oposici¨®n, Silvio Berlusconi, relacion¨® de alguna forma el traslado de Speciale con la pol¨ªtica fiscal "injusta" de Prodi y concluy¨®, ante numerosas c¨¢maras de televisi¨®n, en la conveniencia de realizar una "huelga fiscal", es decir, dejar de pagar impuestos. Acto seguido se desminti¨® a s¨ª mismo. El diario La Repubblica (centro-izquierda) denunci¨® por su parte la existencia de una "red conspirativa" en la c¨²pula de la Guardia de Finanzas, la relacion¨® con los espionajes ilegales efectuados desde Telecom Italia y la compar¨® con la siniestra logia mas¨®nica P2 de Licio Gelli.
El ministro de Econom¨ªa, Tommaso Padoa-Schioppa, compareci¨® anoche ante el pleno del Senado para afirmar que la destituci¨®n del general Speciale, contra el que arremeti¨® con tremenda dureza, no ten¨ªa relaci¨®n alguna con las actividades de Unipol. El ministro calific¨® la actuaci¨®n del general de "incalificable", le relacion¨® con el esc¨¢ndalo de la corrupci¨®n en el f¨²tbol y, sobre todo, dijo que hab¨ªa convertido la Guardia de Finanzas en una especie de coto personal, ratificando la tesis de la "red conspirativa" de tintes casi golpistas.
"La Guardia de Finanzas se hab¨ªa convertido en un cuerpo aut¨®nomo, se hab¨ªa deteriorado el v¨ªnculo con la jerarqu¨ªa civil", dijo el ministro. Pero no explic¨® lo fundamental: si Speciale era culpable de deslealtad, ?por qu¨¦ se le ofrec¨ªa un destino prestigioso como el Tribunal de Cuentas?
La intervenci¨®n de Padoa-Schioppa tuvo que ser interrumpida por las protestas y gritos lanzados desde los esca?os de la oposici¨®n. El presidente de la c¨¢mara orden¨® un receso de 10 minutos y la retirada de varias pancartas, algunas casi humor¨ªsticas: "Speciale santo subito", dec¨ªa una de ellas. En Forza Italia levantaron carteles que dec¨ªan: "Devolvednos la democracia".
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