Menudo barbo
Por un momento, Arrigo Sacchi sali¨® de su celda, subi¨® al p¨²lpito, levant¨® su cabeza de bonzo, lanz¨® un chispazo desde sus gafas de aumento y resumi¨® la Liga en diez segundos.
-Este a?o el Campeonato ha sido mediocre, y en la mediocridad gana siempre Capello.
Su sentencia se confirma en una realidad matem¨¢tica que no admite discusi¨®n: despu¨¦s de su gloriosa remontada, el Madrid ha sumado en la segunda vuelta el mismo n¨²mero de puntos que en la primera; es decir, 38. Conclusi¨®n: si el campe¨®n gan¨® el t¨ªtulo sin mejorar sus propios resultados fue s¨®lo porque sus competidores empeoraron los suyos.
Sin embargo, convencidos de que se han ganado el derecho a seguir d¨¢ndonos el capellazo, los capellistas se atienen a lo que especifica el resguardo de la compra: all¨ª pone que el Madrid es campe¨®n, y punto.
Los capellistas se atienen a lo que especifica el resguardo de la compra: all¨ª pone que el Madrid es campe¨®n, y punto
No importa, por ejemplo, que presente una diferencia de goles m¨¢s pobre que el Sevilla y, por supuesto, mucho m¨¢s pobre que el Barcelona. Si alguien les dice que mientras los seguidores del Madrid cantaban sus 66 goles los del Barcelona celebraban 78, responden que la prioridad de Capello es el rigor defensivo. Ser¨¢ el rigor mortis, porque, v¨¦ase, al Barcelona le marcaron 33 y al Madrid 40.
Un d¨ªa, la Federaci¨®n decidir¨¢ que el coeficiente general expresa mejor la regularidad que el particular y, en caso de empate, proclamar¨¢ campe¨®n a quien presente mejor balance. Pero, con independencia de su valor actual, ese dato es y ser¨¢ siempre un indicador de estilo, determina la verdadera altura del espect¨¢culo y nos permite saber qu¨¦ caminos sigue cada cual para llegar al minuto 90.
Entretanto, al capellismo le parece irrelevante la inversi¨®n de dos horas que los espectadores hacen cada domingo. En vez de valorar la calidad del juego, deben aceptar cualquier bodrio, bostezar a discreci¨®n y seguir como aut¨®matas las instrucciones del marcador.
Si alguien investiga las razones de esta tropa para mantener tales preferencias, comprobar¨¢ que se trata de una causa perdida. Son las siguientes: va poco al estadio y, cuando va, se fija poco.
Salvo que Capello decida aprovechar su estancia en el Tibet para pedir asilo en alg¨²n monasterio, puede que logre imponerse a la candidatura de Schuster, que regrese al banquillo reforzado en sus principios, que insista con su melopea italiana y que se empe?e en demostrar que Noventa minuti in Bernab¨¦u sono molto l¨¢nguidos.
Antes de emprender viaje, nos dio la imagen heroica que tiene de s¨ª mismo.
-Soy un salm¨®n que nada contracorriente.
M¨¢s bien un barbo. O, mejor dicho, un barbi¨¢n.
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