Entrop¨ªa democr¨¢tica
Las m¨²ltiples perversiones actuales de la democracia han producido una tal degradaci¨®n del sistema que la encarna que puede afirmarse sin provocaci¨®n que su envilecimiento ha destruido casi todas las virtudes p¨²blicas que pose¨ªa. La mentira, la falsedad, la corrupci¨®n que son hoy sus compa?eras m¨¢s inseparables, se han instalado en su cogollo, convirti¨¦ndola en su contrafigura y haciendo de la desmoralizaci¨®n ciudadana el ant¨®nimo del ejercicio democr¨¢tico. En todas las grandes democracias occidentales el espect¨¢culo es desconsolador. Comenzando por EE UU, donde el vicepresidente Dick Cheney ha sido el gran urdidor de los principales embustes y patra?as cuya producci¨®n y propagaci¨®n ha sentado en el banquillo a sus m¨¢s cercanos colaboradores -I. Lewis Scooter Libby, Karl Rove, etc.- a la par que han enriquecido a su sociedad Halliburton, que ha intercambiado sin parar muertos por d¨®lares -cuantas m¨¢s v¨ªctimas, m¨¢s armas y en consecuencia m¨¢s beneficios-. Y siguiendo por los esc¨¢ndalos de Wall Street; el falso uranio de N¨ªger enriquecido y vendido a Irak y todas las otras falsificaciones oficiales cuyo censo, elaborado por el Senado norteamericano, supera los 230 casos. Pero con todo, la corrupci¨®n m¨¢s escandalosa es la reivindicaci¨®n de la democracia por parte del presidente Bush, frente a Putin y a los pa¨ªses del sur, al mismo tiempo que escarnece los valores y las pr¨¢cticas democr¨¢ticas con Abu Ghraib, Guant¨¢namo, la legalizaci¨®n de la tortura por el se?or Gonzales, su ministro de Justicia, por no citar su ret¨®rica de la paz simult¨¢nea con una pr¨¢ctica pol¨ªtica que ha hecho de la guerra permanente su eje fundamental.
Una de las modalidades m¨¢s indignantes que ha asumido la corrupci¨®n es su conquistada legalidad democr¨¢tica mediante la legitimaci¨®n electoral. En Francia una buena docena de condenados o procesados por corrupci¨®n han vuelto gloriosamente a la vida pol¨ªtica gracias a los votos de sus conciudadanos. Los nombres m¨¢s sobresalientes de esta triste lista son los del antiguo ministro de la Comunicaci¨®n Alain Carignon, Jean Tiberi, hombre de confianza y estrecho colaborador en el Ayuntamiento de Par¨ªs del presidente Chirac, Jean Pierre Destrat, Patrick Balkani, muy pr¨®ximo al presidente Sarkozy, sin olvidar al propio presidente Chirac, que tiene congeladas por la inmunidad presidencial una serie de causas amenazantes.
Sin embargo, pienso que lo sucedido en las pasada elecciones auton¨®micas y municipales espa?olas, con la legitimaci¨®n electoral de los corruptos, la fiesta econ¨®mica del ladrillo y la exaltaci¨®n localista del patrocinio p¨²blico son quiz¨¢s una de sus manifestaciones paradigm¨¢ticas. En mi tierra valenciana, uno de los m¨¢s altos responsables de la administraci¨®n provincial, m¨²ltiplemente encausado ha celebrado su reelecci¨®n al grito triunfal de "los ciudadanos me han absuelto con sobresaliente". Cynthia Fleury, en su libro necesario Les pathologies de la d¨¦mocratie, Fayard 2005, subraya, retomando una afirmaci¨®n de Claude Lefort en Essais sur la Polique, Le Seuil 1986, que la aceleraci¨®n medi¨¢tica de los procesos de nuestra sociedad de individuos masificados, al mismo tiempo que moviliza imparablemente energ¨ªas e iniciativas, las condena a la insignificancia. Pero quiz¨¢s lo m¨¢s grave de esta implosi¨®n de la moral ciudadana sea la desaparici¨®n de la ejemplaridad p¨²blica de la clase pol¨ªtica en su conjunto y de sus representantes m¨¢s eminentes. ?Qu¨¦ lectura puede hacer el pueblo llano de los usos mercantiles que hacen sus l¨ªderes de la notoriedad medi¨¢tica o de la fama social que han cosechado en el ejercicio de la pol¨ªtica? ?C¨®mo pueden interpretar los ciudadanos alemanes que Schr?der, el l¨ªder carism¨¢tico de su socialdemocracia, funcione como referente legitimador de la agresiva pol¨ªtica petrol¨ªfera de Putin? ?Qu¨¦ razones, a parte de la voracidad econ¨®mica, pueden justificar la incorporaci¨®n de Aznar al imperio de la comunicaci¨®n de Rupert Murdoch y, sobre todo, su enrolamiento en la empresa Centaurus Capital, una sociedad de fondos basura, para la pr¨¢ctica de operaciones especulativas de alto riesgo: Opas, luchas accionariales, etc.?
Pero lo que m¨¢s me perturba es no saber responder a mis compa?eros latinoamericanos, periodistas y comunic¨®logos, cuando me preguntan por qu¨¦ Felipe Gonz¨¢lez, emblema principal de la socialdemocracia espa?ola y un luchador del antifranquismo, cubre con su historia y prestigio los avatares del imperio medi¨¢tico de Carlos Slim. ?Qu¨¦ cabe hacer? El s¨¢bado pr¨®ximo entraremos en ello.
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