Victoria in¨²til

El Atl¨¦tico lleva el infierno dentro. La de ayer fue otra decepci¨®n m¨¢s que sumar a un decenio ominoso. Y eso que el equipo madrile?o logr¨® la victoria, muy ajustada. Pero en el c¨®mputo global de toda una temporada de poco valen las victorias aisladas. La irregularidad, el juego trabado y farragoso y la carencia de ideas claras no son las caracter¨ªsticas que definen a un equipo de la Copa de la UEFA. Y este a?o el Atl¨¦tico tampoco va a ser europeo.

Faltaron Pablo y Perea y sus compa?eros los a?oraron en cada ocasi¨®n que Juanfran decid¨ªa cabalgar hacia el interior del ¨¢rea o que David L¨®pez y Milosevic se columpiaban en la frontal. La v¨ªa de agua era tan evidente que en los cuatro primeros minutos el delantero serbio ya hab¨ªa disparado al palo y Miguel Fla?o no hab¨ªa podido remachar un pase de la muerte. El Atl¨¦tico exhib¨ªa su versi¨®n m¨¢s evidente, la de toda la temporada: just¨ªsimo de f¨²tbol en la creaci¨®n, problema en la zaga y sobreaprovechamiento de la velocidad de Torres y Ag¨¹ero.

El regalo no lleg¨® para los rojiblancos. S¨®lo la decepci¨®n. Una m¨¢s

Eran minutos de dificultad evidente para los rojiblancos, con un Osasuna sobrado y muy c¨®modo, como se ha mostrado desde que juega sin presi¨®n y s¨®lo por orgullo. Sin embargo, los de Javier Aguirre se recuperaron y llegaron a manejar el choque, aunque los mejores detalles llevaban siempre m¨¢rchamo osasunista. En esas lides se enredaban ambos, cada vez con menos errores defensivos del Atl¨¦tico, cuando Ag¨¹ero exhibi¨® m¨²sculos de velocista por la izquierda y centr¨® para que Maxi Rodr¨ªguez, en un brillante final de campa?a despu¨¦s de siete meses lesionado, rematase un bal¨®n muy pasado en una pose gimn¨¢stica. Un final feliz antes del descanso.

Pero, como todo lo que suele tocar el Atl¨¦tico, la tragedia deb¨ªa aparecer. Una incursi¨®n de manual firmada por Juanfran sirvi¨® para que Milosevic se despidiese de su afici¨®n con su cuarto tanto de la temporada. En otras circunstancias, el Atl¨¦tico quiz¨¢ no habr¨ªa reaccionado, pero el empe?o por entrar en la Copa de la UEFA es tan evidente que sirvi¨® como acicate para que los de Aguirre no se rindiesen. Adem¨¢s, contaron con la ayuda involuntaria de Monreal, que cabece¨® de forma soberbia, pero en la meta equivocada. Los resultados favorec¨ªan a los madrile?os, pero Osasuna no estaba dispuesto a regalar nada a su antiguo mentor. Mientras el achique y la b¨²squeda de las contras se multiplicaban, los de Ziganda se afanaban en cercar a Leo Franco. Milosevic, en dos ocasiones, Cuellar, Miguel Fla?o..., todo val¨ªa para buscar la igualada mientras el Atl¨¦tico miraba el lento transcurrir del cron¨®metro y, de refil¨®n, al Zaragoza y el Villarreal.

Pero el regalo no lleg¨®, s¨®lo la decepci¨®n, una m¨¢s dentro de otra campa?a decepcionante.