Insultos y risas
Hay tertulias televisadas en las que me entretengo en mirar a los que escuchan aun m¨¢s que a los que hablan. En la ¨²ltima, sobre el fin (?) del alto el fuego de ETA, en Telemadrid, observ¨¦ el ep¨ªtome de esa costumbre, tan espa?ola, de gesticular ostentosamente mientras el otro da un argumento. El moderador no debe pasar eso por alto: en el c¨®mputo de los minutos en que se usa la palabra debe contar tambi¨¦n c¨®mo se usa el gesto. Observ¨¦ que al catedr¨¢tico P¨¦rez Royo le enervaba bastante el ruido que se le hizo alrededor, pero trat¨® de salvarse del griter¨ªo. Le dijo a Rosa D¨ªez, la eurodiputada socialista, que "por mucho que gritara" no iba a tener m¨¢s raz¨®n, y le quiso decir al diputado del PP Gustavo de Ar¨ªstegui algo que ¨¦l mismo debi¨® considerar insultante, porque se llev¨® la mano a la boca y dijo: "Prefiero no decirlo".
Mucha gente deber¨ªa querer "no decirlo". No decir el insulto. Pero ahora un juez ha abierto la veda y ha resuelto que insultar est¨¢ en el universo de las opiniones. En la resoluci¨®n de una parte de una querella de ABC contra Jim¨¦nez Losantos, el magistrado autoriza que se pueda decir una retah¨ªla que empieza as¨ª y es obra (infame) de ese comunicador: "Incompetente, traidor, repugnante, falso, calumniador, basura, fariseo, vil, zote, criminal...". Al juez no le parece mal.
Si un juez lo aprueba, ?por qu¨¦ no va a servir para la telebasura que hurga en la intimidad? A la intimidad de Adolfo Su¨¢rez no llegaron los de Antena 3 en su excelente reportaje sobre el primer jefe de Gobierno democr¨¢tico que tuvo este pa¨ªs. Aparte de ser oportuno y respetuoso (con la historia, con el personaje), estuvo a la altura de lo que podr¨ªa ser una buena serie sobre los presidentes que este pa¨ªs ha dado.
Me puse a ver en la noche del mi¨¦rcoles a Paz Padilla (El gong show, TVE). Ella salva el programa; su risa es fresca y compasiva. Pero El gong tiene un problema: la risa gruesa contra el fracaso de los que evidentemente no van a ganar, sino a hacer el rid¨ªculo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.