Camps exhibe su triunfalismo en un discurso sin compromisos y menosprecia a la oposici¨®n

Francisco Camps fue reelegido ayer por segunda vez presidente de la Generalitat con el apoyo de los 54 votos del PP y la oposici¨®n de los 37 diputados del PSPV (hubo una ausencia) y de los 7 de Comprom¨ªs pel Pa¨ªs Valenci¨¤. En su discurso de investidura, Camps no dud¨® en exhibir una actitud triunfalista y pronunci¨® el discurso m¨¢s breve de cuantos ha pronunciado un candidato a presidir la Generalitat en las Cortes Valencianas. Un discurso en el que Camps eludi¨® cualquier clase de compromiso y en el que lleg¨® a menospreciar a los grupos parlamentarios de la oposici¨®n, hasta el punto de aconsejarles c¨®mo ejercer tal labor.

Fruto de ese triunfalismo, Camps se dirigi¨® desde la tribuna no s¨®lo a los valencianos, sino "al resto de espa?oles" para advertirles que est¨¢ dispuesto a asumir "liderazgos territoriales con la ambici¨®n". Para el jefe del Consell, su discurso de ayer inicia "una nueva etapa pol¨ªtica" que coincide con un cambio sociol¨®gico y que le augura seguir al frente de la Generalitat durante bastantes m¨¢s a?os.

La portavoz de Comprom¨ªs insta a Camps, sin ¨¦xito, a formalizar un acuerdo pol¨ªtico contra la corrupci¨®n

Pla se ofrece a pactar la pol¨ªtica h¨ªdrica, las infraestructuras y la financiaci¨®n y el presidente invita al PSPV a sumarse al PP

Un minuto de silencio por los soldados de L¨ªbano abri¨® la sesi¨®n de investidura m¨¢s corta

El presidente de la Generalitat anuncia que su gobierno est¨¢ dispuesto a asumir liderazgos territoriales en Espa?a

La reelecci¨®n se formaliz¨® con 54 votos a favor del PP y 44 en contra de la oposici¨®n

Sin embargo, esa nueva etapa pol¨ªtica que ayer anunci¨® Camps se basa en la misma receta que tan buenos resultados le ha dado estos cuatro a?os: reclamar ante el Gobierno socialista y ponerlo a caldo a la primera ocasi¨®n, crear empleo y recortar la distancia con las regiones m¨¢s pr¨®speras de Europa y ampliar el n¨²mero de iniciativas sociales relacionadas con el bienestar.

En ese contexto, y jaleado reiteradamente con aplausos desde la bancada popular, Camps s¨®lo se permiti¨® la concesi¨®n de hablar de di¨¢logo en t¨¦rminos muy vaporosos, sin planteamientos concretos. De tal modo que presuntas ofertas de hondo calado como un pacto por el territorio quedaron formalizadas de la siguiente guisa: "Creo que debemos abordar entre todos, con seriedad y sin demagogia, qu¨¦ pretendemos para el futuro de nuestra tierra con la finalidad de que algo tan prioritario como nuestro territorio se aparte, definitivamente de la confrontaci¨®n pol¨ªtica".

El que s¨ª sali¨® ofreciendo pactos fue el portavoz socialista Joan Ignasi Pla. Pactos de Estado sobre el desarrollo estatutario, las relaciones con las autonom¨ªas vecinas, la pol¨ªtica h¨ªdrica, la financiaci¨®n auton¨®mica, las inversiones del Estado en infraestructuras, y sobre el desarrollo del territorio y la legislaci¨®n urban¨ªstica. Ofertas que llegaron a irritar a Camps, que no tuvo ning¨²n reparo en vapulear a Pla, que arrastra una derrota electoral de tal calibre que dif¨ªcilmente ser¨¢ capaz de armar una oposici¨®n s¨®lida. "Este es un discurso de reelecci¨®n, ?qu¨¦ sentido tiene que usted venga aqu¨ª y haga un discurso como si nada hubiese pasado?", espet¨® Camps, que inst¨® a Pla a dejarse de circunloquios. "Por qu¨¦ para decirme que s¨ª al trasvase del Ebro me habla de crear comisiones, estudios, consensos. Si es muy f¨¢cil: s¨ª al trasvase del Ebro", dijo Camps, que reiter¨® el argumento respecto a las propuestas de pedir mayor financiaci¨®n al Estado para la Comunidad Valenciana y pactar el desarrollo urban¨ªstico.

Quiz¨¢ por el hecho de que a Pla no le aplaudieron los suyos en el discurso inicial y eso siempre es mala se?al para un l¨ªder, quiz¨¢ porque para Camps la pol¨ªtica m¨¢s efectiva es la de brocha gorda y ahora hay "una identificaci¨®n plena" del proyecto del PP "con las ilusiones y las realizaciones conseguidas por nuestro propio pueblo"; el jefe del Consell tendi¨® su mano al l¨ªder socialista para que se suba al carro popular a reclamar el trasvase del Ebro, m¨¢s polic¨ªas y m¨¢s financiaci¨®n en Madrid. El chaparr¨®n de Camps fue de tal grosor que Pla tuvo que salir, tras ofrecer sus pactos, a jurar que el trasvase del Ebro es irrealizable y no se har¨¢ nunca. Y a defender, aunque a trancas y barrancas, la gesti¨®n de Zapatero en la Comunidad Valenciana. Pero eso a Camps ya no le hizo mella, tras haberse dado el lujo de bromear sobre el socialismo del futuro.

La portavoz de Comprom¨ªs, Gl¨°ria Marcos, con un discurso a ras de suelo sobre sanidad, educaci¨®n, servicios sociales, cultura, territorio y corrupci¨®n, no tuvo mejor suerte que Pla. Camps tambi¨¦n la menospreci¨® y le dijo que su discurso no era propio de una sesi¨®n de investidura. "Yo ten¨ªa la costumbre de venir a debatir con una persona que no se cre¨ªa el amo del mundo", se quej¨® Marcos. La segunda legislatura de Camps ha echado a andar.