El artista risue?o
A Jorge Galindo no le cabe la alegr¨ªa en el cuerpo. Y le dura. Desde cuando Juli¨¢n Schnabel lo arm¨® pintor de los pies a la cabeza, no deja de estar satisfecho consigo mismo y con lo que hace. Y junto a quien lo hace, que es Felicidad Moreno, tan feliz y afortunada que ya gan¨® el Premio Nacional de Grabado y ha repetido la haza?a colgando uno de sus cuadros de espirales al lado de Marcel Duchamp y Laszlo Moholy-Nagi en la exposici¨®n Lo(s) Cin¨¦tico(s), abierta actualmente en el Reina Sof¨ªa. Galindo, siempre tan euf¨®rico, no hace nada muy distinto a lo que ahora est¨¢ exponiendo en la Galer¨ªa Soledad Lorenzo, que son unos collages de enorme formato y muy coloridos inspirados tanto en los que en su d¨ªa hicieron Hannah H?ch y Raoul Hausmann como en los carteles y telones pintados que anunciaban en su d¨ªa los grandes ¨¦xitos del cine espa?ol en las salas de la Gran V¨ªa.
JORGE GALINDO
Galer¨ªa Soledad Lorenzo
Orfila, 5. Madrid
Hasta el 30 de junio
Apropiaci¨®n y reinterpretaci¨®n gozosas desde luego, en la que falta la carga pol¨¦mica e inclusive explosiva que H?ch, Hausmann y el resto de sus compa?eros dada¨ªstas apuntaron contra los formalismos encorsetados y la buena conciencia de la sociedad burguesa de su ¨¦poca. La sociedad que arroj¨® sin inmutarse a una generaci¨®n entera de j¨®venes europeos al infierno inaudito de la guerra de trincheras. Y la cita de los carteles y telones la ha hecho nuestro artista risue?o cuidando de que nada quede en ella que permita los ejercicios desdichados de la melancol¨ªa y la nostalgia por un tiempo ya ido, que sin embargo a muchos les sigue pareciendo el mejor de los tiempos posibles.
S¨®lo hay una imagen que podr¨ªa parecer perturbadora o inquietante, sobre todo para los mojigatos que todav¨ªa quedan, aunque ahora se vean obligados a tirar la piedra y esconder la mano. Me refiero a esa pinup desnuda, que hace vibrar el collage Ombligo del mundo, bruant a t¨ºte brune, reclinada sobre unos tulipanes con las piernas levantadas para que podamos disfrutar de la estimulante visi¨®n de su sexo. Una gozada.
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