Brown nombra un Gobierno centrado en la pol¨ªtica nacional con vista a las elecciones

El nuevo primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, dio ayer un vuelco absoluto al Gobierno, colocando a sus peones en los puestos clave de un Ejecutivo en el que hay 10 bajas y s¨®lo un ministro repite cartera. La principal novedad es que por primera vez una mujer, Jacqui Smith, est¨¢ al frente de Interior, aunque la cuota femenina baja de ocho a cinco ministras. El nuevo Ejecutivo confirma las intenciones de Brown de formar un Gobierno s¨®lido, que va a poner ¨¦nfasis en la pol¨ªtica nacional (pensando en las elecciones) y que quiere enterrar las pasadas divisiones entre brownistas y blairistas.

Los blairistas no salen malparados, en un indicio de que Brown quiere unidad, y la presencia de un ministro que dej¨® el Gobierno de Tony Blair en protesta por la guerra de Irak, es el ¨²nico gui?o a la izquierda. Es tambi¨¦n un Gobierno rejuvenecido y claramente comprometido con las reformas del Nuevo Laborismo.

El Gabinete pasa de 23 miembros a 22, de cinco escoceses a cuatro, de una media de 54 a?os a una media de 49, con s¨®lo un ministro que supera los 60 frente a cinco en el anterior y cinco menores de 40 frente a dos en el ¨²ltimo Gobierno de Blair.

Los puestos clave se los llevan gente de m¨¢xima confianza de Brown. Como su sucesor en el Tesoro ha puesto a Alistair Darling, un pol¨ªtico gris en p¨²blico pero muy s¨®lido, que ha gestionado con eficacia las carteras de Seguridad Social, Pensiones, Transportes e Industria. La cartera de Educaci¨®n, quiz¨¢ la m¨¢xima prioridad del nuevo primer ministro, la desempe?ar¨¢ Ed Balls, su principal aliado pol¨ªtico desde siempre. Tampoco destaca en sus intervenciones en p¨²blico, pero pasa por tener uno de los cerebros m¨¢s brillantes del pa¨ªs. "Si pudiera lo fichar¨ªa", coment¨® una vez un banquero brit¨¢nico.

Jack Straw, que en los dos ¨²ltimos a?os se despeg¨® de Blair y acab¨® llevando la campa?a de Brown por el liderazgo, es el nuevo ministro de Justicia y lord Chancellor, la primera vez que un miembro de la C¨¢mara de los Comunes, y no de los Lores, ocupa ese cargo.

Un negociador en Sanidad

En Sanidad, otra de las prioridades del nuevo primer ministro, est¨¢ Alan Johnson. No es un hombre de Brown, pero s¨ª de gran peso en el grupo parlamentario. En los ¨²ltimos meses se ha convertido en puente entre los dos grupos enfrentados del laborismo. Su car¨¢cter afable y su capacidad negociadora deber¨ªan servir para mejorar las p¨¦simas relaciones del ¨²ltimo Gobierno con m¨¦dicos y enfermeras.

El joven David Miliband ha sido agraciado con el Foreign Office. Carne de primer ministro seg¨²n muchos, Miliband desoy¨® todos los llamamientos que le hicieron para que retara a Brown por el liderazgo. El primer ministro le ha premiado con una cartera que le da a Miliband prestigio y le aleja del debate pol¨ªtico dom¨¦stico.

Des Browne, veterano y fiel al nuevo primer ministro, es el ¨²nico que repite cartera y seguir¨¢ al frente de Defensa. La izquierdista Harriet Harman, que gan¨® la carrera por el cargo de vicel¨ªder del laborismo, no ha sido nombrada viceprimera ministra, un cargo que desaparece, y se ha tenido que conformar con ser l¨ªder de los Comunes, algo as¨ª como ministro de Relaciones con las Cortes. Pero entra en el Gabinete John Denham, que dej¨® su cargo de secretario de Estado en tiempos de Blair en desacuerdo con la invasi¨®n de Irak. Es responsable de Universidades.

Jacqui Smith, desconocida para el gran p¨²blico, es la primera mujer al frente del Home Office, del que hace unos meses se desgaj¨® la parte relativa a Prisiones y Justicia. Su carrera ha dado un salto con su trabajo del ¨²ltimo a?o como jefa del grupo parlamentario (chief whip, l¨¢tigo jefe, en el argot parlamentario), evitando cualquier rebeli¨®n en la transici¨®n de poderes de Blair a Brown.

Han desaparecido 10 ministros del anterior Gobierno, incluido el primer ministro Blair. Algunos de sus m¨¢s fieles ya anunciaron que no seguir¨ªan o sab¨ªan que Brown no contaba con ellos, como John Reid, lord Falconer, Hilary Armstrong, Patricia Hewitt, John Prescott o la baronesa Amoss, nueva enviada de la Uni¨®n Europea en ?frica. La baja forzosa m¨¢s notoria es la de Margaret Beckett, que quer¨ªa seguir al frente del Foreign Office, pero ha pagado su impopularidad en los medios y su longevidad pol¨ªtica.

Otros ministros tem¨ªan no estar pero siguen en el Gobierno, como Peter Hain (malparado como candidato a vicel¨ªder) y el incombustible Geoff Hoon.