El amor extraviado
El g¨¦nero de la novela familiar rusa, afanado en retratar las vicisitudes de la vida cotidiana, ha hecho correr r¨ªos de tinta, plasmando una s¨®lida escuela literaria representada por autores como Dostoievski, Bulg¨¢kov, Tolst¨®i, G¨®gol o Turgu¨¦nev. De esta herencia se aprovecha la bi¨®loga y escritora rusa Liudmila Ul¨ªtskaya (1943), una combinaci¨®n entre las escritoras rusas Irene Nemirovsky y Nina Berberova, para articular una narrativa a la usanza chejoviana, donde entreteje con primor el vacilante universo de las emociones con el de la sensibilidad del alma mediante planos secuencia que se desplazan lentamente en el tiempo y nos hacen part¨ªcipes de la progresi¨®n vital de sus protagonistas.
SINCERAMENTE SUYO, SH?RIK
Liudmila Ul¨ªtskaya
Traducci¨®n Marta Reb¨®n
Anagrama. Barcelona 2006
475 p¨¢ginas. 20 euros
S?NIECHKA
Liudmila Ul¨ªtskaya
Traducci¨®n Marta Reb¨®n
Anagrama. Barcelona 2007
118 p¨¢ginas. 11,50 euros
En Sinceramente suyo, Sh¨²rik, diminutivo de Aleksandr Korn, ¨²nico v¨¢stago de una madre soltera de genealog¨ªa arist¨®crata, mantiene una rutina que gira en hacer favores a las mujeres, es decir, en aplicarles un "tratamiento terap¨¦utico" amoroso, no tanto por su educaci¨®n anclada en la esencia de lo femenino, sino porque se compadece de ellas, siendo c¨®mplice de las mujeres desvalidas porque en cada una de ellas reconoce la debilidad de su progenitora y se siente culpable de fallar a sus expectativas. Pero Sh¨²rik no es un Casanova moderno, antes es un C¨¢ndido despistado que malinterpreta el significado del amor plat¨®nico, porque no vive de las mujeres sino que se desvive por ellas; su timidez le lleva a no saber rechazar sus avances, ni a querer a ninguna de ellas, la cuales en el fondo se aprovechan de su debilidad y le manipulan a su antojo. Como si se tratase de su gemela literaria, S¨®niechka, diminutivo de Sonia, describe con frugalidad un discurso amoroso tambi¨¦n fundamentado en la abnegaci¨®n y el sacrificio pero donde la feminidad se impone a la velada figura del var¨®n. En un segundo plano, ambas novelas se ocupan de las caprichosas relaciones entre las idiosincrasias hebrea y eslava que conviven en una Rusia congelada detr¨¢s del tel¨®n de acero. Pero si en la primera llama la atenci¨®n el desahogo de la familia Korn mientras a su alrededor la poblaci¨®n sovi¨¦tica viv¨ªa en la escasez y en constante inquietud a ser deportados a los campos de concentraci¨®n, en S¨®niechka, la autora se compromete algo m¨¢s con la cruda realidad de aquellos despiadados tiempos. No obstante, en Sinceramente suyo los pormenores de la puesta en escena provocan la sensaci¨®n de vernos implicados en una afectaci¨®n hist¨®rica, ya que la atm¨®sfera que se respira corresponde m¨¢s a la de una ciudad europea que a la de un Mosc¨² ejecutor de la dictadura comunista. Consecuencia de la ficci¨®n o de la amnesia hist¨®rica, este particular mimetismo entre lo conmovedor y la ignominia proporciona a fin de cuentas dos complacientes y amenas s¨¢tiras rom¨¢nticas, sin otro efecto secundario que el que pueda provocar cualquier sobredosis costumbrista.
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