El PP gana, el Opus gobierna

El Opus le ha ganado la batalla a los valencianos, a los que no votaron PP, y a una inmensa parte de los que votaron, se la ha ganado, por tanto, a una parte del propio PP. Y se la ha ganado a la modernidad, tan manida en los ¨²ltimos discursos de Camps, y sobre todo, al Progreso.

Tanta campa?a exitosa vendiendo proyectos y valencian¨ªa envueltos en celof¨¢n de progreso con lacitos de ilusi¨®n. Tantos discursos de: "...Somos los mejores, y antiguo el que lo niegue...". Tanta admiraci¨®n, devoci¨®n y autosatisfacci¨®n, en los ¨²ltimos discursos del nuevo-viejo presidente, pronunciados ante las Cortes Valencianas en los ¨²ltimos d¨ªas, para acabar entregando los votos del PP a la Obra, al Opus, que es quien ha ganado el Consell; unos con denominaci¨®n de origen conocida, otros con denominaci¨®n discreta o a¨²n de meritorios, qu¨¦ mas da.

El Consell que nos ha presentado Camps ha revestido en sus preliminares una especie de liturgia vaticana de aprendiz. Sin chimenea en el Palau de la Generalitat, sin paja que quemar, porque seguramente el proveedor ya no la sirve hasta que no le paguen la que sirvi¨® en 2003, sin obispos, pero con Camarlengo, Camps ha querido demostrar que el misterio lo pone ¨¦l, igual que los nombramientos; que los tiempos los marca ¨¦l y no la prensa, ni su grupo, ni su partido. Que los votos dan la legitimidad para gobernar, y cuando son m¨¢s de los esperados, no solo dan legitimidad, sino tambi¨¦n una especie de ¨¦xtasis pol¨ªtico que permite hablar sin decir, hacer discursos de investidura m¨¢s vac¨ªos que la caja de la Generalitat, y entregar el Consell, a quien seguramente m¨¢s rogativas ha hecho para que la gaviota dejara de serlo en la campa?a electoral, y apareciera ante los electores como una humilde paloma, si no de la paz, que para eso ha de hacer muchos cambios de pluma todav¨ªa, s¨ª del Esp¨ªritu Santo, gu¨ªa no solo de la santidad a la que nuestros electos populares conducen, con paso procesional pero firme, al Pueblo Valenciano, sino tambi¨¦n de ilusi¨®n y progreso, eso s¨ª, por el camino del Bien que marca Ca?izares y sus ministros en el Consell.

?Acab¨¢ramos! Lo lamento por quienes despu¨¦s de votar el PP se sientan ya decepcionados, pero se ve¨ªa venir, aunque haya que reconocer que enga?aron bien y la fuerza de sus "propagandistas" tuvo ¨¦xito. Otros fueron menos astutos y fueron condenados a las tinieblas de la oposici¨®n.

Lo bien cierto es que Camps ha hecho un gobierno no paritario. Dice que la Ley no le obliga, luego en su voluntad pol¨ªtica no est¨¢ la paridad si no es por obligaci¨®n, y las mujeres siguen siendo para ¨¦l un sector y no la mitad de la sociedad. Para qu¨¦ tanta foto electoral con mujeres y tanto hablar de su parte femenina.

Ha hecho un gobierno preelecciones generales, colocando un halc¨®n en el control de la Ciudadan¨ªa, la Inmigraci¨®n y la Cooperaci¨®n, que podr¨¢ seguir pagando los compromisos adquiridos con "asociaciones" afines y contraer nuevos. Un poco de oro, porque no queda mucho en la caja, y bastante mirra, que simboliza en la epifan¨ªa el sufrimiento y la muerte futura, en este caso de las asociaciones que osen oponerse al "moderno" Consell de Camps, ser¨¢n el regalo que el enviado de los tres Reyes-Vicepresidentes, el conseller Blasco, les va a traer

El Bien, en definici¨®n de los obispos m¨¢s rancios, y la Caridad, tambi¨¦n en sentido a¨²n m¨¢s rancio, ya saben, dar lo que te sobra, cobran fuerza y vigor de la mano de Cotino que, elevado a la categor¨ªa de Rey Mago del Bienestar Social, desde su vicepresidencia, y con la ayuda de la Obra, hace que la parcela m¨¢s sensible de la pol¨ªtica del Consell entre en el t¨²nel del tiempo, camino del siglo XIX.

Es un camino bien estudiado, adem¨¢s de escrito: del poder de las obras al poder para la Obra. Pero la pregunta ser¨¢ conocer si la nueva obra, como las viejas, est¨¢ marcada por los sobrecostes m¨¢s abusivos. Am¨¦n.

Ya tenemos Consell, con novedades poco sorprendentes, con el abandono de quien quer¨ªa simbolizar desde su trayectoria la Ciencia y la Universidad, con el desalojo definitivo de los ¨²ltimos vestigios zaplanistas, que al menos eran m¨¢s divertidos, y una fuerte presencia del Opus que, a pesar de no presentarse a las elecciones, las ha ganado sin que los que votaron PP sospecharan que su voto era algo m¨¢s que un voto a la Formula 1.

Un presidente que est¨¢ extasiado con su tremendo ¨¦xito, como un ni?o el d¨ªa de Reyes, seguramente por eso ha nombrado a tres vicepresidentes. Tres reyes que nos traen muy poco oro, porque la caja esta vac¨ªa e hipotecada para varias d¨¦cadas; mucho incienso, porque hay mucha adoraci¨®n que hacerle al ni?o, si no queremos que se deprima; y mucha mirra, que simboliza las lagrimas y el dolor, que, sin duda, habr¨¢n de soportar los que menos posibilidades tienen de subsistir ante las dificultades, y quienes tienen sus ingresos ya esquilmados al m¨¢ximo para pagar sus hipotecas, por no hablar de los que ni siquiera se atreven a suscribir una.

Del premio a Garc¨ªa Ant¨®n, prefiero no hacer ning¨²n comentario, la memoria de 43 valencianos y valencianas que ya no podr¨¢n opinar sobre este Consell, por usar el transporte p¨²blico el d¨ªa menos id¨®neo, me lo impide. El 3 de julio est¨¢ demasiado cerca. Y eso no hay elecciones que lo hagan olvidar, ni Opus que lo pueda absolver.

Quiz¨¢ alguno no sepa que el ¨¦xito tambi¨¦n est¨¢ entre las causas de mortalidad, al menos en lo que a pol¨ªtica se refiere.

Andr¨¦s Perell¨® es diputado socialista en les Corts Valencianes.