El descarnado erotismo de Marina Abramovic
Comienza la Bienal de la Danza de Venecia con el lema 'Body & Eros'
La ganadora del Le¨®n de Oro de la 47? Bienal de Venecia vuelve a levantar pol¨¦micas e interrogantes con su fuerte presencia y la descarnada impronta de sus propuestas. Marina Abramovic (Belgrado, 1946) es una de las invitadas estelares de Ismael Ivo a esta edici¨®n, que bajo el lema Body & Eros se presenta llena de fuertes emociones y chocantes espect¨¢culos donde no hay lugar para los pudores convencionales y la mojigater¨ªa.
Marina Abramovic dirige el International Performance Group (IPG), "una reuni¨®n de 40 artistas de 22 pa¨ªses con los que he ido trabajando desde hace a?os", afirma; "ellos han sido mis alumnos. A ra¨ªz del argumento que propon¨ªa la Bienal de la Danza, recib¨ª unas 40 propuestas y he seleccionado estas 12", declama la artista, que esta vez ejerce m¨¢s de comisaria y coordinadora que de creadora. "Mi papel es de selecci¨®n y puesta a punto. He colocado en el espacio a los artistas y sus propuestas".
"Hoy todo se hace velozmente. Estoy en contra. Busco el tiempo natural de la 'performance"
En el vasto lugar de las naves portuarias que conforman el Teatro alle Tese en Arsenale, con una iluminaci¨®n dram¨¢tica y dura, los 12 artistas se reparten acciones y Abramovic quiere aclarar que a pesar de estar dentro del programa del Festival de Danza no son bailarines, sino artistas de performance o salidos de la esfera de las artes pl¨¢sticas. "Ninguno de ellos ha bailado nunca, son artistas que defienden la performance de larga duraci¨®n con sus visiones particulares e individuales".
Para Abramovic, la performance es como el ave f¨¦nix. "En los a?os setenta se empez¨® a hablar de body-art, en los ochenta decae, y en los noventa renace de sus cenizas en formatos nuevos, no hay m¨¢s que ver el canal MTV o c¨®mo incide en la moda, en las acciones del fashion performance", dice la artista serbia.
"Hoy todo se hace velozmente. Estoy en contra de eso. Buscamos el tiempo natural de la performance. La acci¨®n no comienza ni termina. Cuando los espectadores entran al Teatro alle Tese ya los artistas est¨¢n interactuando y as¨ª permanecen las cuatro horas. Una vez que se cierran las puertas y el publico sale, entonces dejan la acci¨®n. Esto no es un videoclip ni un anuncio de Coca-Cola. Es una visi¨®n de la er¨®tica con su tempo natural, muy lejos por cierto de la visi¨®n de la er¨®tica que tienen la televisi¨®n italiana o espa?ola, solamente obsesionadas con las tetas de las presentadoras y otras vulgaridades. Los j¨®venes hacen performances para el v¨ªdeo, han creado todo un genero actual en el que todo es muy compacto".
La relaci¨®n con la danza y la performance tambi¨¦n para Abramovic es un resultado de vasos comunicantes y de intercambios complejos: "El futuro de la performance es dif¨ªcil de augurar. La verdad es que muchos artistas se interesan en este g¨¦nero y sus variantes, pero debemos saltar sobre lo epis¨®dico para ir a las ra¨ªces art¨ªsticas. Hay relaci¨®n con la danza, claro. Desde la fisicalidad, el gesto, el ruido, la vulneraci¨®n de un tiempo convencional".
Fuera del teatro, en una de las piscinas donde recalaban los barcos para ser reparados, est¨¢ tendida en el agua la artista Iris Selke: es Ofelia, flota inm¨®vil rodeada de flores por marchitarse, y se escucha una amarga m¨²sica de cuerdas. Dentro se ha dejado atr¨¢s a Laruel Jay Carpenter en su jaula de cristal pidiendo por favor un beso, o a Dorte Strehlow, que talla m¨¢s que pela 100 kilos de remolachas hasta dejar en ellas heridas como una vulva. Sus manos rezuman la sangre vegetal roj¨ªsima; la turca Nezaket Ekici baila semidesnuda con un tut¨² hecho de afilados alfanjes. Las caderas oscilan y rasgan las cortinas de papel.
La artista b¨¢ltica Snezana Golubovic hace en Love steps una cruel alusi¨®n a la esclavitud de la moda: una pasarela que transita mil veces cambiando siempre de zapatos, desde los de tac¨®n de aguja hasta las botas militares. La china Yingmei Duan deambula desnuda y maquillada evocando el cuento de Andersen del traje nuevo del emperador. Todos son dramas: como el torso sadomasoquista del alem¨¢n Oliver Blomeier o el ritual a lo Oldemburg de su conterr¨¢neo Frank Werner, que dormita sobre un gran pene de hule cual colch¨®n promisorio.
El potro sexual de un 'bakala'
Sin duda, la estrella y gran atracci¨®n de la propuesta The erotic body, de Marina Abramovic, es su querido pupilo bosnio Ivan Civic, asentado en Italia, con su "silla autoer¨®tica" a medio camino entre el potro de torturas y el banco de gimnasio; la performance se llama Nobile y el chico, con cuerpo de atleta, se luce. Mal que le pese a Abramovic, en todas las propuestas hay mucha danza (y ¨¦sa es la raz¨®n por la que Ismael Ivo los convoc¨® aqu¨ª).
Ivan Civic, rapado como un bakala, baila lentamente sobre su mueble, ritualiza el Narciso que lleva no muy dentro vestido con un sugerente traje de tirantes y con unos zapatos que desembocan en penes erectos de turgente silicona. Se graba a s¨ª mismo en v¨ªdeo, se hace fotos polaroid e insin¨²a que se autosodomizar¨¢, momento que al final no llega. El artista habla de que hay provocaci¨®n ped¨®fila, pues la silla reproduce un juego de su infancia que ¨¦l sublima con "perversi¨®n barroca". Aqu¨ª, m¨¢s que nunca, el cuerpo es sujeto y argumento a la vez de una obra que no deja indiferente a nadie con su cruda poes¨ªa y su herm¨¦tico hedonismo.
Babelia
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