El rockero torero

Paradigma del rock castizo en la movida, Jaime Urrutia se ha rodeado de una nutrida representaci¨®n de lo mejor del pop espa?ol de ayer y hoy para ofrecer las mejores composiciones de toda su carrera en directo. Urrutia acaba de editar su primer ¨¢lbum en vivo en 27 a?os como m¨²sico profesional, un disco llamado Enjoy.

Urrutia (Madrid, 1958), hijo del cr¨ªtico taurino del diario Madrid Julio de Urrutia, ya escuchaba de ni?o el rock de los sesenta en el sal¨®n de su casa: "Era el peque?o de seis hijos y o¨ªa los ep de mis hermanos. Los Beatles, los Stones, m¨²sica italiana, espa?ola y luego suramericana, Violeta Parra y cosas as¨ª". Aquel chaval madrile?o de los setenta pas¨® a la acci¨®n a edad temprana. Su primer grupo fue Ejecutivos Agresivos. Poco despu¨¦s, Jaime se embarca en la que ser¨ªa la aventura principal de su carrera: Gabinete Caligari. "Mientras desde Inglaterra empezaba a llegar el rock siniestro o afterpunk, Ferni Presas, Edi Clavo y yo, que ya ¨¦ramos amigos de a?os, quer¨ªamos hacer un grupo. En 1981, al disolverse Ejecutivos, y gracias a los discos que Eduardo Benavente tra¨ªa de Londres, los tres conocimos las nuevas tendencias y a grupos como Theater of Hate o Joy Divisi¨®n. Eso nos cambi¨® el esp¨ªritu y decidimos hacer algo similar. As¨ª naci¨® Gabinete Caligari".

Comenzaba as¨ª una carrera marcada por la personalidad que, para bien o para mal, distingui¨® siempre al tr¨ªo del marasmo de bandas m¨¢s o menos pop de la ¨¦poca. Entonces a¨²n de vocaci¨®n muy oscura, el grupo estaba todav¨ªa imbuido del talante provocador del punk. "Con Gabinete tuvimos muchos problemas porque en nuestra primera actuaci¨®n en el Rock-Ola yo sal¨ª a escena y dije: 'Somos Gabinete Caligari y somos fascistas". Aquella boutade tuvo m¨¢s consecuencias de las deseadas. "Se corri¨® la voz por Madrid de que hab¨ªa un grupo fascista. De hecho, a la siguiente actuaci¨®n vino a vernos el cr¨ªtico del diario ultraderechista El Alc¨¢zar, que titul¨® su cr¨®nica 'M¨²sica para las camisas negras de Mussolini'. Algunos p¨¢rrafos dec¨ªan 'ese grupo tan espa?ol', con lo cual la leyenda iba engordando. Pero terminamos pag¨¢ndolo a?os despu¨¦s, cuando fuimos a tocar al Pa¨ªs Vasco y hab¨ªa amenazas de bomba y el Egin nos llamaba de todo".

Despu¨¦s hicieron una canci¨®n que se llam¨® Sangre espa?ola, que hablaba del torero Juan Belmonte. Aqu¨¦l fue un punto de inflexi¨®n en su carrera y tambi¨¦n en una movida madrile?a que empezaba a sustituir con orgullo las modas importadas de Inglaterra por la imaginer¨ªa patria, hasta ese momento denostada por el progresismo germinado al calor de la transici¨®n: "Mi hermano Alberto, cr¨ªtico taurino, nos ayudaba al principio a hacer letras. Fue ¨¦l quien nos sugiri¨® hacer un tema sobre Belmonte. Como ven¨ªamos de hacer canciones como C¨®mo perdimos Berl¨ªn, aquello nos pareci¨® que ten¨ªa mucho que ver, porque era rescatar cosas de la Espa?a antigua". Los gabinetes se convirtieron entonces en los creadores del rock torero.

La canci¨®n Cuatro rosas les hizo sobresalir, pero el salto definitivo lo dar¨ªan con dos temas que multiplicaron su fama y actuaciones y engrosaron a modo su cuenta bancaria: Camino Soria y La culpa fue del chachach¨¢. Acerca de la segunda, Jaime medita en voz alta: "Nunca me he avergonzado de haberla compuesto. Se hizo tan popular que yo no pod¨ªa salir a la calle. La letra es m¨ªa y estoy muy orgulloso, aunque tambi¨¦n seguro de que, a partir del chachach¨¢, Gabinete comenz¨® su decadencia y resultamos menos cre¨ªbles".

De modo gradual la pendiente se fue haciendo m¨¢s pronunciada y en descenso. Por otro lado, el ingente dinero que movi¨® aquella Edad de Oro de la m¨²sica popular en Espa?a termin¨® ahogando el fresco y bohemio esp¨ªritu de la movida. Jaime recuerda que el declive se inici¨® alrededor de 1993, "pero en 1999, el d¨ªa que dej¨¦ el grupo les dije a mis compa?eros que ve¨ªa que comenz¨¢bamos a arrastrarnos por los escenarios".

Por fin se consum¨® la ruptura y Jaime empez¨® otra vez de cero aprovech¨¢ndose de su autosuficiencia como compositor e int¨¦rprete de sus temas. Otra banda, Los Corsarios, y nuevos temas que llevan su sello inconfundible han transformado a este joven triunfador de los ochenta en un zorro corredor de fondo y a punto de alcanzar la cincuentena. "Me aplico en defender mi m¨²sica con cierta dignidad. Pero siempre me he considerado m¨¢s compositor que m¨²sico o artista. Creo que es para lo que valgo m¨¢s". Eso s¨ª, "con 60 a?os no me veo sobre un escenario o haciendo promoci¨®n. Probablemente estar¨¦ componiendo para otros. Espero tener para vivir de las rentas".